Entrevista > Joaquín Parejo / Jefe de estudios del instituto Sixto Marco
El instituto Sixto Marco se ha ganado el mérito a pulso, ya que es desde hace casi 50 años el único instituto en Elche con formación en calzado y el más técnico de los pocos que hay en España. La inserción laboral de sus alumnos es prácticamente del 100%. Realizan prácticas en empresas como complemento a la formación, y muchos ya salen de ellas contratados.
Además, se espera que en unos meses comiencen las obras del edificio que albergará el Centro Nacional de Referencia del Calzado (CRN) en los terrenos situados junto al propio Instituto, que se hará cargo de la formación.
Los CRN actúan como una institución al servicio de los sistemas de Formación Profesional (FP) para facilitar su competitividad y calidad, y dar respuesta a los cambios en la demanda de cualificación de los sectores productivos.
¿El sector del calzado ha resurgido?
Cada vez más. Lo sabemos muy bien, porque durante la reciente crisis económica vivida en España el sector calzado se vio tan afectado que varias líneas de formación fueron eliminadas de nuestra oferta formativa ante la falta de demanda de plazas. Nadie quería formarse en un sector en declive con cada vez menos oferta de empleo.
En cambio desde hace unos años no solo ha vuelto a activarse, sino que se han añadido nuevas especialidades lo cual indica que el sector ha resurgido.
«El CRN hace falta para poder seguir compitiendo desde Elche a nivel mundial»
¿Los trabajadores deben reciclarse?
La media del personal que en la actualidad trabaja en las fábricas es de 50 años, y con una formación autodidacta adquirida con el paso de los años. Va a ser necesario que se reciclen y se adapten a la nueva situación y a las nuevas tecnologías.
Nosotros estamos en esa labor y en la de atraer a más jóvenes a formarse en este sector con futuro. El CRN va a ser la herramienta que hacía falta para lograrlo y poder seguir compitiendo desde Elche a nivel mundial.
«Los diseñadores están buscando materiales alternativos que destierren al plástico»
¿Se está trabajando con nuevos materiales más sostenibles?
Está claro que la piel es el mejor material que podemos utilizar para hacer un buen zapato de calidad, pero últimamente los diseñadores están buscando otras alternativas, especialmente al plástico.
Estamos incidiendo con nuestros alumnos en la implantación de materiales ‘bio’, como fibra de coco, o de caseína, que aparte de ser biodegradables y transpirables pueden tener propiedades cicatrizantes y no solo ofrecer diseño, sino también salud para nuestros pies.
Serán materiales que podrán encarecer algo los precios de las colecciones, pero sin duda será un aliciente más a la hora de ofrecer el producto, no solo por diseño, sino también por salud.
«Tenemos que ser conscientes de que la salud de nuestros pies se basa en el calzado que utilizamos»
¿El uso de un mal calzado puede estar detrás de problemas de salud en nuestros pies?
En muchos casos sí, y cada vez se le da más valor al calzado terapéutico. Tenemos que ser conscientes de la necesidad de utilizar un calzado cómodo que nos haga sentirnos bien cuando andamos. No hay nada más desagradable que un zapato que te hace daño, que además está perjudicando a la salud de nuestros pies y que puede dejarnos secuelas.
En base a eso hemos desarrollado el módulo de calzado a medida, pensado en la formación del alumno en ese tipo de zapato, que es sin duda un calzado con futuro y una necesidad presente. El zapato no debemos entenderlo solo como un elemento decorativo, sino para sentirnos cómodos y cuidar nuestros pies.
¿Cuáles son las fases por las que pasa un zapato hasta que está acabado?
Lo primero es la idea de lo que queremos hacer, algo que empieza elaborarse a partir de un diseño y éste a su vez tiene que tener en cuenta la horma del zapato y los elementos que va a llevar.
Del diseño se pasa a los patrones, que nos van a servir para cortar las piezas. Del cortado pasamos al aparado donde la aparadora se ocupa de unir las piezas cosiendo, rebajando y doblando cada zapato. La siguiente fase es el montado, que es donde se unen todas las piezas.
Por último se llega a la envasa, que es como el maquillaje del zapato. Aquí se repasa y se embellece y se le da el acabado final. Todas estas fases están en nuestro ciclo de formación, incluidas las de ciclo técnico superior.
¿Cuál es la respuesta laboral de los alumnos cuando acaban su formación?
La inserción laboral de nuestros alumnos es prácticamente del 100%. Realizan prácticas en empresas como complemento a la formación y muchos ya salen de las prácticas contratados.
La conexión que tenemos desde este centro con las empresas del sector es total, acuden a nosotros cuando necesitan personal cualificado y les surtimos de la bolsa de trabajo que hemos creado con los alumnos que ya han terminado sus ciclos.
¿Cómo se trabaja con los alumnos de educación especial?
Es muy gratificante. Todo lo que recibes de ellos es interés por aprender, gratitud y cariño. Se lo toman todo muy en serio y cuando ven que algo les sale bien es muy importante para ellos. Cada cual tiene sus propias habilidades, y aunque a unos les cuesta más que a otros incluso se ayudan entre ellos para conseguir sus objetivos. El resto de alumnos debería aprender mucho de ellos.
Hacen prácticas en empresas al igual que el resto de estudiantes, y muchos son contratados antes incluso de acabar ese periodo de prácticas de formación.