Algunos la consideran una rama fundamental de la medicina, mientras que otros piensan que no es más que una pseudociencia engañosa que nunca ha sido demostrada. Lo curioso es que en ambas opiniones hay muchos profesionales médicos, farmacéuticos o veterinarios.
La homeopatía surgió a finales del siglo XVIII, impulsada por el médico alemán Samuel Hahnemann. Su doctrina era que “lo similar cura lo similar”, y bajo este punto de vista dictaminó que podía tratar enfermedades practicando diluciones sucesivas. Esto significa diluir en alcohol o agua destilada un remedio o una sustancia de la naturaleza, para luego agitarlo en una técnica denominada sucusión.
Supuestamente este proceso produciría unos medicamentos que conservarían sus propiedades curativas, y a su vez causarían menos efectos secundarios en los pacientes. Sin embargo, más de 100 años después, según gran parte de la comunidad científica la homeopatía sigue sin arrojar resultados reales que demuestren realmente que sirve para algo.
«La homeopatía se basa en diluir principios activos o sustancias naturales. Aparentemente esto no tiene sentido» F. Carballo (médico escéptico)
Los escépticos
“La verdad es que yo no le encuentro ningún sentido. ¿Qué lógica tiene diluir un principio activo que está probado que cura? Además uno de los aspectos fundamentales en el proceso de un medicamento para ser demostrado es que tiene la dosis justa. Sin embargo, en la homeopatía, rebajan las dosis a su libre albedrío. A veces incluso cogen sustancias naturales que poco tienen que ver con la medicina” nos comenta Fernando Carballo, expresidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) y catedrático especialista digestivo.
Los llamados ‘escépticos’ se apoyan en que no hay ninguna evidencia científica, ni investigación rigurosa, que realmente demuestre que la homeopatía cure. De hecho la mayoría de los remedios homeopáticos se realizan a partir de la disolución de dosis tan ínfimas como pueda ser un mililitro de la sustancia activa, y ésta a su vez suele ser disuelta muchas veces más (10, 30, 200…) para mitigar aún más sus efectos. Por tanto, se puede acabar reduciendo a una millonésima parte del ‘medicamento’ final, lo cual los críticos aseguran que en la práctica es como estar ingiriendo agua.
«Los médicos tenemos la obligación de prescribir solo medicamentos científicamente probados» F. Carballo (médico escéptico)
“Por supuesto que en la homeopatía existe el efecto placebo. Nunca te va a curar un cáncer o una enfermedad seria, pero si puede hacerte sentirte mejor en un momento dado. Esto nos ocurre con todo. Si bebemos agua pensando que estamos ingiriendo café, seguramente nos cueste más dormir por la noche. Ésta es la naturaleza humana, somos así” nos explica el doctor Carballo.
Los homeópatas
Por otra parte, los doctores homeópatas defienden la efectividad real de estos remedios. “Yo también me considero un escéptico, precisamente por eso estoy siempre abierto a nuevos descubrimientos y terapias alternativas. Vivimos una campaña constante de desprestigio contra la homeopatía cuando sí existen estudios publicados en revistas científicas que avalan sus resultados, e incluso está reconocida por la Organización Mundial de Salud” nos asegura Gonzalo Fernández, portavoz de la Asamblea Nacional de Homeopatía.
En palabras del doctor Fernández, aquello que motiva sobre todo a los médicos homeópatas es contar con un campo de visión más completo que el de la medicina tradicional. “Nosotros también somos médicos de carrera. Lo que pasa es que no solo recetamos medicamentos convencionales, sino que además estamos abiertos a los homeopáticos. Yo creo que siempre será mejor hablar dos idiomas que uno solo, ¿no?” nos argumenta.
Según los datos que nos facilita la citada Asamblea, en el mundo habrían actualmente unos 300.000 médicos homeópatas y más de 400 millones de personas estarían utilizando estos remedios.
Situación legal
El estatus de la homeopatía también es un asunto de constante debate entre los círculos científicos y políticos. Ocurre la extraña situación de que algunos países europeos consideran a los remedios homeopáticos como medicamentos e incluso son financiados por la Seguridad Social, mientras que en otros no.
Por ejemplo, los sistemas sanitarios de Alemania o Suiza sí financian la homeopatía. Igualmente Francia siempre se ha considerado como un ‘paraíso de la homeopatía’, sin embargo recientemente el gobierno de Emmanuel Macron anunció que los homeopáticos saldrán de la financiación sanitaria a partir de 2021.
España relajó sus exigencias científicas a los productos homeopáticos para considerarlos ‘medicamentos’ a partir de 1994, adaptándose a las directivas europeas y ante la denuncia que la industria homeopática amenazaba con interponer contra el gobierno, por considerar vulnerado su derecho a la libre competencia.
Sin embargo, el sistema sanitario español no financia ningún remedio de homeopatía. Esto significa que los españoles pueden comprarlos sin receta en farmacias, y que cada farmacéutico decide si quiere ponerlos a la venta o no.
2.000 productos en el mercado
El gobierno actual de Pedro Sánchez ha mostrado algunas intenciones de limitar la homeopatía. El eurodiputado socialista José Blanco incluso llegó a cuestionar a la Comisión Europea si cabría la posibilidad de modificar la normativa para que estos remedios dejasen de considerarse medicamentos, a lo cual fue contestado negativamente por el comisario europeo de Sanidad.
A finales de 2018 la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) exigió que todos los productos homeopáticos existentes en el mercado español debían pasar una serie de comprobaciones científicas. Se registraron más de 2.000 solicitudes, y de momento la Agencia ya ha retirado 66 productos mientras que el resto continúan comercializándose a la espera de que la AEMPS termine este macroestudio, que no está programado que finalice hasta 2021.
Entre estas 2.000 solicitudes, solo doce productos homeopáticos se presentaron para las pruebas de utilidad terapéutica. Esto significa que todos los demás (en caso de ser validados por la AEMPS) serán vendidos como ‘medicamento homeopático sin indicaciones terapéuticas aprobadas’.
“No entendemos esta hostilidad del gobierno español hacia la homeopatía, cuando en Europa la tendencia es justo la contraria. Son capaces de gastarse un millón de euros para una campaña de desprestigio, como si no hubiera problemas reales en la Sanidad española donde invertir este dinero. Nos estamos aislando de Europa” nos argumenta el doctor Gonzalo Fernández.
“Las industrias farmacéuticas que fabrican los medicamentos convencionales suelen ser las mismas que hacen los productos homeopáticos, así que siempre presionan a las administraciones. Además esto produce muchos impuestos, que son muy bienvenidos por los gobiernos. Aún así, a mí personalmente no me importa que se vendan si pasan los controles sanitarios pertinentes para demostrar que no son nocivos, pero no deberían llamarse medicamentos cuando no han demostrado que curen” opina el doctor Fernando Carballo.
«La homeopatía no es sustitutivo de la medicina tradicional, sino un complemento» G. Fernández (médico homeópata)
Falsos sustitutivos
De hecho algunos médicos de los considerados ´escépticos` opinan que los productos homeopáticos deberían estar directamente prohibidos, aduciendo que aunque no sean nocivos suponen un peligro de salud pública al incitar a no usar la medicina convencional.
“Si los vendemos como medicamentos que curan estamos poniendo a la gente en peligro. Tarde o temprano ocurre que algún pseudomédico se aprovecha de una familia, que a lo mejor está desesperada y se agarra a un clavo ardiendo, para que abandonen un tratamiento realmente efectivo por un remedio sin resultados probados. Esto es intolerable” nos indica el doctor Carballo.
Desde el bando de la homeopatía, el doctor Gonzalo Fernández coincide con su colega en este último punto. “Ningún médico homeópata puede decir a un paciente que deje un medicamento convencional que necesita para tratar su enfermedad. La homeopatía no se inventó para eso. De hecho nosotros también recetamos medicamentos convencionales cuando es preciso” nos asegura.
«Los medicamentos homeopáticos tienen muchos menos efectos secundarios» G. Fernández (médico homeópata)
Efectos secundarios
Según el punto de vista del médico homeópata, el valor de este tipo de tratamientos radica sobre todo en evitar los efectos secundarios. “Hay personas, especialmente los mayores, que toman hasta diez medicamentos a la vez. Algunos incluso son para proteger de los efectos de otros. Esto es del todo irracional. Nosotros simplemente queremos evitar esta sobremedicación. Porque resulta que los efectos secundarios son una de las principales causas de muerte en el mundo. Con tanto antibiótico las bacterias se están haciendo cada vez más resistentes” afirma.
De hecho algunos estudios apuntan a que los medicamentos mal recetados, o con excesivos efectos secundarios, serían una de las cuatro causas principales de mortalidad en la Unión Europea, por encima incluso de los accidentes de tráfico. Si bien también existe mucha discrepancia en la comunidad médica acerca de estos datos.
“La mayoría de mis pacientes buscan la homeopatía para dolencias como problemas de vías respiratoria, depresiones, insomnios, lesiones musculares, etc. Aunque toda la variedad de afecciones pueden ser ayudadas con homeopatía” nos indica el doctor Fernández.
Ambigüedad de los tratamientos
Curiosamente dentro de la propia homeopatía también encontramos bastante disparidad respecto a los métodos. No es infrecuente que un especialista homeópata recomiende un tratamiento para una dolencia, mientras que otro aconseje este mismo producto para otra totalmente distinta.
Incluso existen en el mercado algunos supuestos ‘medicamentos homeopáticos’ que rallan el absurdo. Quizás el ejemplo más llamativo sea el de un fármaco realizado mediante una disolución de restos del muro de Berlín. Supuestamente sirve para tratar hasta 30 patologías según la web del homeópata alemán Edzard Ernst, entre las que se incluyen cosas tan dispares como el insomnio, las úlceras, la opresión política, la culpabilidad o hasta las posesiones demoniacas.
“Cuando salimos de la ciencia, entramos en un terreno donde todo vale y cualquier locura es posible. Por eso los médicos no podemos basarnos en opiniones personales, si todos lo hiciéramos la medicina sería un cachondeo. Solo debemos recetar medicamentos que estén científicamente demostrados” nos afirma el doctor Fernando Carballo.
El doctor Gonzalo Fernández achaca esta situación a la excesiva presencia de intrusismo laboral dentro de la homeopatía, debido a la persecución política que ésta sufre. “Si queremos evitar que cualquiera se pueda colgar un cartel de homeópata en su puerta, tenemos que impulsar más regulación. Yo antes dirigía un máster homeopático especializado en la Universidad de Barcelona que funcionaba muy bien, pero fue eliminado por decisión política. Si eliminamos la formación académica, luego ocurren estas cosas” argumenta.
De hecho varias universidades españolas más han eliminado cursos y másteres similares durante los últimos años. El abogado escéptico Fernando Frías llegó incluso a publicar una llamada ‘Lista de la vergüenza’, apoyada por parte de la comunidad médica española, denunciando aquellos centros universitarios donde se imparten clases de lo que él considera “pseudociencias”.
Aparte de algunos médicos, también hay veterinarios que practican la homeopatía
Un debate sin fin
En definitiva, el debate prosigue en los círculos médicos. A pesar de que millones de personas en el mundo la consumen, y que son multitud los profesionales (médicos, farmacéuticos y veterinarios) los que la ejercen, todavía continúa estando muy cuestionada por gran parte de la comunidad científica.
“Algunos nos tratan como si fuéramos brujos. Por supuesto que existen las pseudociencias y los falsos curanderos, pero nosotros somos profesionales de carrera” sentencia el doctor Gonzalo Fernández.
“Los médicos tenemos que basarnos solo en la demostración científica. La homeopatía entra dentro de la categoría de recursos terapéuticos no validados. Esto no tiene que ofender a nadie, simplemente significa que no han conseguido superar las pruebas correspondientes para demostrar que cura” dictamina el doctor Fernando Carballo.