Entrevista > Jaume Llinares / Alcalde de Altea (Altea, 26-marzo-1957)
Altea es un pueblo singular. Así se ha vendido históricamente como destino turístico diferenciado dentro de la Costa Blanca y así, tal y como explica su alcalde, Jaume Llinares, ha podido hacer frente a estos dos difíciles meses de confinamiento a causa de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19.
Llinares y su equipo de gobierno han podido confrontar la situación con medidas sensiblemente distintas a las que han puesto en marcha sus municipios vecinos, y así lo explica en esta entrevista concedida a AQUÍ Medios de Comunicación.
«No creo que el verano esté perdido y pienso que lo podremos alargar y llegar hasta noviembre»
Permítame empezar por la pregunta que muchos, teniendo en cuenta que vivimos en una zona tan turística, se están haciendo. ¿El verano de 2020 está perdido?
No. Creemos que el verano se puede alargar y llegar hasta noviembre, pero es cierto que nuestra línea de tranquilidad y seguridad, que nos dio unas grandes cifras de ocupación extraordinarias el pasado año, va a ser difícil de conseguir. Espero que en lo que nos queda de verano podamos recuperar parte de ese terreno perdido.
A día de hoy, que está comenzando la desescalada, ¿cuál es la principal preocupación del alcalde de Altea?
Estoy compartiendo muchas de las preguntas que me trasladan mis vecinos y las comparto. La principal preocupación es la inseguridad y el temor a una recaída. La gente está muy contenta con la vuelta a la normalidad, pero hay un efecto que me preocupa que es el del pájaro enjaulado, que hace que a la gente le cueste salir de sus casas. Espero que eso no se produzca.
También existen muchas dudas y preocupación entre aquellas personas que tienen que estar cara al público. Se están dando muchas recomendaciones e indicaciones que van a ser difíciles de aplicar por la falta de costumbre y por el tipo de material que se va a necesitar.
Altea, como el resto de poblaciones de España, se ha tenido que plegar al mando único durante el estado de alarma. ¿Eso le ha dificultado la gestión en algunas áreas como la seguridad ciudadana?
Lo que el decreto marcaba era eso, pero la realidad es que las decisiones de la aplicación de las medidas a las que obligaban los distintos decretos se han tomado a nivel local. Es cierto que cuando ha habido diferencias o distintos criterios hemos tenido que pedir permiso a Madrid para aplicarlas, pero en el día a día hemos tomado las decisiones a nivel local.
Yo creo que no es bueno volver a una centralización de las decisiones a nivel nacional, ni que se aprovechen estas situaciones tan extrañas para que se cambien los niveles de decisiones que hasta ahora estábamos teniendo.
«Tenemos un departamento de Servicios Sociales bien montado y no hemos tenido que improvisar»
¿Cuáles han sido las principales medidas que ha tomado el ayuntamiento de Altea durante estas semanas de crisis sanitaria?
Tenemos un departamento de Servicios Sociales bien montado y dotado. Hemos tenido que dotarlo de recursos económicos extraordinarios y reforzarlo, pero no hemos tenido que improvisar. Desde hace mucho tiempo estábamos atendiendo las necesidades de la población con todas las medidas que esta situación extraordinaria nos obligan.
Por ejemplo, ya ayudábamos a las personas a pagar sus suministros de agua o electricidad. Lo que ha ocurrido ahora es que el número de familias que lo requieren se ha ampliado de forma grave. Sabemos que esto no ha terminado y que tenemos que continuar ese trabajo.
¿Cómo han podido organizar ese trabajo?
Los Servicios Sociales de Altea han continuado con la atención presencial que en la mayoría de poblaciones se cortó. Aquí, arriesgando su salud, los trabajadores han seguido atendiendo y eso es algo muy importante en una situación en la que la cercanía da mucha tranquilidad y seguridad.
¿Considera que el tejido comercial y empresarial de Altea está preparado para retomar la actividad y hacer frente a la crisis que está por venir?
Creo que nadie está preparado para hacer frente a esta crisis. Las incertidumbres son muy grandes. Los cambios son diarios y nos estamos adaptando a cada momento. Por ello, no creo que estemos preparados, pero confío muchísimo en nuestra fortaleza como sociedad y en la de nuestro tejido comercial y empresarial.
Somos un pueblo diferente. No tenemos grandes empresas, pero tenemos unos recursos que tienen detrás una cercanía con las personas que les facilita esta readaptación. No estamos preparados, pero tenemos los recursos y la fortaleza suficientes.
Usted gobierna en coalición, así que la pregunta es obligada. ¿Su gobierno sale de esta crisis más unido o más desunido?
Más unido. Estoy compartiendo esfuerzos en concejalías en las que no tenía tanta participación directa. Dos de ellas, como son seguridad ciudadana y servicios sociales, las llevan compañeros del PSOE. Esta situación nos ha obligado a tener más contacto. Un contacto que ya no es diario sino cada hora, y no ha habido ni una sola discrepancia. En la mayoría de decisiones que hemos tomado ha habido un consenso absoluto.
«La segunda fase del Frente Litoral es muy importante para el municipio, pero no es nuestra prioridad ahora»
Las obligadas modificaciones de partidas presupuestarias a las que nos ha llevado la actual situación, ¿hasta qué punto va a afectar a sus planes de inversión?
Se va a ver afectado en cuestiones importantes que teníamos ya prácticamente cerradas para poner en marcha. Estoy hablando de la segunda fase del Frente Litoral, que teníamos cerrado licitar a principios de este año y contábamos con empezar las obras ahora. Esta obra es muy importante para el municipio, pero no es nuestra prioridad ahora.
Sí hay otras muchas obras que hemos retomado, que se vieron paralizadas por el decreto de estado de alarma, para que cuando volvamos a la normalidad tengamos todas las infraestructuras necesarias para ello. Es una idea que tenemos muy clara: tenemos que seguir haciendo inversiones y creer que las administraciones locales vamos a ser uno de los principales motores de generación de empleo.