Las protectoras de animales son de las que más están sufriendo las consecuencias de la crisis mundial que se está viviendo, tanto a nivel sanitario, como personal y económico.
Este es el caso del Santuario de Animales Proyecto Cuatro Patas, quienes atraviesan uno de los peores momentos desde que se fundó la asociación en el año 2017. “Desde hace un año, aproximadamente, el Santuario atraviesa la peor crisis que pudiera sufrir cualquier asociación de este tipo -a nivel económico- y ahora con la covid-19 la situación ha empeorado”, explica José Maciá, presidente de Cuatro Patas.
Su fundador comenta con gran pesar que “muchísima gente que eran padrinos o madrinas, o socios del Santuario, se han dado de baja por no poder seguir pagando las cuotas. A esto se le añade que no podemos hacer eventos, campañas, ni salir a la calle por todo lo que estamos viviendo a día de hoy”. La pandemia ha causado estragos en las cuentas del Santuario, y es que actualmente se mantienen al pie del cañón gracias a la colaboración altruista de sus ‘teamings’, socios, padrinos y donaciones.
La covid-19 ha provocado que no puedan hacer eventos, una de sus mayores fuentes de ingresos
Falta de medios
La Asociación hace un llamamiento para ampliar su red de voluntariado, con la finalidad de sufragar las necesidades básicas del día a día, además de reparar varios daños que se arrastran en el terreno donde se sitúa la casa de los animales que conviven diariamente.
“Pese a que somos varias personas las que vamos, aunque sea una vez a la semana a prestar nuestra ayuda, no damos abasto. Necesitamos aumentar las zonas de sombra de las habitantes, reparar alguna puerta, aumentar nuestras herramientas para poder seguir trabajando… Son pequeñas cosas que al final se acumulan y no podemos acudir a todo sin una ayuda extra”, explica Adara López, voluntaria desde hace dos años.
Desde tan solo un euro al mes se puede ayudar económicamente
Seguir salvando vidas
¿Por qué hacerse voluntaria de un Santuario de animales? María Ato, voluntaria desde hace más de un año, explica que forma parte del voluntariado porque cada uno de los animales que forman parte de esta gran familita tienen una “dura” historia detrás y ellos también merecen “ser cuidados con amor y respeto”. Además, anima a todas las personas amantes de los animales a colaborar con la asociación, porque “es una labor bastante enriquecedora, con la cual también aprendes mucho de estas grandes almas peluditas que tanto amor han necesitado, además de que terminan convirtiéndose en un miembro más de tu familia”.
En las redes sociales del Santuario (tanto en Instagram como Facebook) se puede encontrar toda la información para “ayudar a seguir salvando vidas”, como ellos mismos afirman; entre ellas está el formar parte del teaming (por tan solo un euro al mes), convertirte en madrina o padrino, socio, hacer donativos y la explicación de cómo formar parte del voluntariado.
Margarita lo cambió todo
El Santuario de Animales Proyecto Cuatro Patas nace en 2017 siendo una protectora de animales de perros y gatos; desde entonces han ayudado a que innumerables familias pudieran incluir un nuevo miembro en su familia.
El cambio vino cuando rescataron a Margarita, una cerda que falleció en el incendio que sufrió la asociación en octubre de 2018, quien les hizo ver que el resto de animales también sentían. “En aquel momento ya habíamos rescatado a Sultán, un caballo que había sido explotado durante muchos años en la equitación. Con Margarita empezaron a entrar animales de granja, ya que en la provincia de Alicante no había ningún centro de este tipo. Nos convertimos así en el primer centro multiespecie de la provincia”, comenta emocionado Maciá.
Esta decisión se tomó porque los animales incluidos en el gremio de la ganadería no tienen ningún derecho para la sociedad, al tratarse de animales de consumo. A día de hoy, Cuatro Patas ha rescatado a más de 80 animales para brindarles una vida digna y de calidad. Su presidente indica que tienen una hectárea y media de terreno para poder ampliar el Santuario, pero solamente aprovechan cuatro mil metros cuadrados “que son los que tenemos medio habilitados, y digo medio porque no tenemos fondos para continuar habilitando más espacio, aunque lo tengamos”.
Rescates paralizados
Hace un año, aproximadamente, que la asociación no rescata ninguna vida más, y es que les es imposible dada la situación económica que atraviesan. Aunque no pierden la esperanza y confían en que la situación remonte dentro de poco para así continuar habilitando espacios en el Santuario y rescatando vidas, que “al fin y al cabo es el mayor propósito que tiene esta asociación: rescatar animales de la industria, dadles la mayor calidad de vida posible y que cada uno tenga su espacio donde nadie les moleste y donde sean felices hasta que cierren los ojos por última vez”, explica Maciá.