Cuando Vicente Arques llegó a la alcaldía de l’Alfàs del Pi en 2007 jamás llegó a plantearse que en los primeros meses de su cuarto mandato le tocaría lidiar con la mayor crisis sanitaria que el mundo ha conocido en tiempos modernos. Al frente de un municipio multinacional y con una población envejecida, las cosas no pintaban bien a mediados del pasado mes de marzo cuando el Gobierno de España decretó el confinamiento de toda la población.
El Covid-19 se ha cebado especialmente –aunque no sólo– con las personas de edad avanzada, y eso convertía a un altísimo porcentaje de la población alfasina en grupo de alto riesgo. Han pasado ya más de dos meses desde el arranque de la crisis y, a falta de conocer los números finales, parece que l’Alfàs del Pi ha sabido hacer sus deberes.
Ahora la fase de emergencia sanitaria, aunque no está plenamente superada, parece estar dando paso a la de la preocupación económica. Desde el consistorio alfasino ya se han hecho los ajustes necesarios para que sus vecinos puedan solicitar las primeras ayudas y siguen trabajando en ese sentido para, como explica su primer edil, ser lo más rápidos y eficaces posible en estos momentos de necesidad.