Cantaba Frank Sinatra, en su inolvidable ‘New York, New York’, que su deseo era despertar en la ciudad que nunca duerme. Bautizada en muchas ocasiones como la ‘Capital del mundo’, la gran urbe estadounidense, con su archiconocido ‘skyline’, comienza estas semanas a despertar de la pesadilla que ha supuesto, también allí, el envite de la covid-19.
Aunque las comparaciones son odiosas –y en este caso, también imposibles–, la costa mediterránea cuenta también con una ciudad que nunca duerme y cuyo ‘skyline’ es reconocible, a simple vista, por más de media Europa. Benidorm, el buque insignia del turismo de sol y playa de la Comunitat Valenciana, trata de desperezarse a marchas forzadas del mal sueño coronavírico que ha vivido desde el pasado mes de marzo y, para ello, intenta retomar la normalidad, sin perder de vista la fundamental seguridad sanitaria que lo marcará todo en el todavía incierto futuro.
La capital turística trabaja en el corto, el medio y el largo plazo. En este mismo número de AQUÍ en Benidorm esa nueva realidad queda patente, cando damos cuenta de cómo se han adaptado los arenales benidormenses para recibir a los primeros turistas y, pensando ya en el largo plazo, de la decisión del Ayuntamiento de mantener la celebración de las Fiestas Mayores Patronales.
El Auditorio Julio Iglesias será el escenario de las actuaciones veraniegas de la ciudad
El Low, en pausa
Pero el verano benidormense no sería verano ni sería benidormense si no estuviera acompañado de las actuaciones musicales, casi siempre de primer nivel, que ponen ritmo, sonido y color a sus noches. Tras un periodo en el que los llamados grandes eventos permitieron a la ciudad recibir, entre otros, a artistas de la talla de The Rolling Stones, Bruces Sprignsteen, Elton John o The Who; el Low Festival tomó el relevo convirtiéndose en una de las citas imprescindibles del panorama festivalero español.
La actual incertidumbre ha provocado que el Low tenga que dejar pasar este 2020, pero eso no implica que Benidorm no vaya a cantar y bailar como lo ha hecho otros veranos. Para ello, el Ayuntamiento ha puesto en marcha el ‘Benidorm Summer Nights’, un programa de actuaciones, repartidas a lo largo de julio y agosto, que se centrará en el Auditorio Julio Iglesias y por el que pasarán estrellas como M-Clan, Coque Malla, Carlos Sadness o El Kanka.
Aforo reducido
Así las cosas, Benidorm retoma el pulso a su actividad musical y de ocio con el mencionado Benidorm Summer Nights, un ciclo de actuaciones al aire libre durante los meses de julio y agosto, que se desarrollará en el auditorio Julio Iglesias del Parque de l’Aigüera con un aforo desde 400 personas a un máximo de 800.
Para este mes de julio, esas noches benidormenses contarán con la presencia de el Kanka, que se subirá al escenario el día 4 de julio; M-Clan, que desplegará su rock el día 9 de este mismo mes; Carlos Sadness, que visitará la ciudad el día 18 de julio; Ara Malikian, un habitual de la capital turística que volverá al Julio Iglesias el 23 de julio; Martita de Graná, que pisará las tablas sólo un día más tarde que el violinista y Coque Malla, que cerrará el mes el día 25.
Los eventos que se celebren en 2020 contemplarán todas las medidas de seguridad sanitaria
Medidas de seguridad sanitaria
Todas ellas serán, eso sí, actuaciones marcadas no sólo por la ya mencionada reducción de aforo sino, como no puede ser de otra manera, por la estricta observación de las medidas de seguridad sanitarias a las que poco a poco nos estamos acostumbrando todos.
Así, Jesús Carrobles, concejal de Eventos y Festivales, explica que “a la hora de planificar el recinto hemos observado todas las directrices sanitarias de prevención para garantizar la seguridad del público, trabajadores y artistas, sin renunciar a la calidad y la comodidad, asegurando así grandes noches de música y humor”.
En el terreno de lo concreto, Carrobles ha anunciado que “entre las medidas previstas está el control de aforos y la toma de temperatura a los asistentes antes de acceder al recinto. Ya en el interior, la zona de palco estará acotada con espacios para 4 o 6 personas, mientras que en platea las sillas para los asistentes estarán distribuidas respetando las distancias de seguridad”.
La ciudad aplicará soluciones tecnológicas a este ciclo para reducir el contacto social entre los asistentes
Tecnología al servicio del ocio
Una de las principales medidas que se han acordado para estas actuaciones radica en que “para minimizar los desplazamientos del público dentro del recinto, no habrá servicio de barra, sino que una dotación de camareros atenderá a los asistentes, que podrán realizar sus comandas a través de una ‘app’”.
Sin duda, esta solución vuelve a poner de relieve el papel fundamental que las nuevas tecnologías van a jugar en esta mal llamada ‘nueva normalidad’, un campo en el que Benidorm, a través de las iniciativas contempladas en su estrategia de Destino Turístico Inteligente (DTI), se ha colocado en una posición privilegiada.