Entrevista > Pepa Garri / Presidenta de la Asoc. de Comercio, Hostelería y Servicios de Santa Pola
Esperan que la nueva temporada y la nueva fase de desescalada les traiga beneficios en sus ventas para sobrellevar el cierre al que han estado sometidos durante el confinamiento, aunque las nuevas medidas de seguridad tampoco les ponen las cosas fáciles.
Gracias a la iniciativa que adoptaron por parte de la asociación de comerciantes y el Ayuntamiento, se puso en marcha un servicio de venta a domicilio que abarcaba a todos los sectores del comercio de la localidad y que ha supuesto que muchos de ellos hayan podido salir adelante.
«Las ventas a domicilio han salvado la situación a muchos de nuestros comerciantes»
¿Cómo han transcurrido estos últimos meses?
Con mucha incertidumbre, y con las mismas sensaciones de inseguridad que nos han invadido a todos.
El comercio, y en general el sector servicios, ha sido muy dañado por culpa de esta pandemia que nos ha obligado a cerrar nuestros negocios durante mucho tiempo. Eso para algunos ha supuesto un daño irreparable y calculamos que aproximadamente un 20% de los establecimientos de Santa Pola han tenido que cerrar definitivamente sus negocios. Otros hemos podido salir adelante gracias a la idea que surgió de realizar las ventas a domicilio.
¿Cuál ha sido el proceso para poder llevar a cabo este servicio de venta a domicilio?
Pensamos que había que hacer algo para no solo salir adelante, sino también para dar un servicio a nuestros vecinos que no podían salir de casa.
Pedimos ayuda al Ayuntamiento y nos dotaron de algunas personas para encargarse de hacer el reparto de los pedidos. Participaron ferreterías, perfumerías, alimentación, ropa y todo tipo de negocios.
Además, cuando hacían un pedido siempre preguntábamos si necesitaban algo más para llevárselo de paso. Igual el ferretero que le llevaba un destornillador pasaba por la farmacia y le recogía un medicamento, y así todos.
¿Se va a seguir realizando este servicio?
Sí, porque pensamos que es una manera de evitar que la gente salga tanto a la calle ya que esto aún no ha terminado, y hay mucha gente que se está confiando demasiado como si ya no pasara nada. De esta forma, si les facilitas sus necesidades, van a estar más cómodos sin tener que salir para comprar y fomentamos el quedarse en casa.
Quiero destacar también que muchos comerciantes hemos colaborado, con la gente que peor lo está pasando, con nuestro sistemas de carritos, donde nuestros clientes han ido depositando artículos de primera necesidad que distribuimos entre aquellos que más lo necesitan.
«El miedo nos ha hecho más responsables»
¿Estamos ante una nueva etapa en la mentalidad del cliente y del comerciante?
Sin duda. El miedo nos ha hecho más responsables y nos ha dotado de mayor cautela en cosas que antes ni pensábamos. Estamos notando ya cambios importantes, por ejemplo en los días de ir a hacer la compra de la semana. La costumbre siempre ha sido hacerlo el viernes o el sábado, que son los días de mayor afluencia, sin embargo ahora se tiende a elegir los días más tranquilos como son los lunes o los martes.
Lo mismo ocurre con las medidas de seguridad. Antes no se tenía en cuenta el no pegarse a otros clientes en las colas, y muchos no usaban ni guantes al elegir los productos. Al principio había que ir detrás de los clientes para que cumplieran esas medidas y cada vez es menos necesario llamarles la atención.
¿Qué expectativas tenéis de cara al verano?
Estamos ilusionados esperando que todo vuelva por fin a la normalidad, y aunque por el momento no vamos a poder recibir turistas extranjeros confiamos mucho en el turismo nacional, que va a ser durante este año la principal fuente de ingresos para el comercio.
Un turismo nacional que también va a aumentar mucho más al no poder tampoco nosotros salir fácilmente a otros países. Creo además que aunque se pueda salir fuera, el miedo al contagio nos hace preferir a la mayoría quedarnos en nuestro país.
¿Cómo lo está llevando el sector de la hostelería?
Intentando retomar la normalidad, porque han sido dos meses muy duros también para ellos, que cerraron de repente sin saber que iba a pasar. La apertura de las terrazas supuso un suspiro de alivio, especialmente en esta época que es cuando más se disfrutan las terrazas en Santa Pola.
Pero hasta que no se vuelva del todo a la normalidad no van a poder salir adelante ni volver a contratar a todas las personas que antes trabajaban en la restauración, y muchísimas siguen en el paro.
Afortunadamente al menos el Ayuntamiento nos ha liberado de las tasas de ocupación de las terrazas, y están por la labor de seguir ayudándonos.
«Exigimos que se cambien de una vez las leyes que rigen el sistema de autónomos»
¿Las ayudas llegan?
Las ayudas generales llegan mal y tarde. Aún hay muchos que no han empezado a cobrar los ERTEs, y entre tanto seguimos pagando los autónomos, seguros sociales, alquileres, etc. Así es muy difícil salir adelante.
Por primera vez en la historia todos los sectores tenemos una sola voz para exigir que se cambien de una vez las leyes que rigen el sistema de autónomos, y que no nos sigan perjudicando.