Alfaz destaca por su cultura polideportiva, aunque hay algunas disciplinas a las que les ha costado echar raíces. Fue el caso del balonmano, deporte casi marginal en una localidad donde el baloncesto, el atletismo y, cómo no, el fútbol, han reinado durante décadas.
Sin embargo, en los últimos tiempos el balonmano ha logrado ganarse un espacio gracias a la insistencia de Luis Ángel Parro, ex jugador profesional del Altea, actual entrenador del Benidorm B y presidente y fundador del Balonmano L’Alfás del Pi.
Luis Parro
Parro, vallisoletano de nacimiento, es historia viva del balonmano en la comarca. Jugó en el mejor Altea conocido, aquel que llegó a ser subcampeón de la Copa EHF. Más recientemente, el castellano formó parte de la plantilla del Benidorm que logró el ascenso a la Asobal.
La edad le hizo alejarse del centro de la pista, pero el balonmano siguió corriendo por sus venas. “Cuando amas tanto este deporte hay algo que te hace seguir unido a él. Como era de carácter caliente me saqué el título de entrenador y pensé en montar el club para poder trabajar con chavales”, explica.
Pasión por el balonmano
La pasión por su deporte y por Alfaz, localidad en la que vive, le llevaron a dar un paso casi contracultural. “El deporte rey era el baloncesto, que es el que tiene más tradición. Cuando presenté el proyecto al Ayuntamiento hice hincapié en que tenemos mucha población noruega. Y allí el deporte que manda es el balonmano, por lo que, potencialmente, había población para crecer”, recuerda.
El gran problema que se encontró Parro fue el de casi siempre: la pega o resina. Esa sustancia, que sirve para que el balón no resbale de las manos de los jugadores, le cierra al balonmano la puerta de muchas instalaciones por las quejas de otros deportistas y de los operarios de mantenimiento. “Tuve que explicar que en categorías inferiores está prohibida”, afirma.
“Aceptamos comenzar en pistas exteriores y en los patios de los colegios. Había que dar a conocer el balonmano a los niños y arrancar como fuera. De eso hace ya cuatro años”, relata el vallisoletano, quien presume que su proyecto de club, formado ahora por más de sesenta niños y niñas, comenzó “de cero”.
«La idea es ir creando equipos según crezcan los jugadores»
Crecer peldaño a peldaño
Parro no quiere ir deprisa. Por eso ha rechazo, de momento, la posibilidad de contar con un equipo sénior o juvenil. “Ahora tenemos cadetes, infantiles y alevines. La idea es ir creando equipos según vayan creciendo los jugadores. Es como ir poniendo los peldaños a una escalera”, explica el ex jugador, quien además de dirigir el club también es el entrenador de varios de sus equipos.
Admite que el reciente boom del Balonmano Benidorm, asentado en la Asobal y finalista de la pasada edición de la Copa del Rey, ha ayudado a expandir su deporte en la comarca, y confía en contar a medio plazo con nuevas instalaciones en Alfaz para “seguir creciendo”.
«Contar con chicos y chicas de Noruega nos ayudó a crecer» L. Parro
Equipo plurinacional
Una de las peculiaridades del Balonmano L’Alfás del Pi es su componente plurinacional, si bien la presencia de chicos escandinavos, que aceleran su integración a la comunidad gracias al deporte, también genera algún problema logístico. El cadete femenino, por ejemplo, está formado por mayoría de jugadoras noruegas, nacionalidad que también se repite en el masculino, aunque en menor número.
“La pega es la estacionalidad, ya que igual empiezas el año con 30, pero al final de la temporada se quedan 10. De todas formas, la tendencia es al alza”, valora Parro, a quien en este periodo de consolidación de la entidad no le importan tanto los resultados como que se adquiera cultura de balonmano en Alfaz.
Subsistencia
El club ha ido subsistiendo hasta ahora con las aportaciones de empresas y con las cuotas de los padres, pero 2020 es el primer año en el que ya existe un convenio con el Ayuntamiento. “Se porta bien con nosotros. Siempre es difícil atender a las necesidades de todos los clubes, pero no hay queja”, afirma Parro, quien se siente orgulloso de cómo manejan sus escasos recursos.
“Los monitores cobran al día y no debemos nada a nadie. Además, hemos tenido mucha suerte con los padres, que siempre están dispuestos a echar una mano”, recalca.
«Hay madres que están entrenando balonmano para conocer mejor el juego»
Implicación de los padres
Una de las características del Balonmano L’Alfás del Pi es, precisamente, la implicación de los padres, quienes colaboran en la organización de los desplazamientos. Su compromiso ha llegado a tal punto que varias madres están practicando por iniciativa propia balonmano y así poder entender mejor el juego. “Con estas cosas estamos haciendo cultura de balonmano y ayudándoles a entender las reglas”, explica el castellano, quien está convencido de que el polo de atracción del balonmano provincial ya se ha trasladado de forma definitiva del sur de la provincia a la zona de La Marina.
En poco tiempo, el balonmano se ha ido ganando su espacio en Alfaz y prueba de ello es que ya forma parte en los últimos años de los campus de verano. “Primero hicimos una experiencia piloto, con apenas 16 chicos y chicas. Y el año pasado ya contamos con 30”, destaca Parro, quien admite que cuando echa la vista atrás y observa lo conseguido en poco tiempo “no me puedo quejar”.
Mimar el crecimiento
Luis Parro asegura que con este proyecto no se hará millonario, “pero soy feliz”. Su espíritu competitivo lo controla con la dirección del equipo filial del Benidorm, que milita en Primera Nacional. Esa competitividad que lleva de serie, sin embargo, no la aprecia en muchos chavales a los que entrena hoy en día. “Es curioso, pero cuando perdemos un partido a veces me cabreo más yo que los chicos”, comenta entre risas.
En cuanto al futuro del club alfasino, Parro insiste en ir “despacio”. “Igual dentro de dos años tenemos un juvenil para dar salida a los cadetes. Pero no tenemos prisa”, reitera. La semilla del balonmano ya ha crecido en Alfaz. Ahora ya solo es cuestión de mimar su crecimiento.