El Ayuntamiento de Novelda, a través de la concejalía de Medio Ambiente, ha iniciado los trabajos de limpieza de ejemplares muertos de chumberas de la ladera sur del cerro de La Mola, tareas que está realizando la empresa especializada en actuaciones forestales C.S. Zapatur S.L.
Los trabajos, con un coste de 2.976 euros, se tenían planificados desde el año 2017, pero la situación económica municipal y la actual crisis sanitaria del Covid-19 han demorado unas tareas que el área de Medio Ambiente ha realizado a través de una partida presupuestaria específica habilitada en el actual ejercicio.
Este tipo de actuaciones de limpieza, que no se realizaban desde el año 2015, se están desarrollando en una zona escarpada cercana al Santuario en la que, debido a la dificultad para acceder, únicamente ha podido actuar personal especializado. Los restos y residuos generados con esta actuación serán recogidos y depositados en vertedero controlado.
El Ayuntamiento de Novelda ha retirado, desde el año 2011, momento en el que se detectó la presencia de la plaga cochinilla del carmín, los ejemplares de chumberas (Opuntia spp) que ocupaban una amplia extensión en la ladera sur del cerro de La Mola, quedando sin retirar solo las chumberas muertas de las zonas de más difícil acceso, que en los próximos días se irán retirando. Lourdes Abad, delegada del área de Medio Ambiente, ha subrayado que este tipo de trabajos de mantenimiento son más necesarios, si cabe, al tratarse de “un espacio de gran valor patrimonial y medioambiental”.
Las chumberas están catalogadas como una especie exótica invasora, a través del Decreto 213/2009, en el que se aprueban medidas para el control de especies exóticas invasoras en la Comunidad Valenciana, y establece el deber de las administraciones públicas de velar por su control y erradicación de los terrenos forestales. Esta especie ha formado parte del paisaje tradicional del Santuario desde inicios del siglo XX, pero la aparición de la plaga y la aplicación del Decreto de Generalitat ha propiciado un cambio en el paisaje en los últimos años, favoreciendo, como ha señalado Lourdes Abad, concejala de Medio Ambiente, “a la aparición de especies autóctonas típicas de suelo arcilloso y margosos que han colonizado de forma progresiva estos terrenos, enriqueciéndolos desde el punto de vista natural”.