Entrevista > Juan López Palao / Coordinador de Salvamento Marítimo en la Cruz Roja de Santa Pola
Cada año, con la llegada del verano, son muchas las familias que acuden a la playa a pasar el día y disfrutar del mar. Sin embargo, este año las medidas impuestas por el Gobierno ante la crisis de la Covid-19 están obligando a los ayuntamientos a tomar decisiones que garanticen el distanciamiento social y el control del aforo en las playas.
Se está iniciando una temporada atípica, y por ese motivo se tendrán que establecer nuevos comportamientos en el uso de estos espacios públicos. Es decir, que este verano darse un baño en el mar no va a ser como en ocasiones anteriores. Vamos a tener que someternos a unas estrictas normas de seguridad que se hacen necesarias para mantenernos firmes frente al coronavirus.
Para quienes también va a ser todo muy distinto es para los equipos de salvamento marítimo que, como siempre, estarán trabajando para garantizar nuestra seguridad.
¿Cómo habéis vivido la etapa del confinamiento?
Como sabes el equipo de salvamento marítimo trabaja durante todo el año. Al no haber prácticamente tráfico marítimo estuvimos ayudando a nuestros compañeros del área social a repartir comida, porque no daban abasto.
No imaginas la cantidad de gente que ha tenido que pedir comida para poder alimentar a sus familias ya que de la noche a la mañana se habían quedado sin ingresos. Mucha gente vive al día, y algo así desestabiliza tu vida por completo.
Han vuelto a aparecer las primeras pateras. ¿Cómo ha cambiado vuestro protocolo de actuación en estos casos?
Las primeras en aparecer después del confinamiento fueron a final de mayo. Una en la playa del Postiguet con siete personas, otra en Villajoyosa con diez y otra en la costa murciana donde se detectaron dos asintomáticos del virus, que procedían todos ellos del norte de África.
El protocolo que se ha establecido a partir de ahora para acercarnos a una patera contempla unas medidas de seguridad para nosotros extremas, como las de cualquier sanitario ante un posible caso de contagio, con todo el equipamiento necesario, traje de protección, guantes, doble mascarilla, etc.
Lo siguiente, después de atenderles, es hacerles un control para detectar posibles casos de asintomáticos, que constan de tomarles la temperatura, la prueba rápida del covid, la tensión y los niveles de azúcar. En caso de dar positivo lo ponemos en conocimiento de las autoridades sanitarias.
«Cualquier asistencia en la playa puede ser un peligro, porque nunca sabes si la persona que atiendes está contagiada»
¿Qué protocolo se establece ahora para los casos de rescate de personas en casos de ahogamiento?
El protocolo establece que debemos actuar siempre ante la posibilidad de que estemos ante personas asintomáticas. Esto implica evitar el contacto en la medida de lo posible, algo muy complicado en esos casos, especialmente dentro del agua.
«Una simple cura por picadura de medusa tiene que llevar su protocolo»
Cualquier asistencia en la playa puede ser un peligro, porque nunca sabes si la persona que atiendes está contagiada. Una simple cura por picadura de medusa tiene que llevar su protocolo.
Si se trata de un caso de ahogamiento debemos evitar la insuflación (boca a boca) y sustituirlo por compresiones. Si es un caso muy grave en el que es inevitable la insuflación utilizaremos un balón resucitador.
«El socorrista está para velar por la seguridad de los bañistas y no para controlar a los que incumplen las normas»
¿Los socorristas van a tener que encargarse también de que se cumplan las normas de seguridad por el covid en la playa?
Depende del municipio y de con quien tengan contratado el servicio. En nuestro caso no. El socorrista está para velar por la seguridad de los bañistas y no para controlar a los que incumplen las normas, esa es la labor de la policía local. Lo que no puede ser es que dejes de atender tu trabajo para ocuparte de otras cosas que no son de tu competencia.
En algunas localidades, como por ejemplo Denia, van a contratar más personal que se va encargar de ese cometido, y que informaran de lo que no se debe hacer. Hay cosas que mucha gente desconoce, y que van más allá de mantener la distancia.
No se puede jugar con palas, los niños no podrán hacer castillos en la arena, no se puede pasear, no te puedes quedar parado en la orilla, se eliminan los Lavapiés y se cierran pasarelas para llegar a la playa. Va a ser un verano muy distinto el de este 2020 y nos va a resultar a todos muy raro.
¿Qué otros cambios esperáis?
Este verano se espera un alto incremento de presencia de barcos particulares .Quien tiene un barco va preferir bañarse lejos de la gente y pasar el día a bordo de su embarcación antes de tener que someterse a todos los condicionantes que suponen ir este verano a la playa.
Tanto a unos como otros, desde Cruz Roja queremos transmitir la necesidad de comportarse con sensatez por su bien y también les pedimos su colaboración para no hacernos aún más difícil nuestro trabajo, que no es otro que cuidarles.