Era una mañana de septiembre de 1936. La Guerra Civil había estallado dos meses atrás, y la ciudad de Alicante había quedado encuadrada en el bando republicano. El gobierno alemán de Adolf Hitler ya estaba en conversaciones con Francisco Franco y los demás militares golpistas para proporcionarles ayuda bélica. Así que entonces… ¿qué hacía un barco nazi llegando pacíficamente al puerto de Alicante?
Para explicar este aparente contrasentido debemos de tener claro algo, nos encontramos aún muy al principio de la guerra. De momento se trata de un conflicto meramente interno de España (al menos oficialmente), y el resto del mundo tan solo nos observa.
El Pacto de no intervención
En agosto de 1936 se reunieron 27 países europeos para firmar un ‘Pacto internacional de no intervención en la Guerra Civil española’, a propuesta de Francia y con el apoyo de Reino Unido. A pesar de que estos dos países eran democracias no tenían ninguna intención de socorrer a la República española (tampoco estaban del todo claros todavía los fines dictatoriales de los golpistas), pero no querían bajo ningún concepto que la Alemania nazi o la Italia fascista intervinieran con el fin de instaurar otro régimen totalitario similar en suelo español.
Así pues, las diplomacias francesa y británica lograron este (aparentemente) gran éxito con la firma del ‘Pacto de no intervención’ que fue secundado también por Hitler y Mussolini. Incluso la Unión Soviética de Stalin se adhirió al mismo.
En dicho pacto varios países acordaban además repartirse las labores de vigilancia de las costas españolas, para asegurarse que ninguno de los firmantes ‘olvidara’ sus obligaciones firmadas. Así pues barcos británicos y franceses patrullaban por el litoral nacional, mientras que los alemanes e italianos vigilaban las zonas costeras republicanas.
Varios alicantinos acudieron al muelle para recibir a los soldados alemanes con el puño en alto
Los alemanes llegan a Alicante
La vigilancia de la costa comprendida entre Valencia y Almería correspondió a Alemania, por tanto durante estos primeros compases de la guerra fue muy habitual ver navegar barcos de la Kriegsmarine (armada naval nazi) cerca de Alicante.
Por aquel entonces Alemania seguía siendo oficialmente un país neutral, por lo que las tropas republicanas tenían órdenes de no abrir fuego contra sus barcos. Ocurrió, este día de septiembre, que varios oficiales alemanes quisieron tomar tierra para hacer una ronda de reconocimiento y comprobar que efectivamente no había presencia de ayuda militar francesa, británica o soviética.
Como podemos ver en una de las fotos, se corrió la voz en Alicante de que iban a desembarcar unos soldados nazis y muchos alicantinos fueron a ‘recibirles’ con el puño en alto. Sin duda una de las estampas más curiosas que dejó para el recuerdo aquella guerra que duró casi tres años en nuestra ciudad.
Puño en alto
Este gesto de los alicantinos asistentes hacia los soldados alemanes puede ser visto quizás como una provocación, y a buen seguro que algunos de los que acudieron al muelle efectivamente solo pretendían burlarse de unos nazis que por motivos obvios para nada estaban acostumbrados a estas muestras de desprecio en Alemania.
Sin embargo, también debemos recordar que en aquel momento la represión y los encarcelamientos sobre derechistas alicantinos estaban aumentando cada vez más, por lo que para cualquier ciudadano se antojaba muy recomendable mostrarse en público lo más ‘de izquierdas’ posible.
Los alemanes aprovecharon para hacer turismo, y visitaron también el Palmeral de Elche
Una farsa
Por lo poco que sabemos de esta visita, los soldados alemanes no parece que pasaran un día demasiado desagradable. De hecho aprovecharon el desembarco para hacer turismo por la zona. En la otra única foto que disponemos de ellos, aparecen visitando el Palmeral de Elche.
Apenas dos meses después Hitler ordenó un bombardeo aéreo sobre Alicante que duró más de siete horas
Realmente estas rondas de vigilancia fueron más bien protocolarias, pues como comentábamos al principio Hitler en ningún momento tuvo la más mínima intención de respetar el ‘Pacto de No Intervención’. De hecho, apenas dos meses después varios aviones nazis aparecieron sobre el cielo de Alicante para bombardear la ciudad durante más de siete horas seguidas, en uno de los ataques más duros de la Guerra Civil.
Dicho bombardeo fue eso sí clandestino, los aviones oficialmente eran españoles y estaban a las órdenes de Franco. Igual ocurrió en el famoso de Guernica. De hecho Alemania nunca declaró oficialmente la guerra a la República española; a pesar de que envió unos 15.000 efectivos, 600 aviones y 200 tanques a España para destruirla.