Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que el golf –como ocurría y ocurre con otros muchos deportes– era percibido como una actividad elitista al alcance únicamente de unos pocos bolsillos afortunados. Los éxitos internacionales de campeones como Severiano Ballesteros, Chema Olazabal, José María Jiménez, Rafa Cabrera-Bello, Sergio García y ahora Jon Rham, sirvieron para popularizar un deporte que vive uno de sus mejores momentos en nuestro país.
La Costa Blanca, rincón idílico no sólo por su benigno clima casi garantizado, se ha convertido en uno de los mejores destinos golfísticos del mundo. Más de dos decenas de campos de golf se reparten por una provincia que, además, ofrece a sus practicantes algo que no siempre es fácil de encontrar en otros destinos: una enorme y variada oferta complementaria de la más alta calidad.
La Costa Blanca, con sus 17º de temperatura media anual, ha sabido dar respuesta a todas las exigencias del turismo de golf. Empezando por los propios campos, con una oferta apta para todos los niveles de practicantes, hasta una oferta hotelera, cultural, gastronómica y de ocio que garantiza una experiencia vacacional inigualable.
La Costa Blanca ha sabido dar respuesta a todas las exigencias del turismo de golf
Campos diseñados por campeones
Es evidente que uno de los principales factores que atraen a la provincia de Alicante a practicantes del golf de los cinco continentes es la calidad de sus campos. Son 24 los que se reparten a lo largo y ancho de la Costa Blanca. Cada uno de ellos, con su propio nivel de dificultad para hacer las delicias de los más avanzados practicantes y de aquellos que comienzan su andadura en este deporte.
Campeones como Ballesteros, Olazabal o Nicklaus han diseñado algunos de los campos de la provincia
Campeones legendarios como el añorado Severiano Ballesteros, Chema Olazabal o el mítico Jack Nicklaus –considerado por muchos como el mejor golfista de la historia– han puesto su firma en el diseño de algunos de los campos de referencia de la provincia.
Todo un reto para los amantes de un deporte que, gracias a su sistema de puntuación por hándicap permite a jugadores con mayor o menor experiencia no sólo enfrentarse entre ellos de forma justa sino, además, medir su propio nivel con el de sus referentes profesionales.
Hoyos bien conectados
En cualquier caso, a nadie se le puede escapar que para que la apuesta turística por el gof –o cualquier otro sector– sea un éxito, sus practicantes deben tener la oportunidad de llegar de manera cómoda y eficiente a su destino, y eso es algo en lo que la Costa Blanca destaca por su enorme cantidad de conexiones aéreas con toda Europa.
Desde el Aeropuerto de Alicante-Elx países como Reino Unido, Noruega, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y, en definitiva, la práctica totalidad de los 27 que forman la Unión Europea están, literalmente, a sólo un par de horas de distancia. Ello, unido a una oferta de transporte a los distintos resorts golfísticos de la provincia de altísima calidad, convierte a la Costa Blanca en un destino de primerísimo nivel.
Muchos de los campos se encuentran ubicados en complejos hoteleros de gran nivel
Invierno, temporada alta
Todo ello, unido a la garantía de un clima idóneo para la práctica de este deporte, hacen de la provincia de Alicante un auténtico paraíso del golf en los meses de invierno, temporada alta para esta zona en lo que a golf se refiere.
La mayoría de estos campos, además, forman parte de excelentes complejos hoteleros que permiten a los visitantes ahorrarse desplazamientos innecesarios para disfrutar de su pasión. En la Costa Blanca, levantarse por la mañana, desayunar y realizar el primer drive del día es cuestión de unos pocos metros.
Además, la situación geográfica de estos campos, repartidos por todos los rincones de la provincia, garantizan que todos los amantes del golf encuentren un entorno acorde a sus gustos y demandas.
Costa e interior
Es cierto que, en una provincia que ha hecho del mar Mediterráneo su principal seña de identidad, la mayoría de los 24 campos de golf repartidos por Alicante siguen la línea de costa. Pocas cosas puede haber más placenteras que disfrutar de un recorrido de 18 hoyos teniendo el azul del mar como telón de fondo en todo momento.
Pero para los amantes del paisaje mediterráneo de interior, La Sella, El Plantío, Alenda, Esquelite, Bonalba, Font del Llop o Puig Campana, entre otros, son una opción inmejorable gracias a su ubicación en el interior de la provincia, un tesoro muchas veces desconocido por gran parte de los millones de turistas que visitan anualmente la Costa Blanca.
Variedad concentrada
Como ya se ha dicho, muchos de estos campos se encuentran ubicados en complejos hoteleros que hacen las delicias de los visitantes de corta duración, permitiéndoles aprovechar al máximo sus días de golf en la Costa Blanca. Pero, a la vez, el reparto geográfico de estas instalaciones permite, a aquellos que deciden alargar su estancia, disfrutar de una gran variedad de campos en un espacio muy reducido.
Dividida geográficamente en tres zonas (norte, centro y sur), cada una de ellas ofrece, en apenas media hora de coche, un importante abanico de posibilidades. Así, en la zona norte, un aficionado sólo necesitará 30 minutos para viajar entre cualquiera de sus siete campos: La Sella (Dénia); Club de Golf Jávea (Jávea); Golf Ifach (Benissa); Don Cayo (Altea); Villaitana y Las Rejas (Benidorm) y Puig Campana (Finestrat).
Lo mismo ocurre en la zona centro, donde con media hora de viaje el golfista puede unir los seis campos que concentra: Esquélite (Villena); Bonalba Golf Resort (Mutxamel); Alenda y Font del Llop (Monforte del Cid); El Plantío (Elx) y Alicante Golf (Alicante).
En la zona meridional de la Costa Blanca se ubican un total de nueve campos de golf que, de nuevo, están separados por apenas 30 minutos entre sus dos puntos más distantes. En este caso, contamos con Lo Romero (Pilar de la Horadada); Las Colinas y Real Club de Golf de Campoamor (Orihuela Costa); Villamartín, Vistabella y Las Ramblas (Orihuela); La Finca (Algorfa); La Marquesa (Rojales) y la Escuela de Golf de Elche (Elche).