El pasado mes de marzo la luchadora nuciera Eva María Naranjo se bajaba de forma definitiva del ring pese a no haber podido completar su último reto, el Mundial de Boxeo del peso Gallo, versión WBC, tras caer a los puntos con la mexicana Mariana ‘Barby’ Juárez.
La derrota no eclipsó, en absoluto, una trayectoria esplendorosa, en la que destacan cinco campeonatos del mundo en tres deportes de contacto: Muay Thai, Full Contact y Kick Boxing, además de otros cinco europeos y nueve campeonatos de España.
Un referente
Naranjo, todo un referente durante las últimas décadas para el deporte femenino español, disfruta ahora de una nueva vida, ligada a la enseñanza en su escuela en La Nucía y a su gimnasio en Benidorm.
Nacida en la provincia de Ciudad Real hace 41 años, Eva se siente, desde hace tiempo, “nuciera de pura cepa” y unida ya para siempre a una localidad de la que fue recientemente concejala, cargo que abandonó “con todo el dolor” al no poder dedicarle todo el tiempo que precisaba.
Afirma que lleva “bien” su nueva vida, aunque admite que el “gusanillo de la competición nunca se va del todo. A veces, la echo de menos, pero soy feliz dando clases en mi escuela de La Nucía. Me gusta enseñar a los pequeños y mayores a hacer deporte”, relata. “Me ha salvado seguir dando clases. Mi retirada no ha sido brusca, porque más que nada fue una transición”, reflexiona.
«Me encanta transmitir la disciplina, los valores y el compañerismo del deporte»
La academia
Eva María Naranjo cuenta en su academia con unos 65 alumnos, con edades entre los seis y los 18 años. Su labor como entrenadora promete ser tan exitosa como fue la de deportista, ya que cuenta en su escuela con varios campeones del Mundo, de España y autonómicos, aunque confiesa que lo que más le atrae es el trabajo con los pequeños.
“No tengo hijos, pero soy muy madre. Me emociono más que cuando ganaba yo si les va bien y también lo paso fatal cuando los veo sufrir”, asegura la exluchadora, a quien la retirada no le ha quitado ni un gramo de la ambición que le ha acompañado durante toda su carrera.
“Quise ser campeona y lo he sido. Ahora quiero ser la mejor entrenadora del mundo”, afirma Eva, quien desvela que entre sus alumnos ya se adivinan algunas chicas “que pueden llegar a ser mejores que yo”. Asegura que le encanta su trabajo docente y no solo transmitir una técnica para luchar, sino, especialmente, “la disciplina, los valores y el compañerismo” que van ligados a la práctica del deporte.
Vinculación con la Nucía
La Nucía y Eva María Naranjo están vinculados desde hace años. La campeona ha desarrollado toda su actividad deportiva y profesional en una localidad que considera “un ejemplo en todos los deportes. Las instalaciones que tememos aquí lo facilitan todo y dan una gran imagen. Viene cada vez más gente de otros pueblos a que sus hijos hagan deporte en La Nucía”, explica.
A pesar de que ya no está vinculada a la política, Naranjo aún se siente “una más” del equipo de gobierno, con el que le gusta colaborar en actos con asociaciones o rifas benéficas.
Cambio de rol
Naranjo asegura que ser técnica exige un cambio de mentalidad con respecto a su forma de trabajar cuando era competidora. “Cuando eres tú la que pelea, solo piensas en entrenar y en estar lo mejor posible. Ahora, sin embargo, tienes que estar pendiente de todo. Tienes que ser entrenadora, consejera, psicóloga y amiga”, explica la luchadora, quien no duda aconsejar la práctica de los deportes de contacto a todos los niños, con independencia de sus habilidades innatas.
“Disputar un combate no es una cosa que se haga de un día para otro. Lo primero que hacemos en la academia es que el niño o la niña se sienta a gusto y uno más del grupo. Luego, se le enseña técnica frente al espejo”, explica Eva, quien también prioriza los estudios sobre la competición. “Si quieren competir, tienen que estudiar”, sentencia.
«Me fui en lo alto de mi carrera porque lo decidí yo»
Todo un referente
Ahora que ha colgado los guantes, Eva mira atrás con orgullo y sin nada que reprocharse. “Soy la única española que se ha coronado en cuatro disciplinas. Me hubiera gustado ser campeona del mundo de boxeo, pero no puso ser. Lo intenté. De todas formas, me fui en todo lo alto de mi carrera y porque yo lo decidí. No me han retirado ni los años ni una lesión. Fui yo la que eligió dedicarme a mi trabajo, que es lo que más me gusta”, reflexiona.
En más de dos décadas de trayectoria deportiva, Eva María Naranjo ha sido testigo directo de cambios en la cultura deportiva de España y, sobre todo, en el deporte femenino. “Comparado con antes, hay una igualdad enorme, ha cambiado mucho la cosa para bien”, recuerda la campeona, quien se siente “orgullosa” de ser un referente nacional para muchas mujeres.
«Me emociona ser un referente para las niñas que quieren competir»
“He recibido muchísimos mensajes de niñas en los que me dicen que yo he sido su referente. Para ellas he sido un ejemplo”, presume Eva, quien admite que cada vez hay menos gente que piensa que los deportes de contacto son solo cosa de hombres. “Alguno queda, pero cada vez menos”, precisa.
Una nueva vida
Además de la satisfacción de forjar campeones, Eva Naranjo no oculta que su nueva vida alejada de la competición le ha deparado algunos pequeños placeres que parecían prohibidos, pero que ahora está a tiempo de recuperar.
“Me puedo tomar alguna cervecita y comer sin mirar ni sufrir por el peso. Puedo tener vida social. Pero sobre todo, estoy viviendo y disfrutando mucho de la vida”, concluye la legendaria luchadora.