Entrevista > Jesús y Emilio Gallego / Ilustradores y creadores de conceptos y contenidos audiovisuales
Los hermano Gallego son naturales de San Isidro y, a pesar de haber residido en temporadas fuera por motivos de trabajo, allí tienen su estudio, donde llevan más de 20 años dedicados al mundo de la animación.
Apasionados del dibujo desde pequeños, estudiaron Ilustración en Murcia y desde entonces no han parado de trabajar en una industria que se forjaba en aquella época. Ambos hermanos nos cuentan su historia para los lectores de AQUÍ en la Vega Baja.
¿Cómo empezó vuestra andadura en la animación?
Desde pequeños nos ha gustado mucho dibujar y los comics. Ese era nuestro objetivo original, los comics. Asistíamos todos los años al salón del cómic de Barcelona. Allí presentábamos nuestro trabajo a las editoriales y, en una de esas ocasiones, una persona lo vio y nos comentó que nuestros dibujos eran óptimos para la animación.
Nos dijo que trabajaba en una empresa de animación de Madrid y preguntó si habíamos hecho animación. Dijimos que sí, pero apenas lo habíamos tocado. Aun así, fuimos a una entrevista en Madrid, nos explicaron lo que querían y empezamos. No fue algo buscado, estábamos centrados en el cómic y nos surgió la oportunidad.
«Nuestra primera serie, ‘Shuriken School’, se ha emitido en más de cien países»
¿Cuál fue vuestro primer proyecto?
En animación empezamos trabajando para internet haciendo flash, pero empezamos con los proyectos de dibujos animados cuando nos proponen ir a Madrid. Fuimos a trabajar a Zinkia, donde estaban haciendo ‘Pocoyó’, y creamos la serie ‘Shuriken School’.
Aquí se emitió en La 2, porque entonces no existía Clan, pero esta serie se ha emitido en más de 100 países como Francia, Alemania, Estados Unidos, casi por toda Sudamérica… y hasta hace dos o tres años seguían emitiéndola porque aun nos llegaban derechos de autor.
«Volvimos de Madrid porque no queríamos que nadie interviniera en nuestras ideas»
¿Cuándo decidís volver de Madrid y por qué?
Decidimos volver cuando se termina la primera temporada de ‘Shuriken School’. La serie que creamos con Zinkia se coproducía con Francia y en esa producción todo lo que podía ir mal fue mal.
Costó mucho hacerla, salían problemas, la relación España-Francia no era buena, y a pesar de ser los creadores no estábamos contentos con cómo quedaba la serie porque se alejaba de la idea original… Por un lado, fue una mala experiencia, pero nos enseñó un montón y nos curtió mucho profesionalmente.
Cuando terminó esa primera temporada nos propusieron hacer una segunda, pero dijimos que no queríamos participar en ella. Volvimos a San Isidro y empezamos a crear desde aquí. Aunque todos los contactos estuvieran en Madrid e hiciésemos viajes constantemente, queríamos crear sin que nadie interviniese en nuestro trabajo.
¿Cómo continuó vuestra carrera entonces?
Hicimos otra serie, ‘Fishbone Saga’, una serie de vikingos mezclada con el Señor de los Anillos y con Mazinger Z. Plasmamos la idea y personajes creando una biblia del proyecto y la presentamos a las productoras. Este proyecto también lo compró Zinkia y fue elegido entre más de cien proyectos, entre otras cosas, por lo bien presentado que estaba.
¿Qué es la biblia del proyecto?
La biblia es un documento que sirve para presentar la idea, porque hacer una serie en esa época suponía la inversión de unos siete millones de euros, 18 meses o más de trabajo y contratar un equipo de unas cien personas.
Para conseguir que alguien invierta dinero y tiempo en tu idea tienes que presentarles el proyecto lo más detallado posible.
¿Podéis contarnos, a grosso modo, el proceso de hacer una animación?
En nuestro caso, es un poco anárquico. Nos surge una idea, a veces una historia, a veces un personaje y, a raíz de ahí, empezamos a hablarlo entre los dos y a desarrollarla. Vamos apuntando ideas, haciendo bocetos… y ya cuando tenemos claro lo que queremos hacer llega la fase de reflejarlo todo en un documento como es la biblia o un dossier, dependiendo un poco de qué se trata: un corto, una serie, etc.
Una vez tenemos el dossier empezamos a desarrollar la idea y a hacer el guion. Normalmente contratamos a alguien para hacerlo, porque no es lo nuestro, pero siempre supervisando y ajustando el trabajo. Luego, llega el ‘storyboard’ que sí hacemos nosotros. Es algo que se nos da bien, porque se parece mucho al cómic. Son viñetas y, de hecho, muchas personas del mundo de cómic trabajan haciendo ‘storyboards’ para empresas de producción audiovisual.
Y ahora llega la fase de la producción, ¿verdad?
Así es, la primera fase, o preproducción, va desde que tienes la idea hasta que haces el ‘storyboad’. En esa fase, por así decirlo, los cambios son fáciles, pero ya una vez que acabas esto y te metes en fase de producción, necesitas gente que te ayude con la creación de los personajes, gente para los fondos, un montador que lo une todo…
Esta es la fase más larga en animación y la más complicada. Después de eso se empieza con la fase de postproducción, poner efectos si los hay, música, etc.
¿Cuánto tiempo lleva la creación de una temporada?
El tiempo depende de muchos factores, aunque en la actualidad se ha reducido mucho el tiempo de producción. Ahora las series no se hacen con tanto presupuesto y hay más herramientas para la animación.
Está todo mucho más pulido que cuando empezamos, los procesos son más rápidos. Por ejemplo, cuando hicimos ‘Shuriken School’ los ‘storyboards’ los hacíamos en papel, ahora los hacemos a ordenador y es mucho más rápido.
Alguien es su día estipuló unos 18 meses, pero no conocemos ningún proyecto que haya salido en ese tiempo, siempre se tarda más.
¿Cuál diríais que es vuestro proyecto más conocido?
‘Shuriken School’ en España, pero fuera la serie que se está emitiendo ahora, ‘Pirata y Capitano’. Esa serie aún no es la más conocida, pero puede que lo sea; la creamos con David Cantoya, uno de los creadores de ‘Pocoyó’, entre 2009-2012, y hasta 2015 no empezó a producirse.
La vendimos a una compañía francesa y ellos se han encargado de producirla. A pesar de que han cambiado cosas la han respetado mucho y ha quedado muy bien, estamos contentos con el resultado. En Francia está funcionando muy bien. La han puesto en Finlandia, Polonia, Alemania, Méjico… Ahora mismo, está en emisión y están empezando la segunda temporada. En España, de momento, sólo la han puesto en la TV3 de Cataluña.
¿Aparte de las series de dibujos habéis trabajado en otros proyectos?
Vamos a cumplir ya 20 años con nuestra empresa y hemos hecho casi de todo: cortos, ilustraciones, comics, spots de publicidad, como por ejemplo para Telfy… Siempre con animación o ilustración, de imagen real no hemos hecho nada de momento.
Nuestra labor principal es crear series para televisión, pero entre que creamos el concepto, se vende a la productora y finalmente sale, pueden pasar perfectamente cuatro o cinco años. Entonces claro, en ese tiempo hacemos otro tipo de trabajos para otras compañías, ‘storyboards’, personajes para otras series, etc. No es trabajo propio, pero es trabajo.
«Estamos terminando una serie para A Punt que va a tratar elementos de la cultura y tradición valencianas»
¿En qué trabajáis ahora mismo?
Estamos con la producción de una serie para A Punt, la televisión valenciana, que abrió una convocatoria para apoyar y coproducir series que se crearan en la Comunidad Valenciana.
Querían una serie infantil e iban a valorar que se desarrollara en Valencia y presentara elementos de la cultura valenciana. Presentamos un proyecto de serie que finalmente fue escogido.
¿En qué consiste ese proyecto?
Básicamente, consiste en que una familia de la Atlántida, el continente perdido que se hundió, viene a vivir a un pueblo valenciano de la costa. Entonces, se produce un impacto cultural, la familia conoce la paella, la horchata… van conociendo nuestros productos y cultura de forma muy loca, porque ellos tienen una forma particular de ver las cosas.
Por ejemplo, ellos ven las Fallas y quedan asombrados con su belleza, pero luego les desconcierta el hecho de que se quemen, no se lo explican y se proponen salvar las Fallas, así que usan sus aparatos tecnológicos atlantes para arreglar lo que ellos piensan que es un sacrilegio.
Hemos hecho una primera temporada con trece episodios en animación 2D en los que se trata la horchata, la paella, el aceite de oliva, el turrón, las fallas, las naranjas… un poco todo lo de aquí, pero siempre enfocado con mucho sentido del humor. Esperamos terminar la serie para el mes de marzo y se emitirá poco después.
«Para nosotros los cortos son como un trabajo más personal. Es como nuestra liberación de todo lo demás»
También os encontráis inmersos en la creación del corto ‘Good Night Spa’. ¿Qué nos podéis contar sobre él?
Para nosotros, los cortos son como un trabajo más personal, es como nuestra liberación de todo lo demás y teníamos muchas ganas de trabajar con gente de esta zona, sobretodo de la Vega Baja y de Alicante. Tras enviar la idea y el guion, conseguimos una subvención del Instituto Valenciano de Cultura para hacerlo y comenzamos.
«Nos hemos rodeado de otros profesionales de la Vega Baja y Alicante para producir nuestro corto ‘Good Night Spa’»
Es el corto más grande que hemos hecho hasta ahora. Hemos contado con Roberto Aliaga, escritor de libros infantiles que ha hecho su primer guion para audiovisuales; con Manuel Ferri y Pedro López, también animadores de Stop Motion; hay una parte de imagen real en el corto que hemos grabado con Fran Gas; Miguel Herrero se encarga de la producción ejecutiva, Paco Mora de la música… Todo talento de la zona.
¿Qué historia cuenta este corto?
La historia consiste básicamente en que las almohadas sobre las que todos dormimos recogen nuestros sueños y cuando se hace de día, mágicamente se van a un balneario de almohadas, allí se relajan y descargan los sueños que han recogido para volver a ser confortables para la noche, son como tus confidentes.
‘Good Night Spa’ cuenta la historia de una almohada que es la primera vez que se utiliza y va por primera vez a ese balneario. Allí descarga los sueños que ha almacenado y que pertenecen a un niño. Entonces se descubre la historia familiar de este niño y su madre.
¿Cómo veis el futuro de la animación en España?
Muy bien, ahora está en un momento muy bueno. Hay muchas escuelas de animación. De hecho, donde nosotros estudiamos, en Murcia, ya están impartiendo un ciclo de animación y hay muchos estudios trabajando.
También tenemos ahora un boom de contenidos por parte tanto de televisiones como de plataformas digitales tipo Netflix. Todos buscan contenidos y nos han llegado varias propuestas para enviarles trabajos. Antes tenías que ir tú a vender los proyectos y ahora es al revés, solicitan y buscan ellos nuevos contenidos.
«Hacer una película es lo único que nos queda por hacer en animación»
¿Cuáles serán vuestros próximos proyectos?
Nuestra carrera y propósitos se encaminan a hacer series; así que nuevas series, sobre todo. Tenemos proyectos de series que queremos concretar en biblias y también series que ya están en el mercado y están buscando financiación. Si sale alguna, tal vez nos llamen para entrar en producción, pero como tardan años no podemos prever cual va a ser realmente nuestro próximo proyecto.
También estamos valorando hacer una película, es algo que nos gustaría probar porque es el único sector donde no nos hemos metido, una de las cosas que nos quedan por hacer.