Entrevista > Teodora Milcheva Taneva / Psicóloga y presidenta de la Asociación Brújula (Bulgaria, 22-enero-1978)
Psicóloga terapeuta y psicóloga clínica infantojuvenil, Teodora Milcheva Taneva es también especialista en mediación. Con un máster en violencia de género y malos tratos, el año pasado decidió fundar la Asociación Brújula, con la que poder orientar y proporcionar un apoyo psicosocial a cientos de torrevejenses.
A día de hoy, intentan darse a conocer para aportar su grano de arena y tratar diferentes problemáticas municipales.
«Siempre me he caracterizado por mi paciencia y comprensión»
¿De dónde surge tu vocación por la psicología?
Desde pequeña siempre me he caracterizado por mi paciencia y comprensión hacia los demás. A medida que fui cumpliendo años, no tenía muy claro qué quería estudiar, lo que motivó incluso que tras finalizar el instituto no me presentase ese mismo año a las pruebas de acceso a la Universidad.
Mis dudas se disiparon cuando escuché por la radio que quedaban pocos días para cerrar el plazo de inscripciones para hacer psicología. Ahí sentí la llamada interior.
En poco más de un año de actividad, el verano pasado, desarrollaste un programa de reciclaje emocional en casos concretos de bullying. ¿Podrías destacar alguno en concreto?
Destacaría el caso de un niño agresor en el que su familia decidió buscar ayuda. El niño fue expulsado durante veinte días del centro escolar, pero durante este periodo de tiempo no fue atendido ni asistido por psicólogos.
A raíz de esta situación, me vi en la necesidad de actuar. No por tener ningún afán de protagonismo ni de señalar a nadie, sino por solucionar aquellos casos que han quedado fuera del alcance de las instituciones.
¿Es el bullying un problema muy extendido?
Nos hemos dado cuenta de que en el municipio existen varios casos de bullying y que, desgraciadamente, no hay ningún organismo o programa que trate este tema. Por ello, me gustaría aportar mi grano de arena con el programa de reciclaje emocional, que he desarrollado para aprender y aplicar actitudes y habilidades que facilitarán el bienestar personal y la integración social.
De hecho, puedo anunciar que a partir del próximo 9 de enero empezaré a trabajar con un grupo de niños y niñas del colegio público El Acequión.
«Cada vez hay más casos de agresiones entre los jóvenes»
¿Cómo se puede poner fin a esta situación?
No hay que pasar por alto que cada vez hay más casos de agresiones entre los jóvenes; agresiones que no han dejado de aumentar en los últimos años, lo que demuestra que no se toman las medidas necesarias para hacer frente a este fenómeno.
En la mayoría de los casos, a las víctimas se les aconseja que cambien incluso de ciudad o que tomen clases de defensa personal, lo cual representa, para mí, una medida absurda. Con el agresor sucede lo mismo. Al final, no se ofrecen los medios necesarios. Sería más eficaz aprender a canalizar las emociones trabajando con el agresor la empatía y con la víctima la autoestima.
«Es un crimen medicar a un niño»
Además del bullying, también tratáis casos de víctimas de violencia de género. ¿Qué consecuencias pueden generar estos escenarios para su crecimiento personal?
La familia es el primer agente socializador de un menor y el más determinante para su desarrollo y la formación de modelos y roles. Es evidente que si crecen en un entorno de violencia, este tipo de conductas marcarán su vida pensando que es una pauta válida para relacionarse.
Es importante recordar que la Organización Mundial de la Salud estima que un 3% de la población infantil sufre depresión y cada vez a edades más tempranas. Hay quienes apuestan por la medicación, pero para mí es un crimen medicar a un niño en vez de trabajar y enseñarle a superar los acontecimientos fortaleciendo, de este modo, su autoestima.
¿Qué proyectos van a desarrollarse a lo largo del próximo año?
El año pasado fue especialmente duro, porque hubo muchas trabas que no nos esperábamos encontrar. Por ello, no me gustaría pronosticar demasiados proyectos concretos que sonasen a promesa y luego no pudiésemos llevar a cabo. Lo que sí es seguro es que estaremos trabajando en talleres de educación emocional y en el programa de bullying.
El camino recorrido
Antes de emprender este proyecto, Teodora Milcheva Taneva había colaborado con diferentes agrupaciones municipales como la Asociación Municipal de Fibromialgia, la Asociación Municipal de Amas de Casa o la Asociación ASILA.
A raíz de varios casos con adolescentes se dio cuenta del vacío que había en esta materia y se puso a trabajar en la actual Asociación Brújula. Su premisa es clara: no dar soluciones hechas, sino orientar en la búsqueda de las mismas.