Entrevista > Fay Gallagher / Presidenta de Aborigen View (Sheffiled -Inglaterra-, 11-julio-87)
África es una joya a la que años de dominio colonial europeo, y sus ‘herederos’ regímenes corruptos, han desangrado, hasta convertirlo en el gran paradigma del mundo desigual que el desmoronamiento del actual sistema capitalista nos ha dejado como herencia. Pocos lugares en el mundo cuentan con los recursos naturales de África y, a la vez, pocos sitios sufren de forma tan sistemática la pobreza y todos los problemas que de ella se derivan.
Hambrunas, guerras, terrorismo, plagas, enfermedades… prácticamente todos los males imaginables se han cebado, de una forma u otra, con los países africanos. Cada cierto tiempo, algún nuevo desastre ocupa los titulares de los medios de comunicación occidentales durante algunos días para, inmediatamente, volver a caer en el olvido.
Por fortuna, existen asociaciones que no olvidan, como Aborigen View. Fundada y dirigida desde l’Alfàs del Pi, esta ONG, en marcha desde 2018, ha puesto el foco en la salud visual, una de las patas fundamentales sobre las que se asienta la formación, la principal arma con la que las sociedades pueden prosperar.
¿Qué es y a qué se dedica Aborigen View?
Es una asociación sin ánimo de lucro que se fundó el día 9 de enero de 2018, después de haber realizado varios viajes al Sáhara. Empezamos trabajando, sobre todo, en el ámbito de la salud visual y la cosa se nos fue desbordando. Cada vez que acudíamos al desierto nos esperaba más y más gente. Por ello, decidimos fundar una ONG para poder cubrir más proyectos y llegar a más gente.
Desde entonces, han expandido su actividad más allá del Sáhara.
Efectivamente. Después de poner en marcha la ONG, decidimos abrirnos puertas en Gambia, un país muy seguro y pequeño donde queríamos crear un proyecto a largo plazo. Allí estamos poniendo en marcha un centro asistencial, algo distinto al Sáhara, donde sólo hacíamos una o dos intervenciones anuales.
¿Cuál es la situación actual de ese centro?
Está abierto todo el año. Conseguimos una donación para montar un gabinete totalmente equipado. Además de llevar salud visual, allí hemos crecido un poco y abarcamos también cooperación al desarrollo.
Dedicamos un año entero a realizar un estudio para ver qué hace falta. Al final, es importante conocer las necesidades concretas de cada lugar. No puedes estar llevando gafas si la gente no tiene para comer.
¿Cuál fue el resultado de ese estudio?
Nos dimos cuenta de que lo que más falta hace en esa zona es formación en todos los aspectos. Desde cuestiones relacionadas con la salud, hasta cosas que tengan que ver con el emprendimiento como la mecánica, carpintería, agricultura…
En el fondo, son cuestiones que se retroalimentan ya que, como sucede en ocasiones en el primer mundo, supongo que una mala salud visual redunda también de manera negativa en el desarrollo formativo del individuo.
Exactamente. Todo está ligado. Seguimos teniendo la salud visual como nuestro proyecto emblemático porque, sin ella, un niño no puede ir al colegio o un artesano no puede trabajar.
Imagino que un centro como el de Gambia estará atendido principalmente por población local. ¿Cuánto duran sus estancias cuando realizan un viaje a ese lugar?
En este momento, tenemos gente local trabajando allí, pero todavía estamos en la fase de puesta en marcha y, por ello, cada mes y medio hacemos programas de dos semanas. Vamos a seguir así hasta que baje el volumen de trabajo y el centro pueda funcionar de forma más autónoma.
«Ahora mismo tenemos una intervención anual en el Sáhara, otra en Senegal y el centro de Gambia»
Con tanto trabajo en Gambia, ¿en qué situación se encuentra ahora mismo su proyecto en el Sáhara?
No hemos tenido la necesidad de rebajar nuestro compromiso allí. Seguimos haciendo una visita anual y hemos ampliado la actividad a Senegal. Allí trabajamos con varias asociaciones de mujeres. Así pues, ahora mismo tenemos una intervención anual en el Sáhara, otra en Senegal y, por supuesto, el centro de Gambia.
Centrándonos en el ámbito de la salud visual, ¿cuáles son las principales carencias con las que se encuentran?
Básicamente, son las mismas enfermedades que nos encontramos allí, pero mucho más pronunciadas y sin posibilidad de tratamiento. Aquí, si tienes una catarata, vas al médico y te la retiran. Allí, acaba en ceguera. Las pocas personas que tienen la posibilidad de operarse acaban incluso peor de lo que estaba, porque los hospitales son un desastre.
¿Existe algún tipo de choque cultural cuando viajan a ofrecer su ayuda?
En zonas como Gambia, donde ya estás llegando a la zona del África subsahariana, nos enfrentamos con muchos problemas porque la nula formación provoca que cueste mucho llegar a ellos, que entiendan la diferencia entre una gafa de lejos y otra de cerca, que los niños se pongan las gafas y no se la quiten por vergüenza…
También tenemos que hacer una gran labor para que entiendan qué es una gafa de sol y porqué es tan importante protegerse la vista. Allí, además, tenemos una cosa como la arena, que provoca graves abrasiones corneales.
«Muy pocas personas somos conscientes de la importancia de una gafa de sol»
Supongo que, incluso, muchos considerarán una gafa de sol como un producto de lujo o accesorio.
Así es. Igual que, en ocasiones, sucede aquí también. Muy pocas personas somos conscientes de la importancia de una gafa de sol en países soleados como son España, Gambia o buena parte de África. Son elementos que nos protegen de los rayos ultravioleta y evitamos problemas como las cataratas.
¿De qué manera se financian y desarrollan su actividad?
Tenemos bastantes empresas del pueblo que nos patrocinan y, la verdad, son una gran ayuda. También tenemos alguna entidad puntual como el Colegio de Ópticos y vamos haciendo eventos con el fin de recaudar fondos. Además, este año el cine solidario de l’Alfàs se destinará a Aborigen View.
«Lo que más necesitamos ahora mismo es gente que nos pueda dedicar tiempo y esfuerzo»
¿Existe alguna forma de colaborar con ustedes más allá del ámbito puramente económico?
Sí. El año pasado pusimos en marcha varias recogidas de gafas y otras materias con las que hemos podido llenar un container y ya lo hemos enviado. Nos hacen muchísima falta las gafas. Cuando decidimos cambiar de gafas, que cuestan un dinero, nos cuesta deshacernos de ellas y suelen acabar olvidadas en un cajón, pero pueden tener una segunda vida. Pero lo que más necesitamos ahora mismo es gente que nos pueda dedicar tiempo y esfuerzo.
Estreno del documental ‘Mira Gambia’
Lugar: Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi.
Fecha: 8/2/2020
Hora: 19:30 h
Precio entrada: 10 euros
www.aborigenview.org.