Entrevista > Nerea Murcia Sáez / Concejala de Medio Ambiente y Gestión de Residuos del ayuntamiento de San Miguel de Salinas (San Miguel, 1-marzo-1991)
El ayuntamiento de San Miguel de Salinas continúa fomentando valores medioambientales y da un paso más al llevar a sus calles un proyecto piloto, pionero en la comarca, de composteras para sus vecinos.
AQUÍ en la Vega Baja ha hablado con Nerea Murcia, concejala de medio ambiente y gestión de residuos del municipio, para que nos cuente todos los detalles de este sistema de compostaje.
«San Miguel es uno de los pueblos que más recicla de la Vega Baja»
¿Cómo surgió esta idea?
La idea surge a raíz de unas jornadas de cero residuos que impartimos en octubre, junto con Ecologistas en Acción y la Asociación de Vecinos San Miguel Arcángel. Hicimos unas jornadas de limpieza en el municipio, unas charlas en colegios e instituto y estuvimos también explicando lo que era el compostaje.
Ahí se puso la semilla. ¿Qué ocurrió después?
Más tarde, Ecologistas en acción, junto con la Universidad Miguel Hernández, nos propusieron empezar un proyecto pionero de compostaje comunitario. Pionero porque es cierto que en centros escolares de la Vega Baja tenemos compostaje, pero no lo tenemos expuesto al pueblo. Hemos sido los primeros en ponerlo para el municipio.
¿Cuánta gente participa en este proyecto?
Como es un proyecto piloto, elegimos a unas pocas familias y en su barrio pusimos un centro de compostaje para que ellos mismos convirtieran sus residuos orgánicos en abono.
Al principio, pusimos dos composteras de 200 litros y se llenaron muy pronto, así que las sustituimos por unas más grandes, de 600-800 litros, que van al suelo. Es imprescindible que tengan contacto con la tierra para hacer bien el proceso biológico.
«El proceso comienza en casa, haciendo una buena separación de los residuos orgánicos»
¿En qué consiste el proceso?
El proceso comienza haciendo una buena separación de la basura en casa. Tenemos que separar el orgánico, que son todos los restos de alimentos de nuestro día a día como la verdura, la cáscara de los huevos, el café, etc.
Todo esto es lo que utilizamos para hacer el compostaje y es lo que vertemos en la compostera con su equivalente en peso de estructurante. El estructurante es también 100% orgánico y proviene de las podas que tenemos en el municipio, serrín, madera, hojas, troncos…
¿Cómo sabéis las cantidades?
En los centros de compostaje tenemos habilitado un horario, repartido en tres días a la semana, para tirar el orgánico. Los vecinos se han organizado entre ellos y quedan todos casi a la misma hora para llevar el residuo.
El estructurante lo pone el Ayuntamiento. Tenemos unas sacas siempre llenas para que cuando ellos lleguen, calculen más o menos el volumen que llevan de orgánico y utilicen el equivalente. Primero, echan su basura. Más tarde, echan el estructurante y luego se riega, porque el estructurante está seco y hay que mojarlo.
¿Necesitan algún tratamiento más estos desechos para convertirse en abono?
Una vez a la semana hay que medir la temperatura, para llevar un control de que el compostaje se está haciendo correctamente. Todos los días que se vierte compostaje tenemos que airearlo. Se introduce un aireador en la compostera, que es como un descorchador de vino, que mezcla el compost que tenemos abajo con el de arriba para que todo se descomponga a la vez y a la misma temperatura.
¿Cuánto tiempo suele tardar el proceso?
Depende del orgánico vertido, de su dureza y tamaño. Si son pedazos más pequeños, antes se descompone, pero está alrededor de unas 6 a 8 semanas.
Después de esos dos meses de estar en la compostera, tendríamos que sacarlo fuera y ponerlo en un sitio al aire libre para que termine de curar. En unas 3 o 4 semanas estaría listo para poder ser utilizado.
«El proyecto es beneficioso para el medio ambiente y para la economía del municipio»
¿Cuál es el objetivo de este proyecto?
El proyecto es interesante porque contribuiríamos a proteger el medio ambiente y porque si en el municipio compostáramos todo nuestro desecho orgánico, el ahorro que tendría el pueblo sería muy grande. No transportaríamos materia orgánica a los vertederos y tampoco pagaríamos por abonos para nuestro uso local.
¿Están implicados los vecinos con este proyecto?
Sí, hemos empezado con el proyecto piloto, pero pensamos ir ampliándolo poco a poco porque hay muchas personas del municipio interesadas. Quieren participar en el proyecto y poner composteras en sus barrios. Estamos estudiando la localización de las próximas.
¿Pensáis promover más proyectos de este tipo?
Estamos trabajando en el nuevo plan de gestión de residuos y apostamos por conseguir implantar la recogida de residuos puerta a puerta. Esto significa que un día se recogería orgánico, otro día se recogería papel, otro plástico y otro día, vidrio. Y lo harían desde la puerta de tu casa. Implantar este sistema en el municipio daría lugar, incluso, a una reducción en el impuesto de basuras.
Y por supuesto, afianzar este proyecto de composteras para gestionar el residuo orgánico de la totalidad del municipio y crear suficiente abono para parques, jardines e, incluso, para dar a la gente para sus campos.