Aunque es una actividad muy joven, con poco más de 25 años de historia, el nordic walking se está revelando como uno de los ejercicios más saludables que pueden practicarse en familia. Bernd Goldschmidt es el presidente de la Federación Española de Nordic Walking (FENWA), ubicada en l’Alfàs del Pi, y uno de los principales impulsores de la actividad a nivel nacional.
En una sociedad que cada vez es más consciente de los importantes beneficios que la actividad física reporta a la salud, el nordic walking se posiciona como una de las opciones más accesibles, económicas y sencillas de practicar.
«El nordic walking se podría definir como el esquí de fondo sin nieve»
Senderimo, trekking, hiking, marcha atlética… existe una gran cantidad de disciplinas, más o menos parecidas, basadas en la actividad de caminar. Para tener las cosas claras, ¿qué es exactamente el nordic walking?
Lo podríamos definir como el esquí de fondo sin nieve, pero es un deporte muy desconocido en España y, por lo tanto, igual aclaramos pocas cosas. Es un concepto de movimiento en el que la postura, el impulso y la amplitud son muy importantes. Luego, lo enfocamos como un entrenamiento, pudiendo dirigirlo a la salud o a la competición. En ese sentido, desde hace cinco años es un deporte oficialmente reconocido como una competición.
En definitiva, es un ejercicio físico multicomponente muy efectivo y que, como siempre decimos, es muy barato.
Además, tiene la ventaja de ser uno de esos deportes que se puede disfrutar en familia porque es apto para abuelos, hijos y nietos.
Efectivamente. Puedes caminar o entrenar adaptando la intensidad a las necesidades del grupo. No sólo eso, yendo al mismo ritmo tú puedes trabajar un impulso y unas amplitudes distintas a las de otras personas.
El propio nombre de esta actividad nos indica cuál es su origen. ¿La importante colonia de residentes nórdicos en l’Alfàs ha sido importante para que la FENWA tenga aquí su sede?
La actividad surge en Finlandia en 1996 gracias a una investigación de un profesor de educación física en el marco de la búsqueda, por parte de la Administración, de actividades físicas que mejoraran la salud de la población.
Sin embargo, en los países nórdicos no es muy conocido, pero en el cambio de siglo llegó a Centroeuropa y ahí sí que tuvo mucho éxito como actividad saludable. Y, desde luego, el contacto de personas como yo, que lo ven en su país, es lo que trae la actividad a España. Han sido, sobre todo, alemanes, neerlandeses o suizos.
«En l’Alfàs del Pi lanzamos el primer curso en el año 2005, siendo los primeros en España»
¿Cuándo se pone la ‘primera piedra’ del nordic waling en l’Alfàs?
El primer curso de iniciación lo lanzamos en el año 2005. Fuimos los primeros en hacerlo y, a continuación, surgieron iniciativas similares en Catalunya. Es algo todavía muy reciente.
«Es muy importante que la gente sepa que el uso de los bastones requiere de una técnica concreta»
Supongo que habrá lectores que hayan levantado las cejas haciéndose una pregunta: ‘¿un curso para aprender a andar?’. Sin embargo, creo que es importante remarcar que es un ejercicio que no sólo ejercita el tren inferior, sino que, casi como la natación, permite mover todo el cuerpo.
Es exactamente como has dicho. Esto es mucho más que andar con bastones. Insistimos mucho en la importancia de aprender a usarlos porque ves a mucha gente que se los compra y luego los llevan a la espalda porque les molestan. Efectivamente, es lo que puede suceder si no sabes qué hacer con ellos.
Por ello, para nosotros es muy importante que la gente sepa que el uso de los bastones requiere de una técnica concreta. Son movimientos que afectan a todas las partes del cuerpo. Como tú has dicho, como en la natación. Hay fases de recobro y de impulso y todo eso debe estar coordinado. Es algo beneficioso para el retorno venoso de la sangre y para la coordinación cerebral.
¿Cuántos federados o practicantes hay ahora mismo en España?
Desde 2013 empieza el proceso para integrar la actividad de forma oficial como deporte. Esto implica que debe de estar reconocido por el Consejo Superior de Deportes y eso no se pudo hacer hasta que no se desarrolló el aspecto deportivo, cosa que se consiguió finalmente en 2015 a través de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME).
Por ello, ahora tenemos esas dos vertientes: la competitiva, que está bajo el paraguas de la FEDME y la que pertenece al sector ocio-salud. Es difícil decir cuántos practicantes hay en este momento, pero lamentablemente siguen siendo números muy pequeños.
¿La implantación geográfica ha ido creciendo?
En esta provincia hay bastantes lugares donde se practica. Además de en l’Alfàs, tenemos actividad en Alicante, en Benidorm, en Elche… Sin embargo, en la provincia de Valencia no hay nada. En Castellón, tampoco.
Por todo lo que me comenta, y esto igual sirve para animar a que la gente lo pruebe, parece un ejercicio muy adecuado para nuestra realidad actual ya que, tras un periodo de inactividad y sedentarismo muy prolongado, es muy completo y el riesgo de lesiones es más bien bajo.
¡Claro! Nosotros nos hemos centrado mucho en esa dirección de la actividad saludable. Ahora estamos introduciendo otras dinámicas como la música adaptada a cada ejercicio. También hacemos ejercicios de tonificación usando los bastones a modo de mancuernas; cardio a través de intervalos.
Además, estamos explorando el concepto del ‘mindfulness’, que está muy de moda y a la gente le gusta mucho. Es decir, consciencia de uno mismo, de la naturaleza, respirar, pasear… todo ello nos da una experiencia que hace que la gente se lo pase muy bien.