Las concejalías de Comercio y Seguridad del Ayuntamiento de Alicante, dirigidas por la edil Lidia López y José Ramón González, han anunciado que a partir del próximo jueves está prevista la apertura de los cuatro mercadillos de venta ambulante situados en Teulada, Carolinas, Babel y Benalúa, bajo estrictas medidas de seguridad.
La concejala de Comercio, Lidia López, ha destacado “la importancia de la apertura de los mercadillos para retomar su actividad bajo estrictas medidas de seguridad”, y pide que “se cumplan todas las medidas preventivas sanitarias y de distancias tanto a los clientes como a los vendedores para garantizar que podamos volver a la normalidad lo antes posible”.
La Policía Local de Alicante ha organizado un amplio dispositivo de control de accesos y vigilancia con quince agentes para proteger a los ciudadanos, y a su vez hacer cumplir el plan de seguridad establecido para su apertura y puesta en marcha en la fase de la desescalada, y va a poner carteles informativos con instrucciones de obligado cumplimiento.
En los mercadillos, se ha establecido que exclusivamente se ofrecerán productos alimentarios y de primera necesidad para la venta, y se ha previsto que en Benalúa se instalen 21 puestos cada semana, en Carolinas 10 vendedores, en Babel serán un total de 33 puesto los autorizados y el Teulada un total de 117 vendedores.
En los accesos se va a situar un dispensador de hidrogel de uso obligatorio antes de acceder al espacio de compra, y queda prohibido tocar los alimentos o productos por los clientes, que exclusivamente podrán ser manipulados por los vendedores, y las personas en espera deben guardar una distancia de 2 metros. Además los agentes recuerdan que todas las personas que presente síntomas compatibles con el COVID deberán guardar cuarentena en sus casas.
La Policía Local comprobará que los puestos de venta están separados por una vía de tránsito, y con una distancia mínima entre ellos de 6 metros, permitiendo una separación mínima de 2,5 metros entre los laterales.
El plan establece que los vendedores tienen que respetar entre sí una distancia mínima de 2 metros, y en caso de que las medidas del puesto no lo hagan posible, queda restringida la actividad a un solo vendedor.
Los vendedores harán uso siempre de guantes de protección y mascarilla, siguiendo las instrucciones y recomendaciones de higiene frente al COVID-19. Debe respetarse la distancia de 2 metros entre el puesto de venta y la clientela, y dicha distancia va a estar convenientemente señalizada.
El edil de Seguridad, José Ramón González, ha señalado que “es necesario cumplir estrictamente las medidas de seguridad, la policía va a controlar los accesos y se deberán utilizar las entradas y salidas establecidas, respetar los turnos y distancias, es recomendable el uso de las mascarillas y abandonar el recinto al finalizar la compra”.
Por su parte está establecido que cada puesto cuente con dispositivos para residuos, de acceso con pedal, y con bolsa que permitan su cierre estanco. Los puestos deben ser desinfectados y limpiados con frecuencia, teniendo en cuenta las superficies tocadas, y siguiendo las instrucciones de limpieza y desinfección dictadas para hacer frente a la pandemia COVID-19.