La crisis sanitaria y social desatada por el coronavirus está poniendo a prueba la capacidad de respuesta de una organización con amplia experiencia en emergencias como es Cruz Roja Española. La asociación benéfica, creada hace más de siglo y medio, ha logrado poner en pie un operativo extraordinario frente a la pandemia, dando cobertura a millones de personas necesitadas que en todo el mundo se han visto sorprendidas por la magnitud de la tragedia.
En Petrer, la organización local no ha querido dejar atrás a los más afectados por esta situación extraordinaria, y dado que la fractura social provocada por la COVID-19 ha sido de enorme calado, han apostado por estar aún más cerca de todos los ciudadanos atendiendo el gran volumen de demanda que se ha producido en estas últimas semanas.
Durante los dos primeros meses del estado de alarma, se han atendido a cerca de 1.500 personas
Atención directa a familias
Algo evidente es que el número de personas que acuden en busca de ayuda ha aumentado considerablemente durante esta crisis. Entre el 15 de marzo y el 20 de mayo, según datos que nos ha facilitado la ONG, han atendido de forma directa o indirecta a 1.425 personas, se ha prestado ayuda a 141 familias, y se han realizado 7.861 seguimientos telefónicos.
Una tarea que ha estado orientada a la intensificación de la actividad, especialmente destinada a personas mayores y en riesgo de vulnerabilidad, prestando servicios de asesoramiento jurídico, información de salud y laboral, y respuesta inmediata a necesidades básicas de alimentación, medicamentos y productos de higiene.
Una treintena de nuevos voluntarios se han incorporado durante estas últimas semanas
Amplio respaldo ciudadano
Pablo Carrillos, presidente de la asamblea local, y María Teresa Poveda, como coordinadora, nos han relatado cómo vivieron aquellos primeros momentos de la pandemia, con la organización desbordada de peticiones de ayuda, y cómo una semana antes del estado de alarma se empezó a movilizar un operativo de seguimiento de la crisis.
Técnicos, voluntarios y socios son el eje fundamental de Cruz Roja
Ambos han querido poner en valor a técnicos, voluntarios y socios de Cruz Roja de Petrer como “eje fundamental” de la institución, porque saben que sin ellos, nada habría sido posible. Para Carrillos, todos han realizado una gran labor que se ha visto reflejada en el día a día con la incorporación de 30 nuevas personas, sobre todo jóvenes y gente que se había quedado sin trabajo y que se han ofrecido para colaborar como voluntarios.
Las dos primeras semanas del estado de alarma, explican, fueron “bastante complicadas”, por la desinformación e incertidumbre que planeaba entre la gente, y por el “miedo” de muchas familias al desabastecimiento de alimentos y a quedarse sin trabajo. Aún así, desde Cruz Roja se tenía muy claro que nadie se iba a quedar atrás, sobre todo en materia de alimentación, por ello han estado trabajando codo con codo con Cáritas canalizando todo el stock del Banco de Alimentos disponible.
La generosidad, lo más importante
Los responsables de la institución benéfica reconocen que atravesaron momentos difíciles, llegando a tener los almacenes vacíos de productos de primera necesidad, aunque la solidaridad de una gran parte de los ciudadanos fue clave para mantenerse a flote: “a veces nos quedábamos sin comida, pero afortunadamente conseguíamos salir adelante gracias a las donaciones de empresas y de particulares”. El compromiso de algunos socios llamando para subirse la cuota, afirman, ha sido incuestionable.
Muchas familias es cuando ahora empiezan a notar la crisis al no haber recuperado todavía su fuente de ingresos, por ello desde Cruz Roja no se ha dudado en realizar un esfuerzo importante para resolver ayudas inmediatas. Como dice María Teresa Poveda, “nuestra metodología de trabajo ha sido siempre la misma, poner todos los recursos encima de la mesa a disposición de la ciudadanía”.
Experiencia en situaciones de emergencias
Ambos responsables reconocen que la actual crisis no les ha cogido del todo desprevenidos a nivel organizativo por la experiencia acumulada en otras situaciones de extrema emergencia en las que Cruz Roja de Petrer ha participado activamente, como fue la DANA que el año pasado afectó a la Vega Baja.
En cualquier caso, María Teresa Poveda afirma que en el ambiente flota la sensación de un riesgo que no se puede controlar: “aunque extremamos las medidas de protección al entrar en los domicilios, luego te vas a casa, donde te espera tu familia, y no puedes evitar tener miedo a contagiarlos. Quién sabe si esta vez te puede tocar a ti”, concluye.