La Cofradía de Pescadores de Santa Pola ha arrimado el hombro en estos momentos tan difíciles, para ayudar a aquellas personas que más han padecido las consecuencias de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.
Durante el pasado mes de mayo, aprovechando la movilidad que ya se iba permitiendo durante las primeras fases de la desescalada, los pescadores santapoleros cedieron grandes cantidades de género que fueron repartidos en algunos de los barrios más desfavorecidos de la ciudad de Alicante.
Se organiza el operativo
Uno de los coordinadores de esta solidaria iniciativa es Andrea Busin, pescador italiano residente en nuestra provincia quien además ostenta el cargo de viceministro de Agricultura y Pesca en el Parlamento Mundial para la Paz y la Seguridad.
“Cuando supe de la delicada situación por la que estaban pasando algunas familias del barrio alicantino de Miguel Hernández entendí que teníamos que hacer algo. No tenía mucho sentido pedir comida a una pescadería, carnicería o supermercado porque apenas nos iban a dar unos kilos. Había que pensar más a lo grande” nos comenta Busin.
Por ello el veterano pescador italiano hizo de intermediario entre su amigo personal Lisardo Gabarre (presidente de la asociación vecinal Sol d’Alacant) y Loreto Buades (secretaría de la Cofradía de Santa Pola), con el fin de preparar todo un gran operativo solidario de pescado.
“Esta situación no fue ni mucho menos nueva para mí. Cuando ocurrieron los terremotos del centro de Italia, en 2016, yo era el presidente de la Cofradía de Savona y llevamos a cabo una iniciativa solidaria parecida. La Cofradía de Santa Pola es la más grande del Mediterráneo español, así que todos entendimos que no podía quedarse ausente ante esta crisis sanitaria” nos aduce.
«Las familias se sorprendían de lo fresco que estaba el género porque se había pescado ese mismo día» A. Busin (Cofradía Santa Pola)
Pescado para las familias
El primer gran reparto se produjo en el barrio de Miguel Hernández, históricamente uno de los más desfavorecidos de Alicante. Entre diez personas voluntarias se entregaron más de 400 kilos de diferentes pescados como boquerones, doradas, morrallas, morenas, jureles, bogas, congrios, gatets, etc.
“Prácticamente todo el género se había pescado esa misma mañana. Muchas familias del barrio se quedaron estupefactas porque nunca habían visto un pescado tan fresco” recuerda Busin.
“Estuvimos repartiendo pescado durante toda la mañana. Muchos políticos de hoy en día deberían aprender del señor Busin, una persona que sí sabe predicar con el ejemplo” nos comenta Toni Bernabé, uno de los voluntarios que ayudó en el reparto.
Con el pescado restante se cocinó una gran paella para 1.000 personas de los barrios alicantinos de la Zona Norte
Gran paella
No todo el género fue a parar al barrio de Miguel Hernández. También quedaron doce cajas que fueron donadas a la empresa alicantina Divergente Eventos, que lleva dedicándose a repartir comida en coordinación con el Banco de Alimentos desde que comenzara esta emergencia sanitaria.
“Cocinamos la paella en nuestras instalaciones ubicadas en Rabasa y nos salieron unas 1.000 unidades, que repartimos entre las familias de los barrios más desfavorecidos de la Zona Norte” nos relata Carlos Rodríguez, gerente de la empresa Divergente.
Además de estas grandes acciones puntuales, durante estos duros meses la Cofradía de Santa Pola tampoco se ha olvidado de los vecinos de su propio pueblo. “Todos los días de faena los pescadores han estado regalando pescado a familias santapoleras necesitadas” nos indica Andrea Basin.
«Las ventas de los pescados más caros han caído en picado por el cierre de la hostelería» A. Busin (Cofradía Santa Pola)
Más repartos solidarios en junio
A pesar de que la pesca no se ha parado, al haber sido considerada como una actividad esencial, lo cierto es que la Cofradía de Pescadores de Santa Pola no ha quedado ni mucho menos exenta de las consecuencias de esta crisis sanitaria del coronavirus.
“Al estar cerrados todos los restaurantes, bares y chiringuitos nuestra demanda de los productos más caros, como las gambas o las cigalas, ha caído en picado. Solo se han mantenido o aumentado las ventas del género más barato, es decir del pescado corriente de cada día como las merluzas, las sardinas o las anchoas” nos explica Busin.
Además, desde el pasado mes de mayo la Cofradía de Santa Pola se encuentra en pleno paro biológico, el freno de las actividades pesqueras obligatorio por la ley para que los ecosistemas marinos se recuperen.
Los pescadores santapoleros ya están preparando nuevas acciones solidarias por la provincia de Alicante en cuanto los barcos puedan volver a faenar en nuestro litoral. “Tengo un acuerdo apalabrado con un importante mayorista para realizar otra gran entrega para este mes de junio. Seguramente volveremos a contactar con las asociaciones vecinales para que nos ayuden con el reparto” nos anuncia Andrea Busin.