Entrevista > Marisa Cortés / Concejala de Sanidad y Bienestar Social de l’Alfàs del Pi (l’Alfàs del Pi, 29-mayo-1973)
En el ámbito local existen pocas competencias respecto al ámbito sanitario, pero los primeros días, en los que la emergencia sanitaria era la prioridad, el Ayuntamiento tuvo que actuar reestructurando todo lo necesario. “Fue algo que afectó a todos los departamentos, que tuvieron que adaptarse a nuevos protocolos de actuación, de limpieza, de trabajo…”, nos comenta Marisa Cortés.
La responsable de la concejalía de Sanidad y Bienestar Social analiza para AQUÍ en l’Alfàs como han ido transcurriendo los hechos desde entonces.
El Centro de Salud de l’Albir se tuvo que cerrar durante el confinamiento. ¿De qué forma han colaborado desde la Administración local con el único que permaneció abierto en el municipio, el de l’Alfàs?
Hemos estado colaborando de forma muy cercana. Hemos estado llevándoles elementos básicos como agua y comida y hemos realizado desinfecciones. Incluso en el Centro de Salud de l’Albir nos encargamos de realizar una segunda desinfección antes de abrir, para que todo se desarrollase de forma segura.
En todo momento hemos tenido una gran coordinación con el Centro de Salud. Hemos tenido un contacto telefónico continuo que nos ha servido para intercambiar iniciativas y experiencias.
Una de las cuestiones que en l’Alfàs podían suponer una complicación añadida fueron aquellos residentes extranjeros que, confinados y solos, no pudieron volver a sus lugares de origen. Siendo en su mayoría personas de edad avanzada, ¿supuso un reto atenderles?
Sí, pero de nuevo, hemos tenido una gran coordinación con asociaciones como We Love Albir. Además, el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de la concejalía de Bienestar Social se ha abierto a estas personas. Se ha realizado un gran seguimiento del día a día de todas ellas, especialmente de los mayores que viven solos.
Más allá de la atención sanitaria a los casos positivos, ¿ha sido complicado lidiar con las necesidades de los familiares de los afectados y, en su caso, de los fallecidos?
He de decir que hemos sido uno de los municipios con más suerte en lo que al número de positivos y fallecidos se refiere. Hemos tenido unas cifras muy bajas, pero hemos tenido que intervenir en algunos domicilios y para ello hemos contado con una persona que, coordinada con el Centro de Salud, se ha dedicado específicamente a esos hogares que han requerido de una atención más personalizada.
«Estamos en un momento en el que la situación está controlada, pero sigue habiendo muchas familias que necesitan ayuda»
Tras la entrada en la ‘nueva normalidad’ y si la comparamos a día 1 de marzo, ¿cómo está la situación del área de Bienestar Social de l’Alfàs del Pi en este momento?
Estamos teniendo muchísimas llamadas, con picos diarios de hasta 70. Se han atendido todas y se está haciendo seguimiento a cada uno de los casos expuestos. A fecha de hoy, varias familias han comenzado a trabajar y el número de ellas que están recibiendo ayudas está bajando.
A la vez, varias unidades familiares han solicitado el Ingreso Mínimo Vital, que es algo sobre lo que nosotros sólo podemos informar acerca de los pasos a seguir para solicitarlo, pero también hacemos seguimiento de esos casos ya que, si la solicitud es denegada, tratamos de ayudarles a pedir alguna otra a la que sí tengan acceso.
L’Alfàs del Pi es un municipio que siempre ha sacado pecho de elaborar presupuestos de marcado carácter social. Tras dos años de cuentas prorrogadas se había aprobado en 2020 un nuevo presupuesto que, supongo, ahora habrán tenido que retocar profundamente para dotar de más medios a Bienestar Social.
Así ha sido. Teníamos una cantidad de dinero destinada para todo el año, pero eso se ha tenido que reestructurar. Nos hemos visto obligados a desviar otras partidas económicas a Bienestar Social para ayudar a todas estas familias vulnerables.
Estamos en un momento en el que la situación está controlada, pero sigue habiendo muchas familias que necesitan ayuda.
¿Confía en que con esos cambios habrá suficiente para hacer frente a las necesidades que se planteen este año?
Creo que sí. A nivel local, tenemos la cintura necesaria para seguir adaptándonos y afrontar lo que nos venga. Si no tenemos un rebrote o pasa algo extraordinario que nos obligue a volver atrás, poco a poco vamos a ir saliendo de esto.
De hecho, ya hay muchas personas que se han reincorporando al trabajo en estos primeros días de julio y otras están pendientes de hacerlo en breve.
Ustedes que están a pie de calle, ¿creen que el proceso de recuperación está desarrollándose mejor o peor de lo que se preveía hace sólo un mes?
Creo que vamos mejor. Hablo siempre en clave local y vemos cómo la actividad económica se está moviendo en la buena dirección. ¿Si nos va a costar? Por supuesto, pero estamos en el buen camino.
«Me he quedado muy gratamente sorprendida por la respuesta que han dado desde personas particulares a empresas»
¿Cómo valora la respuesta, en términos de solidaridad, que ha dado durante estos meses el pueblo alfasino?
Hemos tenido una muy buena respuesta. Me he quedado muy gratamente sorprendida por la respuesta que han dado desde personas particulares a empresas de distinto tamaño. Desde el minuto cero no han parado de preguntar qué necesitábamos o qué podían hacer.
Hemos tenido personas que han mantenido su puesto de trabajo y han hecho una compra mensual de comida para el Voluntariado Social. Aprovecho para añadir que estoy súper agradecida a todos ellos.
«Las ayudas económicas o en forma de comida siempre son bienvenidas, pero ahora toca centrarnos en que esto no se vuelva a propagar»
¿Qué es lo que podemos hacer a partir de ahora para seguir ayudando a cubrir las necesidades que tengan en los próximos meses?
Si te soy sincera, pediría a la gente que fuese un poco más consciente. Parece que la memoria se nos ha ido un poco y no recordamos que hace dos meses estábamos encerrados en casa sin poder salir. Pensemos en prevenir que aparezcan nuevos casos.
Tenemos que ser capaces de decir a los demás que se respeten las distancias de seguridad y que se utilicen las mascarillas. Esa es la mejor colaboración que podemos hacer cada uno de nosotros. Las ayudas económicas o en forma de comida siempre son bienvenidas, pero ahora toca centrarnos en que esto no se vuelva a propagar.