Altea puede presumir de contar entre sus vecinos, desde hace más de tres décadas, con un pionero y una de las máximas autoridades nacionales en el Powerlifting. Amadeo Gimeno, de 60 años, lleva dos tercios de su vida dedicado a este deporte, al que llegó procedente del ciclismo.
“El Powerlifting es el deporte que más se practica en España porque quién no ha hecho el típico ejercicio de levantar pesas para desarrollar la fuerza en pecho y brazos”, explica este valenciano afincado en Altea sobre su pasión deportiva, hermana menor de la halterofilia, que se fundamenta en tres movimientos: sentadilla, press de banca y peso muerto.
«Nuestro deportes no es más que la popularización de las actividades de fuerza» A. Gimeno
Popularización de la fuerza
En su club, uno de los referentes en España, entrenan 35 deportistas de toda la comarca. Uno de sus discípulos es Rubén Fuentes, natural de San Juan, número uno del país en la clasificación combinada por puntos y tercero de Europa. Gimeno ha tenido que luchar durante décadas -esta disciplina ya cuenta con medio siglo de vida- con los estereotipos y tópicos asociados a los deportes de fuerza, mal vistos por la sociedad y vinculados a cierta situación de marginalidad.
“Los deportes de fuerza eran cosa de porteros de discotecas o de gente salida de la cárcel. También hicieron mucho daños los esteroides y anabolizantes que salpicaron este mundo en los 80”, rememora con pesar Gimeno, quien se congratula de que esta imagen marginal haya desaparecido.
«La halterofilia es para superdotados, pero todo el mundo puede hacer Powerlifting» A. Gimeno
En este sentido, defiende que el Powerlifting no es más que “la popularización de la fuerza”. “La halterofilia es para súper dotados y requiere un talento deportivo innato, no todo el mundo puede practicarla. Hay que ser fuerte, elástico y tener una coordinación explosiva. Solo un 2 o 3% de la gente puede practicarlo, pero el Powerlifting es apto al 100% sin límite de edad”, argumenta.
Filosofía vital
Según explica Gimeno, los músculos dejan de crecer y desarrollarse a partir de los 25 años, por lo que necesitan ser cultivados para no acelerar el “envejecimiento”. “Yo tengo 60 años y sigo levantando 200 kilos a peso muerto, manteniendo los niveles de hade 20 o 30 años”, señala. “Si logras mantener la fuerza puedes engañar a la naturaleza”, añade el valenciano, quien repudia cualquier tipo de ayuda no natural para el organismo.
“Es evidente que estoy en contra de cualquier sustancia artificial o de aportes suplementarios, pero es que incluso hasta del uso de medicamentos. El cuerpo avisa y si duele alguna parte no pada nada por parar y dejar que se recupere”, explica.
“El cuerpo solo crea músculo cuando realiza un esfuerzo físico. Si no fuerzo a un nivel superior al que está habituado el cuerpo se autorregula y no aumenta el músculo. El cuerpo no entiende de edades, sino de estímulos”, resume.
«Los enemigos del cuerpo humano son la falta de descanso y el estrés» A. Gimeno
Mantener la salud
Además de la disciplina del entrenamiento, vital para domar y mantener la fuerza muscular, Gimeno señala como claves para mantener la forma y la salud “una buena alimentación y cuidar el descanso”. “El gran enemigo del cuerpo humano es la falta de descanso y el estrés”, avisa.
En este sentido, Gimeno reflexiona sobre “por qué las personas mayores de antes nos parecían más fuetes que las de ahora”. “Seguramente porque comían mejor, realizaban trabajos más físicos y descansaban mejor”, resume.
Creando escuela
Además de enarbolar la bandera del Powerlifting durante décadas, Gimeno también ha creado escuela. Su propia hija Ana se dedicó a este deporte de forma profesional y logró ser campeona de España, además de participar en eventos por medio mundo. Y el Club Altea Power, formado por deportistas de toda la comarca, es la gran potencia nacional.
Gimeno, además de alma mater del club, es entrenador, presidente, juez nacional y hasta director de eventos. Ha organizado certámenes de Powerlifting en Callosa, Altea, Alfaz del Pi, Benidorm, Villajoyosa, Elche y Finestrat para dar a conocer esta disciplina deportiva y seguir sumando adeptos a la causa.
Competición
El club tiene un gimnasio base en Finestrat, y compite en los eventos nacionales unido con los representantes de esta localidad y de Alfaz. “La unión hace la fuerza. Para competir hacemos una selección de las tres localidades y yo ejerzo de entrenador y director”, explica Amadeo Gimeno, quien recalca que en su club “no se cobra a nadie”.
“Aquí se está por vocación pura y dura. Si lo hiciese por dinero ya tendría un interés y no quiero estar atado a eso. Entreno a la gente que quiero y demuestra interés, no a la que me da dinero”, apostilla.
El Club Altea Power se ha convertido en las dos últimas décadas en un clásico de su deporte y, además, ha cruzado fronteras con resultados notables en los últimos años. Ha competido en Francia, Noruega, Dinamarca, República Checa, Luxemburgo, Estados Unidos, Austria y Lituania y tenía previsto, además, un desplazamiento a Bielorrusia este mismo año, interrumpido de momento por la pandemia. La entidad también ha representado a la comarca en cinco ediciones del Arnolds Classic Europe, uno de los eventos de mayor prestigio del continente.