El alcalde y Juez de Aguas de Guardamar, José Luis Sáez, el concejal de Agricultura, Jesús Tenza, y el director general del Agua, Manuel Aldeguer, han presidido la reunión informativa y consultiva donde los representantes de los 17 Juzgados de Aguas y Sindicatos de Riegos de la Huerta Tradicional de la Vega Baja, han recibido información y opinado sobre el plan inicial de infraestructuras hidráulicas que pretende ejecutar en la comarca el Gobierno Valenciano, en colaboración con la administración central, tras los episodios de lluvias e inundaciones.
Los regantes apoyaron en principio las medidas planteadas por Manuel Aldeguer y los técnicos de la conselleria de Agricultura, Cambio Climático Medio Ambiente y Desarrollo Rural. Presentes en el acto que tuvo lugar en el salón de pleno del Ayuntamiento de Guardamar. Pese a ello advirtieron que se precisa de una actuación conjunta con la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que debe beneficiar y mejorar las infraestructuras de riego de la huerta «vitales» para reducir los efectos de las inundaciones, y que los costes de su mantenimiento no deben correr únicamente a costa de los regantes ya que “el beneficio es para todos”.
Los responsables del Gobierno valenciano dijeron en su exposición que se trata de una problemática a resolver «muy compleja» cuya solución debe contemplar diversas áreas: Técnica, social, mediombiental, agrícola, de organización del territorio, municipal, administrativa, económica y financiera. Todo ello teniendo en cuenta además las competencias de las distintas administraciones donde, el dominio público hidráulico depende de Estado; el suelo urbano, cauces de río y ramblas en suelo urbano, encauzamientos y aguas pluviales, depende de ayuntamientos, diputación y Generalitat, y que las canalizaciones privadas (azarbes y acequias) son propiedad de las comunidades de regantes.
Consenso
José Luis Sáez destacó que se trata de un problema complejo el que hay que resolver «pero necesario que hay que afrontar todos juntos y de forma consensuada». Por ello instó a todas las partes implicadas a trabajar para que en el mínimo tiempo posible la Vega Baja afronte con las máximas garantías episodios de gota fría e inundaciones donde toda la comarca salga beneficiada, y en especial los agricultores de la huerta «garantes con sus sistemas de riego para que las actuaciones hidráulicas previstas tengan éxito».
En este sentido destacó que la huerta y sus agricultores
Los responsables y técnicos de la administración autonómica asistentes al encuentro dejaron claro que el plan de actuación y las soluciones que persiguen deben forma parte de un «plan global» entre las distintas administraciones y deben contar con un consenso general. Y plantearon por ello varios ejes de actuación fundamentales, y encaminados todos ellos a reducir y ralentizar la llegada de caudales a la comarca en situaciones extremas, así como para mejorar la capacidad de desagüe de la comarca. Entre ellos destacaron el control de caudales externos que llegan al llano fluvial de la comarca procedentes principalmente del río Chicamo-Rambla de Abanilla, y de la sierra de Crevillente, y corredores hidráulicos verdes a ambos márgenes del cauce del río Segura, y en los distintos azarbes que desembocan en el mar, concretamente aumentando la capacidad del propio cauce del Segura y también uniendo los distintos azarbes y ampliándolos. También se abordó el crear zonas de retención y almacenamiento de agua en el llano de la comarca, colocación de bombas de elevación y distribución de caudales; aplicar políticas efectivas de mantenimiento y limpieza de azarbes, y de la desembocadura del río Segura, y la reducción del efecto pantalla que producen infraestructuras públicas ( carreteras, autopistas etc )
Reseñar que los técnicos de la consellería dieron a conocer que el agua que inundó la comarca el pasado mes de septiembre procedía principalmente de la rotura del río en Almoradí con 18 hectómetros cúbicos (hm3), Rambla de Abanilla, 79 hm3 y sierra de Crevillente (3 hm3). Un impacto aminorando, apostillaron, gracias a la escasa aportación de caudales del Reguerón y del río Vinalopó .