Nos acercamos a lo que –en principio– es el ecuador de este confinamiento al que nos ha obligado la crisis del Covid-19. Después de trece días encerrados en casa, es de esperar que la novedad e, incluso, la emoción por vivir una situación tan excepcional de paso a nuevas sensaciones y nuestro estado de ánimo vaya decayendo conforme pasen los días.
Por ello, es bueno que conozcamos, como ocurre en situaciones de duelo, las siete fases por las que necesariamente vamos a transitar en mayor o menor medida cada uno de nosotros. Como decimos, no todo el mundo se verá igualmente afectado por cada uno de estos estadios, pero sí es importante conocerlos para poder enfrentarnos a ellos con todos nuestros recursos.
Es bueno que conozcamos, como ocurre en situaciones de duelo, las siete fases por las que necesariamente vamos a transitar en mayor o menor medida cada uno de nosotros
La llamada y la negación
Tal y como explica el psicólogo Juanjo Saval, del Centro Terapéutico Espiral de Benidorm, la primera de las fases por las que ya hemos transitado es ‘la llamada’, ese instante en el que a través de los medios de comunicación comenzamos a familiarizarnos con un nuevo tipo de virus que se estaba propagando en un territorio tan remoto como China.
Tras ese primer momento, llegó el instante de la ‘negación’, una reacción muy lógica en la que, entre otros factores, debido a la distancia geográfica que nos separa de China, la mayoría nos instalamos en la creencia de que aquel problema no llegaría a afectarnos de forma directa y, por lo tanto, vivimos pensando que no era nuestro problema.
La rabia y el miedo
Como se ha podido comprobar, sobre todo en las redes sociales, durante estos días de confinamiento, la tercera fase de este proceso ha sido el de ‘la rabia’, cuando la mayoría se ha sentido enfadado en mayor o menor medida preguntándose por qué las autoridades competentes no tomaron las medidas antes de que la crisis escalara hasta el extremo que hoy vivimos.
Esa fase convive con la del ‘miedo’, cuando ante el incesante goteo de datos, y la falta de conocimiento que cualquiera de nosotros puede tener sobre el Covid-19, nos hace plantearnos qué será de nosotros y reaccionar de manera impulsiva, como hemos visto con la compra exagerada y masiva en supermercados de productos como el papel higiénico y otros que, como se ha comprobado ahora, en ningún momento corrieron riesgo de sufrir escasez.
Será ahora cuando comencemos a sentirnos tristes y a sentirnos vulnerables, algo completamente normal y que, por lo tanto, tenemos que aceptar que ocurrirá
Aceptación y travesía del desierto
El siguiente paso de este proceso, aquel en el que estamos entrando ahora, es el de la ‘aceptación y travesía del desierto’. Será ahora cuando comencemos a sentirnos tristes y a sentirnos vulnerables, algo completamente normal y que, por lo tanto, tenemos que aceptar que ocurrirá.
Ese quinto estado dará paso al penúltimo o de ‘nuevos hábitos y confianza’, que también hemos ido viendo aflorar en estos días. Se trata de la fase en la que somos plenamente conscientes de la situación y comenzamos a actuar en base a ella. Comenzamos a cuidarnos y a protegernos, surgen las iniciativas solidarias para ayudar a los demás, vemos una oportunidad de aprendizaje y nos apoyamos en mayor medida en el sentido del humor.
Todo ello, para que cuando afrontemos la séptima y última etapa, aquella en la que la crisis del coronavirus haya pasado, podamos hacer balance y darnos cuenta de que hemos aprendido y somos más fuertes que cuando todo empezó.