Entrevista > Joaquín Marzá / Director del colegio Manuel Riquelme
El Ministerio de Sanidad ha premiado al colegio Manuel Riquelme, de la pedanía oriolana de Hurchillo, por proporcionar a sus alumnos una alimentación saludable y sostenible. El mérito es, sobre todo, de Pilar Baldó y de Joaquín Marzá; cocinera y director del centro, respectivamente. Ambos se propusieron poner en marcha un proyecto llamado ‘Sabor de vivir’.
Tanto Baldó como Marzá llevan doce años en este centro educativo. Su esfuerzo y amor por su trabajo han tenido ahora esta gran recompensa.
Ni fritos, ni procesados
Ni fritos, ni procesados. Esas son las dos claves del comedor escolar de Hurchillo. Además de amor a la cocina, que es un sentimiento que viene demostrando Pilar, la cocinera, durante todo este tiempo al mando de los fogones.
Hurchillo es una pequeña pedanía de Orihuela de menos de mil habitantes. Mientras que en muchas otras zonas de la provincia los colegios van desapareciendo por falta de población escolar, aquí siempre hay lista de espera de padres que quieren traer a este colegio a sus hijos.
¿Cómo funciona el comedor escolar?
El menú lo realiza la nutricionista de la empresa valenciana Catering 45 junto a un supervisor, los monitores y Pilar. Fruta y verdura todos los días, pescado dos o tres veces por semana y nada de fritos.
Siempre proporcionando los productos de nuestra dieta mediterránea. Con una huerta como la nuestra y con los pescados de nuestro mar Mediterráneo. Sin olvidarnos de las naranjas valencianas.
¿Qué papel juega Pilar Baldó, la cocinera?
El más importante. Ella pone todos sus conocimientos y su amor en cada paso que da por su cocina. Cada mañana, a las nueve en punto, entra por la puerta y empieza con los preparativos. Todo con sencillez y cariño.
No es fácil, por ejemplo, que un niño se coma un trozo de pimiento, pero ella lo tritura y lo echa al guiso. Así, con cualquier otra verdura difícil para los niños y con todo. Su secreto es hacerlo todo con el corazón.
Dicen de usted que tiene verdadera vocación. Incluso estuvo nominado como mejor profesor del año.
Lo de la vocación está claro que sí. Lo de mejor profesor del año fue cosa de mis alumnos, que me inscribieron. Estoy muy agradecido, porque eso demuestra que para ellos sí parece que lo soy y es a ellos a quien yo les debo mi esfuerzo y mi dedicación.
Desde que puse un pie en el colegio de Hurchillo quise cambiar la manera de concebir la educación, buscando un estilo de vida sano que los más pequeños trasladaran a su casa y a su familia.
¿Qué se valoraba especialmente para optar a ser elegido el mejor comedor escolar?
El menú ideal para el Ministerio de Sanidad está compuesto por una ensalada al día, fruta cuatro veces por semana y una vez lácteo. Además de verdura cada día, así como legumbres y pescado y nada de fritos.
Un menú saludable tiene que estar compuesto por una variedad de alimentos y por las raciones adecuadas de cada grupo de ellos, tal y como recomienda la Organización Mundial de Salud. Además, el tamaño de estos tiene que ser adecuado al grupo de edad al que va dirigido.
Debe estar formado por un primero, un segundo y un postre. En el primero, tiene que haber hidratos de carbono o una ración de verdura; el segundo plato debe alternar carne, pescado y huevo y tiene que estar acompañado de una guarnición, a ser posible, que sea ensalada. Además, pan y agua. El postre debe ser fruta, sustituida una o dos veces por un lácteo.
«El premio nos ha dado fuerza, pero aún queda mucho por hacer»
¿Su proyecto ‘Sabor de vivir’ ya ha quedado completado?
Mi proyecto está pensado para una alimentación y un estilo de vida saludable que va mas allá de la comida. Por eso, los estudiantes acuden a danza varias veces por semana, una actividad que trabaja los sentimientos y las emociones.
El premio nos ha dado impulso para seguir con nuestros proyectos»
¿Las buenas costumbres deben inculcarse desde los primeros años de vida?
Eso es fundamental. Aquí, los niños con tres años ya traen de casa su exprimidor y se hacen sus zumos de naranja. La comida se sirve en platos, lejos de las clásicas bandejas que hacen la comida tan poco atractiva.
La mayoría de los alumnos almuerza fruta y, además, participan en otro proyecto llamado ‘Viajando por España’. Un día al mes degustan platos típicos de distintas ciudades españolas.
¿Cuál es la fórmula del éxito del colegio?
La fórmula es poner todo nuestro entusiasmo en lo que hacemos. Tenemos también premios de medio ambiente y educación vial.
Además, hemos publicado varios libros de cocina donde Pilar enseña cómo realizar sus recetas paso a paso. Muchos padres de otros colegios tienen estos libros para guiarse en la alimentación de sus hijos en casa y aplicar nuestras recetas.
«Nuestra intención es seguir con un comedor de calidad y poner en valor lo que es comer»
¿El éxito llegó rápido?
Cuando empezamos, hace doce años, con poco más de 40 niños, no imaginábamos hasta dónde podíamos llegar. Nuestra intención es seguir con un comedor de calidad, la realización de una feria de alimentación y poner en valor esa alimentación.