El Documento del mes de marzo corresponde con el más antiguo conservado en el Archivo Municipal “Clara Campoamor”, el cual está incluido en un protocolo notarial de D. Bautista Mas de Candela y Sax, fechado en 1686 y se trata de una denuncia presentada por Antonia Planelles, viuda de Jaume Hernández, contra Alexandre Galipienso por la venta de una hora de agua de riego, cuyo contrato está incluido en este protocolo, firmado el 22 de marzo de 1686, ante el notario Antonio Agulló Botella.
Este pleito forma parte de varios protocolos notariales que aparecieron en el fondo documental de la Fábrica de Alfombras “Hijo de Augusto Mas”, depositado en el Archivo Municipal por sus propietarios en 1998, entre los que apareció documentación de otros notarios como Pascual LLopis, Vicente Bernabeu, Cayetano Aznar, Francisco de Lafuente o Juan Bautista Cerdán, de los siglos XVII y XVIII.
El documento escogido para este mes de marzo tiene la peculiaridad añadida de que está escrito en lengua castellana y valenciana, siendo uno de los pocos documentos en nuestra lengua vernácula. Este pleito fue presentado ante el baile de la villa de Crevillent -funcionario encargado de la administración de patrimonio del señor territorial, el duque de Cárdenas- y se incluyen las declaraciones del demandante y demandado, junto con el contrato de compraventa de una hora de agua de riego.
El objeto de la demanda es que Antonia Planelles acusa a Alexandre Galipienso de engañar a su marido (ya fallecido), en la compraventa de una hora de agua por la que le abonó tan sólo 9 libras, acusándolo del delito de estafa. Por su parte, el acusado, Alexandre Galipienso, alega que las horas de agua tenían un precio de venta entre 12 y 15 libras como precio máximo, por lo que no ha lugar a engaño alguno, solicitando no proceda la demanda y que la venta sea considerada válida.
Basta recordar que el agua para riego en este momento procedía de la Fuente Antigua o Font Antiga (popularmente conocida como Mina del Poble), mencionada ya por el geógrafo árabe Al-Himyari en el siglo XI, cuyo nacimiento está en el paraje del Castellar, al inicio de la Rambla, y fue hasta el último tercio del siglo XIX, la única agua disponible para el riego, el consumo humano y la economía agrícola.
Precisamente, la agricultura era la base de la economía y por tanto, el agua era un elemento valiosísimo para su desarrollo y la supervivencia, de ahí que sea elemento indispensable que ha acompañado siempre a la historia de Crevillent.
La Archivera Municipal, Bibiana Candela, declara que la lectura de este documento nos ofrece datos de carácter económico, social, jurídico e incluso, lingüístico de gran interés histórico del Crevillent de finales del siglo XVII, cuando nuestra localidad estaba en pleno proceso de recuperación demográfica tras la expulsión morisca y que dio lugar a su posterior repoblación.
Dada la dificultad de la escritura del documento, este está acompañado de su correspondiente transcripción, así como las imágenes digitalizadas, que se pueden visualizar en la web del Ayuntamiento, así como en el Facebook del Archivo. No obstante, los ciudadanos que deseen ver el documento original, pueden verlo en las dependencias del Archivo Municipal “Clara Campoamor”.