La Asociación de Residentes del Centro Tradicional de Alicante ha logrado una primera victoria en los tribunales, dentro del pleito que mantienen, desde hace años, contra el Ayuntamiento y los hosteleros que regentan negocios en la zona de alrededor a la calle Castaños.
En concreto el Juzgado de lo Contencioso ha obligado al gobierno municipal a declarar once calles (Castaños, Rambla, San Idelfonso, López Torregrosa, Artilleros, Pascual Pérez, Teatro, Teniente Álvarez Soto, Bailén, Gerona y San Francisco) como Zona Acústica Saturada (ZAS).
Dicha declaración acarrea la obligación de aprobar nuevas reglamentaciones encaminadas a disminuir el nivel de decibelios. Eso sí, el Ayuntamiento ha recurrido judicialmente este fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
«Estamos poniendo en peligro 2.000 empleos. Seguro que hay soluciones mejores que cerrar negocios» M. Valera (hostelera)
Vecinos vs hosteleros
“Lo único que pedimos es poder descansar. La ley no se está cumpliendo ni en horarios, aforos, licencias o control de música. Estamos hablando de una zona residencial donde viven niños, ancianos y trabajadores que madrugan” nos indica Alcázar Moreno, presidenta de la asociación de vecinos denunciante, en declaraciones a AQUÍ en Alicante.
“Los vecinos que se están quejando no quieren que en Alicante exista oferta alguna de ocio. Nosotros vivimos en una ciudad turística y es lógico que haya terrazas en las calles. Yo les pido que busquemos soluciones intermedias y empaticen un poco con los más de 2.000 puestos de trabajo que se están poniendo en peligro. Piensen que podrían ser sus familiares” nos apunta María del Mar Valera, presidenta de la Asociación Provincial de Hostelería, a este periódico.
Futuro incierto
Lo cierto es que nadie tiene muy claro que va pasar en los próximos meses. Tanto vecinos como hosteleros viven ahora en una total incertidumbre. Por un lado, existen discrepancias acerca de qué implica exactamente la declaración de ZAS sobre estas calles. Por otro, al presentar un recurso judicial contra dicha sentencia, no está claro hasta donde va a llegar el Ayuntamiento en la aplicación de estas medidas de restricción del ruido mientras los tribunales resuelven.
“Estamos ahora mismo en un vacío. Parece que el equipo de gobierno tiene previsto tomar varias medidas antes de que se resuelva el recurso, pero esperemos que sea algo intermedio, menos agresivo que el ZAS” demanda Valera.
“Ya tenemos una sentencia ejecutable, pero el Ayuntamiento en vez de aplicarla lo que ha hecho es recurrirla. Es la prueba evidente de que en Alicante gobiernan los empresarios, los lobbies y los amos del ruido” se lamenta Moreno.
¿Qué es una ZAS?
El pasado 20 de diciembre Manuel Villar (concejal de Medio Ambiente) anunció la firma de un decreto para iniciar el expediente de la ZAS. Es el único acto oficial que de momento ha manifestado el bipartito (PP y C’s) que gobierna Alicante al respecto, amén de recurrir la propia ZAS.
Villar hizo pública esta acción a través de un comunicado en el que no se explicaba aún ninguna de las medidas que, supuestamente, adoptarán en aplicación de la sentencia. Tan solo aclaraba que ha sido constituida “una mesa de trabajo con los servicios de Medio Ambiente, Urbanismo, Ocupación de Vía Pública, Comercio, Seguridad y Asesoría Jurídica” para estudiar este tema.
Si nos vamos a la Ley 7/2002, donde vienen regulada la figura de una ZAS, tampoco salimos demasiado de dudas. La legislación obliga a que los ayuntamientos tomen medidas, pero basándose en directrices que resultan un tanto ambiguas. Concretamente se insta a “suspender la concesión de licencias de actividad que pudiesen agravar la situación”, “establecer horarios restringidos”, “prohibir o limitar la circulación de tráfico” y a “tomar cualquier otra medida que se considere adecuada para reducir la contaminación acústica”.
Sea cual sea su contenido, el proyecto final de aplicación de la ZAS debe aprobarse a través de un pleno municipal, y el próximo ordinario no se celebrará hasta el 30 de enero. Suponiendo que se aprobase, a partir de ese momento será expuesta a un plazo de 30 días, para que cualquier particular o asociación pueda presentar alegaciones. Entre todos estos trámites, muy probablemente aún resten unos cuantos meses para su entrada real en vigor.
Los vecinos reclaman reducir el horario de las terrazas hasta las 00:00 o incluso antes
Horarios
Actualmente, los restaurantes con veladores o terrazas tienen la potestad de abrir hasta la 1:30 horas los días de diario, y 20 minutos más viernes y sábados. Los pubs pueden colocar sus terrazas hasta las dos y media de la mañana y hasta las tres y media los fines de semana. En cuanto a las discotecas del centro, su horario límite son las 7:30 horas, si bien su actividad queda restringida al interior del local.
“Nosotros pedimos que se acorten los horarios de las terrazas hasta las 00:00 horas y que los negocios continúen dentro del local. La gente que está en la calle bebiendo es la que más molesta. Gritan, se ríen a carcajadas, pegan golpes en la mesa y no nos dejan dormir” argumenta Alcázar Moreno.
“Si cerramos todo a medianoche perjudicaría sobre todo a los pubs. Algunos vecinos están pidiendo incluso que cerremos a las siete de la tarde, antes del horario de cena de los restaurantes. Haciendo esto cesarían muchos negocios y se irán todos sus trabajadores al paro. Hay que recordar que Alicante es una ciudad turística y con muy buen clima prácticamente todo el año. Vivimos en gran parte de esto” aduce Mar Valera.
«Las multas son muy insuficientes. A los hosteleros les sale a cuenta incumplir las normas» A. Moreno (vecina)
Sanciones
En 2018 el Ayuntamiento, ya regentado por Luis Barcala, recuperó la antigua unidad policial nocturna Fox, que en su día había sido creada por el gobierno de Sonia Castedo y años más tarde suprimida en tiempos del tripartito liderado por Gabriel Echávarri.
Esto se hizo, en parte, porque los vecinos llevaban tiempo denunciando que algunos negocios incumplían constantemente los horarios oficiales de cierre. De hecho, en el pasado Debate del Estado de la Ciudad celebrado el 17 de diciembre, el alcalde Barcala presumió de que a lo largo de 2019 se han interpuesto ya 447 sanciones.
“Los hosteleros que cumplimos los horarios somos los primeros que nos alegramos de estas multas, porque aquellos irresponsables nos estaban dando una mala fama a todos” nos apunta Valera.
Sin embargo, los vecinos reclaman todavía más contundencia. “Es verdad que ahora la Policía Local sanciona más, pero con multas de entre 90 a 300 euros. Eso lo cubren con un par de mesas, les sale a cuenta seguir incumpliendo la ley. Lo que se debería hacer es levantar una terraza cuando sea reincidente, que el Ayuntamiento se atreva de una vez por todas” demanda Moreno.
«El ruido viene sobre todo de la gente que se queda de pie gritando en plena calle. Falta presencia policial» M. Valera (hostelera)
Los momentos ruidosos
Paseando cualquier noche por la zona nos damos cuenta de que en muchas ocasiones el ruido no procede tanto de los clientes de los negocios, sino más bien de las personas que circulan por la calle y, a menudo, se quedan parados bebiendo o charlando en las puertas de las discotecas.
Tanto vecinos como hosteleros coinciden en que existe demasiado incivismo en Alicante, lo cual no solamente lleva a superar los decibelios permitidos a altas horas de la madrugada, sino también a que las calles amanezcan al día siguiente con basura por todas partes.
“La unidad Fox no da abasto con la gente, cuando llamamos a la Policía nos dicen que no pueden ir o directamente ni nos cogen el teléfono. Al final ya nos hemos cansado de que no nos hagan caso” nos asegura Moreno.
“Algunos ciudadanos se quedan de pie cuando cerramos el local, y esto nos perjudica a todos. Claro que falta más presencia policial. Pero si la solución es poner horarios más estrictos para los negocios, muchas personas se pasarán directamente al botellón en la calle. Esto es mucho más escandaloso y difícil de controlar, no creo que tengamos que ir hacia ahí” argumenta Valera.
De hecho los hosteleros han propuesto varias alternativas modernas, para disminuir la contaminación acústica, que aseguran que están funcionando en otras ciudades, como toldos amortiguadores o un suelo especial que absorbe el ruido. “Hemos presentado ya varios prototipos al Ayuntamiento, pero no se ha avanzado en nada” se lamenta la presidenta del colectivo.
«Queremos reducir los locales de la zona entre un 5-10 %» M. Jiménez (concejal Ocupación Vía Pública)
Licencias
Otro aspecto que determina la declaración de una ZAS es la posible supresión de nuevos negocios. En Alicante esto ya se lleva efectuando, supuestamente, desde 2018, cuando el Ayuntamiento decretó, con el acuerdo de los hosteleros, una suspensión de licencias al considerar que la zona ya estaba suficiente saturada de locales de ocio.
Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos nos denuncian que algunos propietarios han esquivado esta medida y los negocios siguen proliferando en estas calles. “Ahora se les permite abrir un local sin tener licencia, simplemente presentando una declaración de responsabilidad. Así ya pueden hacer lo que les da la gana, hasta que llega el inspector y les da otro plazo para subsanar. Pueden pasar años hasta que lo cierren de verdad” nos asegura Moreno.
Lo cierto es que el actual equipo de gobierno ya ha manifestado, en alguna ocasión, su intención de rebajar el número de negocios. Manuel Jiménez (concejal de Ocupación de la Vía Pública por el PP) de hecho apuntó a una reducción “de entre un 5 y un 10%”.
Igualmente Adrián Santos (edil de Urbanismo por C’s) habló de ampliar el perímetro de la supresión de licencias a todo el centro tradicional, así como de distinguir mejor las terrazas. “Algunas cafeterías están tan pegadas a los pubs, que al final se acaban sumando al tardeo hasta la madrugada. Queremos establecer una distancia mínima entre ellos, para controlar mejor el cumplimiento de los horarios y delimitar el ruido” ha prometido.
Críticas de la oposición
Desde que fuera anunciada la sentencia de la ZAS, se han oído numerosas críticas al equipo de gobierno por parte de la oposición. Francesc Sanguino, portavoz del PSOE, afeó que Barcala presumiera del aumento de las sanciones a los hosteleros. “Más que un alcalde parece usted un alguacil” le llegó decir en el debate, al tiempo que le acusó de pasar por encima de la opinión del concejal de Urbanismo en este tema.
Desde Unidas Podemos su portavoz, Xavi López, instó a que se cumpla la sentencia judicial. “Este alcalde está atrapado por el lobby del ocio, mientras tiene abandonado al pequeño comercio. No queremos más este modelo ruidoso y de alcohol implantado por Sonia Castedo”.
Vox, por su parte, ha defendido los derechos de los hosteleros. “Es cierto que a los vecinos se les ha abandonado durante demasiado tiempo, pero aquí se está criminalizando a los empresarios. Hablamos de 2.000 puestos de trabajo. Hagamos una ZAS comedida y no les pongamos todavía más trabas de las que ya tienen a nivel nacional y autonómico”, propuso su portavoz Mario Ortolá.
Compromís, por su parte, acusó al equipo de gobierno de tener una doble vara de medir. “Cuando se trata de evitar un pelotazo del señor Ortiz ellos no recurren las sentencias, pero sí para proteger los intereses del lobby del ocio a consta de la terrible situación que viven los vecinos”, increpó Natxo Bellido.
Los sonómetros
En el debate se llegó incluso a vivir un momento tenso, cuando precisamente Bellido acusó al gobierno municipal de haber apagado los sonómetros instalados en las calles tras recibir la sentencia del Juzgado de lo Contencioso.
La portavoz popular, Mari Carmen de España, negó este hecho y acusó a Bellido de “mentir descaradamente” e incluso le retó a acudir a Fiscalía para demostrarlo. También prometió que el equipo de gobierno “solucionará el problema del ruido y recuperará la convivencia”.
Precisamente estos sonómetros han sido claves para que los vecinos pudieran demostrar que efectivamente había exceso de ruido en la zona de Castaños y el juez fallara a su favor. “El Ayuntamiento nunca quiso colocarlos, ni ahora con el PP ni antes con el tripartito de izquierdas. Tuvimos que obligarles a través de los presupuestos participativos” nos cuenta Alcázar Moreno.
«Pediremos indemnizaciones económicas al Ayuntamiento si sigue incumpliendo la ley» A. Moreno (vecina)
Conflicto sin resolver
En el último pleno municipal del año, a iniciativa del PSOE, se aprobó por unanimidad la creación de una comisión específica para el estudio de los Planes Especial e Integral del Centro. Precisamente aquí deberían de abordarse todos estos temas, así como mediar entre las dos partes que parecen seguir tan lejos de entenderse.
“No puede ser bueno para Alicante que el ocio nocturno desaparezca. Seguro que hay soluciones mejores intermedias que cerrar locales y mandar a todos estos trabajadores al paro”, nos aduce la hostelera María del Mar Valero.
“Nosotros no queremos acabar con la vida nocturna de la ciudad. Solo abogamos porque se cumpla la ley y tengamos nuestro derecho al descanso. Estamos dispuestos a pedir indemnizaciones económicas al Ayuntamiento, por muchos recursos que presente”, añade la portavoz vecinal Alcázar Moreno.
De momento es evidente que Alicante aún no ha sabido dar solución a este eterno conflicto, y todo apunta a que la siguiente batalla se volverá a dirimir en los tribunales.