Benidorm es tierra de voleibol. Ningún otro deporte ha dado tanta gloria a la ciudad, que puede presumir de tener dos medallistas olímpicos en esta disciplina, aunque en su versión de playa.
Tras un pasado glorioso también en la pista, interrumpido de forma abrupta por la crisis económica, el Club Voleibol Playas de Benidorm recogió el testigo y de las cenizas de aquel proyecto que llegó a competir en Europa, y construyó uno nuevo más austero y firme, que parte de la premisa de la promoción de los jugadores de la tierra.
Los conjuntos sénior masculino y femenino competirán en la Superliga 2
Sin prisas
Sin prisas, pero sin pausas, el nuevo club, una década después de su fundación, ya cuenta con 14 equipos federados -nueve femeninos y cinco masculinos-, tutela a más de 260 deportistas, y sus primeros conjuntos masculino y femenino competirán el próximo curso en la Superliga 2, la segunda categoría nacional. En apenas diez años, Benidorm no solo ha recuperado su lugar, sino que además ha mejorado su base y doblado su estructura.
“La idea era comenzar de cero, desde la base”, recuerda Ramón González, coordinador de los equipos de la entidad, técnico y alma mater del proyecto junto a Mario Rodríguez, presidente. En principio, el club apostó por el voleibol femenino, pero en 2015 abrió la línea masculina con mayor éxito del esperado. “Se puede decir que han crecido incluso más rápido que la femenina”, afirma González en alusión a que su presencia consolidada en la Superliga 2.
El Playas de Benidorm cuenta con 14 equipos y tutela a unos 260 jugadores
Trabajo con la cantera
Benidorm tiene una de las mejores canteras ya no solo de la Comunidad Valenciana, sino de España. No es casualidad, ya que se debe al trabajo de los técnicos del club, que demuestran un altísimo nivel de preparación y son reconocidos por ello a nivel nacional. De los 14 entrenadores, la mitad tiene la máxima titulación.
También influye la labor de promoción y captación que realizan los monitores y técnicos en los colegios. “Tenemos presencia en siete centros. Comenzamos con un trabajo de psicomotricidad adaptada y vamos preparando a los niños y niñas para el voleibol”, desvela el coordinador, quien añade que si los jóvenes se sienten atraídos por el deporte “le ofrecemos la posibilidad de seguir creciendo en el club”.
Con los pies en el suelo
“Nuestro reto en hacer unos pilares fuertes para el futuro y la filosofía es que la cantera tiene que ser la base del primer equipo”, afirma convencido Ramón González, quien presume de que la hoja de ruta, de momento, se está cumpliendo.
Diez de los 14 jugadores del masculino son de Benidorm, mientras que en el femenino la cifra se eleva a once. “Eso no quita a que si hace falta alguien de fuera para subir el nivel se traiga, pero como excepción”, puntualiza el técnico, en referencia a que se ha aprendido la lección del pasado y no se puede vivir por encima de las posibilidades.
Además, el club Voleibol Playas de Benidorm tiene a gala de no dejar a nadie en el camino. El deporte es una selección natural y no todos llegan al primer equipo, pero la entidad les abre la opción de seguir jugando y compitiendo con los juveniles B. “Aquí no se prescinde de nadie porque no haya dado el nivel para seguir escalando”, presume.
«No podemos hipotecar el futuro por querer llegar a la élite» R. González
Salud económica
Recuperar la élite no es una obsesión, sino una consecuencia del trabajo bien hecho. González asume que “llegaremos hasta donde podamos”, porque tiene claro que lo principal es la estabilidad del club y su salud económica.
“Tenemos demasiados ejemplos para saber lo que puede suceder si se pierde la perspectiva. La diferencia entre Superliga 2 y Superliga es abismal en lo deportivo y económico. Y no podemos hipotecar el club con fichajes por llegar a la élite y condenarlo a su desaparición si se produce un descenso”, avisa.
Bajo estos parámetros de austeridad y sentido común, Ramón asume que no podrá competir con las ofertas que lleguen de otros equipos por algunos de sus jugadores y jugadoras. “No les puedo pedir que se queden si fuera les ofrecen la posibilidad de ganar más”, afirma.
Colaboración
La era post pandemia deja un escenario poco propicio para que las empresas, preocupadas por la crisis, miren al deporte. Sin embargo, en el club, formado por 12 directivos, “seguimos tocando puertas”. “Creo que merecemos más ayudas, sobre todo por parte de las instituciones por el trabajo de base que hacemos y los resultados que logramos”, explica el coordinador, en alusión a los logros obtenidos por el equipo masculino infantil, subcampeón de España, y el cadete, tercero, entre otros.
Actualmente, el Playas de Benidorm obtiene la mitad de sus recursos de empresas privadas y el resto a través de subvenciones, cuotas de los jugadores y recursos propios, como lotería, rifas o merchandising. El club, pese a sus nuevos hábitos, quiere seguir agarrado a sus raíces, por eso se mantiene en el antiguo pabellón Foietes, ahora Raúl Mesa en honor del jugador olímpico, quien apura sus días en activo en el equipo sénior masculino.
También existe una gran colaboración con el club Voley Playa Poniente, en un ejemplo modélico de sinergias entre dos entidades deportivas. “Nosotros tenemos a los niños nueve meses y el resto, en verano, los tienen ellos. No nos solapamos y hay un buen ambiente. Los dos sacamos partido del trabajo de captación y trabajamos al final por el bien del voleibol”, concluye.