La aplicación de técnicas de inteligencia artificial en la enseñanza a través de internet permite detectar a los alumnos que necesitan más apoyo al «monitorizar» su actividad, de modo que los profesores pueden volcar su atención estos estudiantes.
El director de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Pablo Moreno Ger, ha defendido la incorporación en la educación de las tecnologías basadas en inteligencia artificial, según ha explicado en una entrevista con Efe.
La educación «on line» se ha basado tradicionalmente en ofrecer un contenido al alumno, que después estudiaba y del que se examinaba, ha precisado.
En este modelo tradicional de la educación a distancia el alumno «está bastante solo», por lo que ha indicado que últimamente se ha apostado por incluir metodología «disruptiva» a través de las nuevas tecnologías, que permiten incorporar actividades más similares a las que se pueden desarrollar de forma presencial en el aula.
Así, a través de internet, ya se pueden desarrollar foros con intervenciones de los alumnos con la interacción de los profesores.
Una segunda generación de tecnologías en el aula ya permite utilizar laboratorios virtuales, simulaciones de maquinaria en el ámbito de las escuelas de Ingeniería o talleres en los que los alumnos pueden desarrollar prácticas de manera remota, ha precisado Moreno Ger.
Estas metodologías, ha asegurado este experto, permiten «ir más allá de las limitaciones de espacio y tiempo» que puede tener una universidad tradicional para impartir su docencia en cualquier disciplina.
Ha concretado que estas nuevas técnicas también permiten simular «casos» o juicios en una asignatura de derecho, de modo que los alumnos asumen un rol diferente dentro de una organización para resolver una situación y, a través de internet, intercambian información de manera remota.
Uno de los problemas de la enseñanza on line es que el profesor no puede estar «tan encima» de cada uno de sus alumnos para resolver sus dudas, comprobar si necesitan apoyo o supervisar su evolución, ha reconocido.
La inteligencia artificial juega un nuevo papel disruptivo en el aula y permite hacer un seguimiento semiautomómatico a los alumnos, de modo que el sistema informático puede «monitorizar» toda la actividad del alumno y detectar qué estudiantes necesitan ayuda o van a tener mayores dificultades.
Esta tecnología «alerta» al profesor sobre en qué alumnos debería «poner el foco», lo que ha augurado que «revolucionará» el trabajo docente a la hora de volcar sus esfuerzos en los estudiantes que lo más lo necesiten.
«Esta técnica disruptiva no va a sustituir al profesor, sino que este podrá hacer su misma labor de seguimiento y apoyo a los alumnos, pero de manera más focalizada», ha subrayado.
Según este docente de la UNIR, la «gran ventaja» para el alumno es que puede recibir una educación «más personalizada» y un apoyo dirigido especialmente a los momentos en los que más lo precisa.
De este modo, el alumno se siente «más acompañado» y este apoyo se presta con la «intensidad» que el estudiante requiere en cada momento.
Esta técnica se puede aplicar en cualquier nivel educativo, ha añadido, con el único requisito de recopilar la suficiente información sobre cómo desarrolla el alumno su proceso de aprendizaje.
El principal problema es la captación de datos para que el sistema informático pueda detectar patrones y, después, tomar decisiones, ha considerado Moreno Ger.
Implantar estos sistemas de inteligencia no supone una gran inversión económica, la dificultad es «alimentar» a la máquina con todos esos datos, pero en un sistema educativo on line como el de UNIR toda esa información de interacción alumno-profesor llega de forma «natural» al moverse en un entorno digital, ha concluido.
EFE