Entrevista > Samuel Hernández Imbernón / Tubista (Torrevieja, 18-abril-2004)
Hace cinco años Samuel Hernández Imbernón inició sus estudios musicales en la escuela de música de la Unión Musical Torrevejense (UMT), de la mano de Juan de Dios Fresneda. Desde entonces, y pese a su corta edad, cuenta con dieciséis premios y reconocimientos, tres de ellos de carácter internacional.
Mientras compatibiliza su faceta como músico en la Unión Musical Torrevejense y en la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante, cursa cuarto de la ESO en el Instituto Mare Nostrum de Torrevieja y cuarto curso de Enseñanzas Profesionales en el Conservatorio Profesional de Música de Almoradí.
«La Concertgebouw es un trampolín muy bueno»
Recientemente has sido seleccionado por la Royal Concertgebouw de Ámsterdam para formar parte de su orquesta joven, ¿cómo te enteraste de la noticia?
Durante la cuarentena los organizadores de este proyecto contactaron mediante correo electrónico con los que fuimos elegidos y la verdad es que cuando recibí la noticia me dio una gran alegría. En este proyecto, alrededor de ochenta jóvenes músicos tendremos el lujo de poder trabajar con los músicos de la Royal Concertgebouw, así como poder conocer a jóvenes con la misma pasión y poder tocar en Ámsterdam, Bélgica y Alemania.
Al final hablamos de la Concertgebouw que está considerada la tercera mejor orquesta del mundo, después de las Filarmónicas de Berlín y Viena. El poder tocar en esta joven orquesta es muy importante para mi proyección, pero es más importante que músicos de primer nivel internacional puedan darte clase y puedan escucharte. Es un trampolín muy bueno, por eso estoy empleándome a fondo para que cuando me escuchen pueda dar un gran nivel.
«En una orquesta tuba solamente hay una. O eres el mejor o estás fuera»
Es un proyecto en el que han participado más de trescientos jóvenes de toda Europa…
El proceso de selección se hizo duro. Había que preparar unos vídeos específicos (obra de tuba solista, repertorio orquestal, presentación en inglés…) y no valía enviar cualquier cosa. En una orquesta hay 40 violines, si eres el 39 mejor estás dentro, pero tuba en una orquesta solamente hay una. O eres el mejor o estás fuera. Por eso, todo se preparó con mucho trabajo, tesón y profesionalidad.
Pese a tu corta edad ya cuentas con numerosos premios y reconocimientos, ¿de dónde viene tu pasión por la música?
Mi interés por la música comienza desde los nueve años, cuando veía a mi hermano Alejandro tocar el bombardino en mi casa. Aparte de mi hermano, mi padre y mi tío también son músicos. Cuando vieron mis padres mi interés por la música decidieron llevarme a la academia de la Unión Musical Torrevejense para iniciarme en este mundo, siendo mi primer maestro Juan de Dios Fresneda, con el que empecé a estudiar el bombardino y enseguida cambié a la tuba por su sonido.
Empecé al mismo tiempo que en la Unión Musical Torrevejense a ir al Conservatorio Francisco Casanova de Torrevieja con el profesor José Luis Rico Valero, donde terminé los Estudios Elementales. Actualmente estoy cursando cuarto curso de Enseñanzas Profesionales en el Conservatorio Profesional de Música de Almoradí, con el profesor José Antonio Mira Ñiguez. Además, recibo clases de forma periódica con músicos profesionales de la provincia.
«La UMT es mi familia, metafórica y literalmente»
¿Continuas, desde entonces, en la Unión Musical Torrevejense?
Sí, soy miembro de la UMT y siempre lo seré. Empecé en la banda con el maestro Jaime Belda en 2015. La UMT es mi familia, metafórica y literalmente. Siempre los voy a llevar en el corazón ya que son los que me han ofrecido dar mis primeros pasos en el mundo de la música. Ahora seguimos con el maestro Carlos Ramón Pérez, del que aprendemos mucho, ya que es un gran joven músico y director.
Tras estos cinco años de conciertos, ¿te ha sido fácil alcanzar el éxito actual?
Para nada, muchas veces la gente solo ve el resultado de tus esfuerzos pero lo que no se ve es el trabajo y el sacrificio que hay que hacer para poder llegar a ello. Hay mucho trabajo detrás de los dieciséis primeros premios que he conseguido, tres de ellos internacionales. La música es un deporte de fondo… de mucho fondo.
¿Con qué sueñas?
Mi sueño es poder vivir de lo que me apasiona, la música.
En palabras del director musical
“Samuel Hernández Imbernón es un músico que nos emociona día a día. Lo hemos visto crecer y nunca ha dejado de sorprendernos con su talento e ilusión. No sólo es un virtuoso sino que también es inteligente, trabajador incansable y muy buen compañero. Como director musical de la Unión Musical Torrevejense creo que Samuel nos hace mejores, al tiempo que es un ejemplo y un orgullo para todos sus compañeros” relata Carlos Ramón Pérez, director musical de la UMT.