Entrevista > Domingo Sánchez / Bailarín, coreógrafo, actor, director y presentador (Torrevieja)
El artista torrevejense Domingo Sánchez es muy conocido en la localidad por la multitud de trabajos realizados allí, pero también lo es más allá de sus fronteras.
Ha actuado sobre grandes escenarios en ciudades como Barcelona o Madrid, además de trabajar con grandes artistas de la talla de David Bisbal, Mónica Naranjo o el grupo Efecto Pasillo.
Además, sabe desenvolverse en cualquier campo sobre el escenario, ya sea como bailarín, coreógrafo, actor, presentador o director. AQUÍ ha entrevistado al artista para conocerle un poco mejor.
¿Cuándo comienza tu interés por la danza?
Desde que tengo uso de razón recuerdo que me llamaba mucho la atención todo lo relacionado con el mundo del baile. Me sentaba frente al televisor y veía los videoclips de Michael Jackson, que daban en el programa ‘Rockopop’, y me quedaba hipnotizado.
«Aprendí a bailar por imitación»
¿Dónde empiezas a practicarla?
Empecé siendo autodidacta en el salón de mi casa. Grababa todo tipo de videoclips y actuaciones musicales que daban en televisión y me las ponía en bloque para aprenderme los bailes. Mi madre se apuntó a una academia para aprender sevillanas y yo la imitaba. Así fue como aprendí a bailar.
Con el tiempo, y tras unos años haciendo Taekwondo, cambié el deporte por el baile. Mi primera profesora de baile fue la torrevejense Josetta García, luego vinieron muchas más.
Has compaginado los estudios de danza con la interpretación. ¿Cuándo empezaste a actuar?
Mis primeras actuaciones fueron en el colegio. Me apunté a un grupo de teatro que un profesor había formado y recuerdo los nervios e ilusión que había tras bambalinas. Hicimos varias funciones allí y por teatros de la zona, fue una locura.
Decidiste desplazarte para continuar con tu formación, ¿dónde fuiste?
En aquellos tiempos no había mucho donde elegir por la zona de la Vega Baja. Ahora hay muchísimas academias de baile en todos los pueblos de la comarca, pero antes, con suerte, había una escuela o dos. Recuerdo que a la mía venían niñas de todas partes: San Fulgencio, Dolores, Daya Nueva, Rojales, Formentera…
Cuando cumplí la mayoría de edad, me apunté a las clases de teatro de Raúl Ferrández, gran persona de la que tengo muy buenos recuerdos. A los dos años me marché a Madrid a una Escuela de Teatro Musical donde aprendí a bailar claqué y me formé en interpretación, canto y danza. Después de esa etapa, estuve cuatro años en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia.
Tienes una larga trayectoria en las artes escénicas. Nómbranos algunos de tus trabajos más reconocidos.
En Torrevieja se me conocía como ‘Domingo el de las sevillanas’ porque no había Feria de Mayo en la que no diera todo en las casetas del Real de la Feria. Cada año estrenando un traje y bailando. Años después, y tras muchos trabajos haciendo tributos al Rey del Pop, se me llamaba ‘El Michael Jackson de Torrevieja’ y últimamente me han llamado ‘El chico de la sal’ por mis colaboraciones con la comparsa internacional ‘La Sal de Torrevieja’.
También tuvo mucho tirón el videoclip ‘Flamenco en Torrevieja’, que acumula cerca de 12.000 visualizaciones en YouTube. Me alegra que la gente me recuerde por mi trabajo. Yo estoy muy contento de poder entretener y hacer feliz al público que acude a verme cuando actúo.
«También me han conocido como el Michel Jackson de Torrevieja»
¿Cuál recuerdas como el momento más bonito de tu trayectoria?
Uno de los recuerdos más bonitos fue bailar el ‘Thriller’ de Michael Jackson con 1.500 personas detrás bailando conmigo y disfrazados de zombie. Fue un flashmob espectacular organizado en dos días. La respuesta del público fue brutal.
También recuerdo con cariño cuando estrené el musical ‘Dreams’ en el Teatro Fígaro de Madrid y vino al estreno el actor Juanjo Artero, alguien a quien he admirado toda mi vida, pero espero que el mejor recuerdo esté por llegar.
¿Qué es lo más difícil de mantener una trayectoria como artista?
Lo peor de dedicarse a esto es la inestabilidad que hay y que es un mundo muy frío. Muchos empresarios juegan con nuestras ilusiones y te engañan a la hora de pagarte, cláusulas de contrato, condiciones…
«Hay mucha precariedad laboral en el sector del espectáculo»
¿Puedes contarnos alguno de estos casos?
Hace un par de años dejé un espectáculo que estaba ensayando de García Lorca por irme a bailar a una cadena de hoteles en Ibiza. Cuando llegué allí, no había ni contrato, ni compañeros, ni el alojamiento que me habían prometido. Me alojaron en un sótano a dos plantas bajo el suelo, en una habitación de 3 m² llena de suciedad y humedades. Unas condiciones denunciables, infrahumanas y que, por desgracia, son algo común en nuestro país.
No puedo entender cómo hay multinacionales con resorts lujosos de cinco estrellas y traten así al trabajador. Aún me entran escalofríos al recordar aquella pesadilla. Aguanté dos semanas pensando que todo cambiaría, pero desgraciadamente se aprovechan de la gran precariedad laboral que hay en el sector del espectáculo.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Tenía varios proyectos en marcha, pero se ha cancelado todo por la crisis sanitaria que atravesamos. Los que nos dedicamos al mundo del teatro tendremos que esperar sentados a que salga algo de lo nuestro y la gente pierda el miedo de reunirse en un espacio masivo.
Las ayudas del Estado no las espero, siempre han sido inexistentes en nuestro sector debido a la intermitencia.
¿Qué consejo darías a los estudiantes de artes escénicas?
¡Que se olviden! (risas)… No, que persigan sus sueños, que luchen por lo que creen y que nunca pierdan la fe, pero que se preparen. Cuanto más, mejor.
Ahora existen muchas escuelas donde te enseñan técnicas para la interpretación, la voz y la dicción, danza, musicales, hay más plataformas visuales y series… Cuando no sepan qué camino tomar en la vida lo mejor es seguir el perfume de los sueños.