Miles de estudiantes acaban de terminar uno de los cursos más extraños que se puedan recordar. Confinados desde el mes de marzo, las muchas y dispares casuísticas de cada cuál, condicionadas por el curso al que debían enfrentarse y la posibilidad o no de seguir con su formación de manera online ha provocado, no cabe duda, un importante problema para todos ellos.
Una vez cerrado el capítulo de los libros llega el momento para que un gran número, especialmente en edad universitaria, busque un trabajo remunerado durante los meses veraniegos, algo que, en las actuales circunstancias, se puede poner muy complicado en 2020.
La hostelería, el mantenimiento en establecimientos hoteleros, socorrismo, animación y, en definitiva, el sector servicios en general es el gran nicho de empleo para estos trabajadores temporales que saben que en septiembre colgarán los uniformes para volver a los libros.
El sector turístico se ha desactivado y las demandas que solían llegar no se han producido
El rescate de los ERTE
“Creo que las cosas van a ser muy distintas en comparación con otros años”, explica Elena Ivars, responsable de la Agencia de Desarrollo Local (ADL) de l’Alfàs del Pi. “Todo el sector turístico se ha desactivado y, por lo tanto, las demandas que solían llegar para los tres meses de verano no se han producido”.
A esa incertidumbre producida por el parón productivo se sumará ahora, como explica Ivars, el hecho de que “todos esos negocios tienen que sacar primero a su plantilla del ERTE, que es a lo que están obligados”. Piensa que, además, “la hostelería va a trabajar menos que otros años y, por lo tanto, ¿cómo van a coger a más gente? Seguramente no la necesiten. Los trabajos de tres meses van a estar complicados y, por lo tanto, los jóvenes son los que más afectados se van a ver”, sentencia.
La hostelería, uno de los sectores más afectados por el cierre, es un motor fundamental en esta época
Mil jóvenes, a la playa
A esa situación se une la indecisión de la propia Administración, más ocupada durante estos meses en atender las cuestiones más urgentes derivadas de la crisis coronavírica. Así, tal y como explica la responsable de la ADL como ejemplo, “la Generalitat saca todos los años el plan EMCUJU, que es la contratación de jóvenes menores de 30 años inscritos en el Fondo de Garantía Juvenil y que son contratados a través de los ayuntamientos. Este plan tenía una parte para jóvenes formados y otra para no formados. Este año, sin embargo, esa subvención todavía no ha salido”.
Por el contrario, “dentro del programa Avalem Joves, ha salido una convocatoria dentro del programa de emergencias de la Generalitat dirigido a municipios costeros. Se trata de contratar a 1.000 jóvenes menores de 30 años para estar de operadores de las playas. Estos jóvenes están contratados desde el 24 de junio y permanecerán en sus puestos hasta principios de septiembre”.
Pero este programa, que sólo está disponible para zonas de costa y algunas zonas de baño interior, como las Fonts de l’Algar en el caso de la Marina Baixa, sólo dará empleo a un millar de jóvenes en toda la Comunitat Valenciana, por lo que el problema del empelo juvenil en estos próximos meses no se solucionará con ello.
Antes de ampliar plantillas las empresas tendrán que rescatar sus trabajadores de los ERTE
Sin solicitudes a la vista
Tal y como se recoge del histórico de demandas atendidas desde las ADL en los últimos años, los principales nichos de empleo para los estudiantes durante los meses de verano se encuentran en “el socorrismo en piscinas, mantenimiento en hoteles, hostelería, limpiadoras de habitaciones, camareros… En nuestra comarca no existe la industria y, por lo tanto, el sector servicios es básico”.
Durante las primeras semanas de atención desde que las ADL han vuelto a funcionar con cierta normalidad, “la mayoría de la gente ha venido para intentar resolver sus dudas, principalmente sobre los procedimientos burocráticos. El SEPE no cogía el teléfono, en Labora era casi imposible ser atendido… pues el ciudadano ha acudido a la administración más cercana”.
Sin embargo, apenas ha habido actividad en el apartado de cubrir puestos de trabajo. “Por estas fechas solemos gestionar un gran número de solicitudes por parte de establecimientos hoteleros, pero han estado cerrados y primero, como ya he dicho, tienen que rescatar de los ERTE a sus plantillas”, asegura Ivars. En definitiva, “ahora puedes pedir un puesto muy específico, pero hasta que no vean cómo evoluciona la situación, no se van a meter en contratar a más gente”.