Entrevista > Raúl Martínez / Taekwondista olímpico (Elche, 27-junio-1991)
Raúl Martínez vive los momentos más excitantes de su brillante carrera deportiva. Hace apenas dos meses certificó su presencia en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde defenderá a España sobre un tatami en la categoría de menos de 80 kilos. La clasificación olímpica corona una trayectoria brillante para la que estaba predestinado, ya que fue entrenado desde pequeño por sus padres, propietarios de un gimnasio en Elche.
Raúl, que se recupera actualmente de una lesión en el abductor derecho, viajará a Japón con la maleta llena de ilusión y ambición. Tras conquistar el oro en los pasados Juegos del Mediterráneo quiere más. Sabe que está ante una oportunidad histórica de entrar en la leyenda del deporte ilicitano y español.
Antes que nada, ¿cómo va de su lesión?
Bueno, ya estamos metidos en faena. Diciembre fue de infarto, ya que me clasifiqué para los Juegos a pesar de estar lesionado. Afortunadamente, no voy a tener que pasar por el quirófano.
Ahora toca trabajar para fortalecer los músculos complementarios a la zona del abductor y poco a poco iré entrando al tapiz con calma, posiblemente a partir de marzo. Al clasificarme de forma directa no tengo que pasar por un preolímpico y eso me da un poco más de tiempo para ponerme a punto.
Después de tanto estrés y forzar su cuerpo al límite, igual le viene bien parar para recuperar cuerpo y mente.
Eso es lo que pienso yo. A los competidores natos nos cuesta mucho dejar la competición, pero creo que este parón puede ser positivo. Han sido cuatro años durísimos y estoy seguro de que me vendrá bien para recuperarme en lo físico y, sobre todo, para aumentar el hambre por competir.
«Ahora no siento presión, sino ilusión, poder y confianza para lograr el objetivo»
España es una potencia en taekwondo, disciplina de la que siempre se esperan medallas. ¿Supone eso una presión para usted?
No. España está al primer nivel y es algo que se asume. Si me he clasificado entre los cinco primeros es porque ya estoy entre los mejores del mundo. Yo no veo presión, sino seguridad, poder y confianza para buscar la medalla.
¿Qué opciones reales tiene de subir al pódium?
Las mismas que los demás. Ya me he enfrentado en estos cuatro años a muchos de los rivales que estarán en Tokio y he ganado muchas veces y perdido en otras. Ya he ganado al actual campeón olímpico, por ejemplo. Los rivales son casi siempre los mismos. Se trata de hacer un buen planteamiento táctico, de que las lesiones nos respeten y de tener un poco de suerte en el momento clave.
Si pudiera hacerlo, ¿con qué medalla firmaría ahora mismo volver a España?
Ahora mismo solo firmaría volver con la de oro, sin duda. Hay que soñar a lo grande y en alto. Aunque es evidente que cualquiera de las otras dos medallas ya serían un éxito impresionante.
«Mi punto fuerte es que no se me notan los nervios o la debilidad»
En la calle es una persona educada y hasta tímida, pero ¿cómo es Raúl cuándo compite?
Soy una mezcla de todo. Mucha gente me dice que soy muy frío y que no se nota nunca si estoy nervioso. No aparento debilidad, temor o nervios. Me lo dicen incluso los rivales. Ese es mi punto fuerte.
También se comenta que es muy calculador. ¿Cómo puede hacerlo en un deporte de contacto y a tope de pulsaciones?
Es que, en nuestro deporte, aunque no lo parezca, hay que tener la cabeza muy fría. Es muy táctico. Hay momentos en los que toca jugar con el cronómetro y otros en los que no hay más que ir a la guerra. Lo importante es elegir bien en cada momento la estrategia que hay que seguir.
Me imagino que la clasificación para los Juegos compensa tantas horas de sacrificio, viajes y estar fuera de casa.
Por supuesto, es un sueño que tenía desde pequeño.
Sus padres, sus primeros entrenadores, estarán orgullosos.
Claro. Yo, como quién dice, nací en un tapiz. Mis padres llevan un gimnasio en Elche, Jayan, y la verdad es que lo tuve fácil. He hecho taekwondo toda la vida. Con cuatro años ya competía. Mis padres no eran de especializarnos en nada, sino de que aprendiéramos de todo. Mi padre estuvo más encima en lo táctico, pero de mi madre aprendí flexibilidad y muchas otras cosas.
¿Cuándo se dio cuenta de que estaba hecho para la alta competición?
Es un proceso, no hay un día concreto. Quizás, en 2005, cuando quedé campeón de España cadete precisamente en Alicante. Ese mismo año acudo con la Selección Española al campeonato de Europa y logro la medalla de bronce. Ahí puede ser que ganara la confianza necesaria para ir a por todas y tomármelo más en serio.
Dígame la verdad. ¿Cuántas veces ha pensado en que estará desfilando en Tokio al lado de los mejores deportistas del planeta?
Bastantes. Tengo claro que es algo para disfrutarlo, pero teniendo claro que a los tres días hay que darlo todo porque empieza la competición. Voy a poder asistir, si no pasa nada, a esa ceremonia en Tokio y estoy convencido de que va a ser una pasada. Japón querrá sorprender al mundo con algo original y espectacular y yo tendré la suerte de estar ahí.
¿Por qué España es una potencia en taekwondo?
Se trabaja muy bien desde hace años y es un deporte que va con nuestro carácter guerrero. Tenemos una garra que es nuestra seña de identidad. Hay países con más licencias y más población, pero nosotros tenemos ese algo especial que, por ejemplo, también tienen Rafa Nadal en tenis y Carolina Marín en bádminton. Ese espíritu de lucha es una de nuestras señas y nos da un plus. Nos gusta pelear y los retos.
Pocos escaparates mejor que unos Juegos para captar la atención de los aficionados y de los niños. ¿Se sienten un ejemplo?
Lo sé. Son unos días en que todo un país está pendiente de lo que hacen sus deportistas y en los que se acerca a través de la televisión a deportes que no conoce. Sabemos que el mundo nos mira y que si lo hacemos bien podemos ayudar a la promoción de nuestro deporte, como pasó por ejemplo durante los Juegos de Londres o Río.
«Soy mucho de mi ciudad y de la provincia y quiero que se sientan orgullosos de mi»
Lleva muchos años, desde 2008, viviendo en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid, lejos de casa. ¿No echa de menos su gente?
Claro, pero estar con los mejores te hace ser mejor. La competencia a nivel deportivo es buena. Me pasaba incluso con mi hermano, al que me motivaba mucho ganarle. Es ideal estar aquí, pero claro que echo de menos mi tierra.
Nací en Elche, he competido en Alicante y he estudiado medicina en San Juan. Soy muy de mi provincia, de la que siempre estoy presumiendo, y quiero que todos mis paisanos se sientan orgullosos de mí. Quiero que todo el mundo sepa que uno de los suyos va a darlo todo por dejar a su ciudad y a la provincia en lo más alto.