Entrevista > Josep Blasco Gozálvez y Laia Blasco Vila / Dueños de la Vila Muebles y Decoración
La Vega Baja vivió una catástrofe con la DANA el pasado mes de septiembre. El agua inundó casas, campos, coches y negocios, dejando afectados a miles de personas y planteando un gran reto para los propietarios: asumir las pérdidas y empezar de cero otra vez.
La Vila Muebles y Decoración, en la carretera de Dolores, se vio en esa tesitura. AQUÍ Medios de Comunicación ha hablado con sus dueños para que nos cuenten cómo hicieron frente a los graves daños ocasionados y como han conseguido resurgir.
¿Cómo recordáis aquellos fatídicos días?
Con mucha impotencia al ver la magnitud del desastre ocasionado por la DANA en nuestra tienda y en toda la comarca en general.
¿Qué consecuencias supuso la DANA para vuestra nave de Dolores?
Fue un desastre grandioso. Debido al daño que nos causó hemos tenido que hacer nueva obra en toda la planta baja del establecimiento, instalación de nuevas puertas, cristaleras de todos los escaparates con sus perfiles de aluminio, tabiquería, separadores de ambientes, parquet, etc. Además de todos los muebles de exposición y de clientes, oficinas, aseos, almacenes…
En resumen, la imagen de destrucción era como si hubiera pasado un tsunami.
«En la tienda entró más de un metro de agua»
¿Esperabais que el agua pudiese entrar a la tienda?
No, o como mucho pensábamos que serían unos centímetros, puesto que se habían colocado sacos de arena en todos los accesos y subimos los muebles a la parte más alta de la planta baja. Pero nunca esperábamos que pudiera llegar a entrar más de un metro de agua.
«En ningún momento pensamos en tirar la toalla»
¿Pensasteis en algún momento en tirar la toalla?
En ningún momento puesto que es nuestro negocio, del cual vivimos y además, hacía un año que habíamos tomado la decisión de la compra de la nave y estamos pagándola.
¿Perdisteis toda vuestra mercancía en exposición?
Así es, toda la planta baja se inundó completamente, dañando todo lo que había. Además, fueron siete u ocho días de inundación, que el agua se quedó estancada en la zona y al estar tanto tiempo lo estropeó todo.
«Nos quedamos con la solidaridad de toda la gente que nos ayudó»
¿Cuánto tiempo os supuso limpiar toda la tienda?
Sacar los muebles, cristales y todo lo estropeado a la calle fue rápido, ya que tuvimos la suerte de que contamos con muchos apoyos, Ayuntamiento, bomberos, voluntarios de La Caixa, del colegio Maristas de Alicante, los chicos de Pablo, vecinos, clientes y amigos. Era estremecedora la solidaridad y los ánimos que transmitían todas aquellas personas.
¿Qué fue lo más duro de aquellos días?
Lo más duro vino después, hasta que el Consorcio peritó los daños. Se hicieron interminables las jornadas de 8 a 21 horas en la tienda, vigilando para evitar robos de mercancías y con seguridad nocturna hasta que nos dieron el visto bueno para poder vaciar los escombros y poder instalar las nuevas cristaleras. Por fin pudimos cerrar la tienda y descansar un poco desde aquel fatídico 13 de septiembre.
No sólo invertisteis en recuperar vuestra nave, sino que quisisteis ayudar a otras empresas y familias afectadas por el mismo motivo que vosotros, la DANA. ¿De qué forma lo hicisteis?
Efectivamente, pensamos que había mucha gente que lo había perdido todo y estaba en una situación mucho más grave que la nuestra. Por lo que realizamos una donación al Ayuntamiento de Dolores para que pudiera repartirlo entre las personas más damnificadas de la villa.
La DANA sacó la cara más solidaria de muchas personas conmovidas por la catástrofe, ¿tuvisteis ayuda durante las tareas posteriores a la inundación?
Sí, muchísima gente vino a apoyarnos. Los primeros días tuvimos la suerte de contar con personas voluntarias que nos ayudaron con la limpieza y desescombro de la tienda. Después, con nuestros empleados, amigos y familiares. Y finalmente, los oficios que contratamos para la reforma de la tienda, que han sido todos de nuestro pueblo, con el fin de que estas inversiones repercutan en el resurgir de Dolores y, con ella, la Vega Baja del Segura.
¿Cómo fue el acto de reapertura de La Vila?
Fue un acto muy emotivo para nosotros que marca un antes y un después en nuestras vidas y que nunca podremos olvidar.
Estamos muy agradecidos a todas las personas que nos acompañaron en ese momento tan especial, al Párroco, al Alcalde de nuestro pueblo, a Dolores, clientes, familia, amigos, proveedores, etc.
¿Con qué os quedáis de aquellos días?
Con la solidaridad de toda la gente que se volcó con nosotros y ahora también con la gran acogida que está teniendo nuestra tienda LA VILA M&D desde la reapertura. Muchísimas gracias a todos.