Entrevista > Luis San Julián Rodrigo / Ex jugador del CF La Nucía (Valencia, 14-mayo-1979)
El pasado 30 de junio se cumplió el primer aniversario del gol de San Julián, el tanto más celebrado en la historia del fútbol en la localidad de La Nucía. Esa diana, conseguida en el último segundo de la final por el ascenso, permitió al club hacer historia y puso broche de oro y diamantes, con guiño del destino incluido, a la trayectoria futbolística de un jugador modesto y ejemplar.
Todo ha cambiado desde entonces para San Julián, ahora empresario. El ex futbolista, formado en la cantera del Valencia, admite que no pudo soñar una despedida mejor y solo espera que su famoso gol se olvide pronto “porque será señal de que han llegado otros más importantes para La Nucía”.
«Ni en un guion de película se habría podido pedir más para mi despedida»
Ya ha pasado un año desde aquel agónico gol al Linares, pero el recuerdo sigue muy vivo. ¿Hasta qué punto ha marcado su vida ese día?
Muchísimo. Era mi último partido. Mira que he vivido cosas, como haber hecho pretemporadas con el Valencia, haber jugado en el Hércules, Ferrol… pero aquel día fue el más increíble de mi carrera.
Yo creo que ni en un guion de película se podía haber pedido más. No sé si habrá pasado otras veces que un defensa, en el último partido de su carrera, marque en el último minuto el gol del ascenso y el más importante de la historia de ese equipo.
Usted fue un jugador humilde, ¿cómo lleva eso de ser una leyenda viva?
Bien, pero creo que a veces se es un poco injusto. Se personaliza en mí el éxito, pero yo solo culminé el trabajo del equipo, de técnicos y compañeros. El destino quiso que fuera yo el que marcara con un remate raro. El fútbol es caprichoso.
Dígame un secreto. Después de ese gol, de tocar la gloria, ¿no se replanteó la decisión de retirarse?
No, era una decisión tomada y meditada desde Navidad y que la comuniqué a mis compañeros en enero. Bromeaba con ellos y les decía durante los meses siguientes que quería retirarme con un ascenso. Es verdad que había quién me decía que estaba para seguir, pero me surgió una posibilidad laboral importante y debía afrontarla.
Usted llegó a La Nucía ya veterano, con 37 años y con la carrera hecha, pero desde el principio encajó como un guante. ¿Por qué?
Influyeron varias cosas, como mi propia exigencia y la ambición del proyecto, pero también que el director deportivo, Kiko Lacasa, era amigo mío. Se hacía cuesta arriba todos los días coger el coche hora y media para ir a entrenar y otro tanto para volver a casa, pero el club siempre me puso facilidades.
Ya no está vinculado al club, pero no le quita el ojo de encima. ¿Qué le ha parecido su primera temporada en Segunda B?
Un éxito. Para un recién ascendido la idea siempre es afianzarse en la categoría y La Nucía ha cumplido de sobra. De haber continuado la competición podía haber optado a metas más ambiciosas.
«Conozco a la gente del club y sé que irá a por el ascenso a la Segunda B PRO»
Tal y como se ha reestructurado el fútbol, la Segunda B se va a convertir solo en una estación de paso a la élite. ¿Qué rumbo cree que tomará La Nucía?
El club tiene unas posibilidades de crecimiento enormes. Y no hablo solo del equipo, sino de toda la estructura de la entidad. Con las renovaciones que se han hecho en el primer equipo, y si se acierta con los fichajes, La Nucía puede aspirar a estar entre los clubes que pasan a la Segunda B PRO.
Usted conoce la casa, a sus dirigentes y a sus técnicos. ¿Cree que tendrán la ambición suficiente para dar ese paso en busca de la Liga de Fútbol Profesional?
Los conozco e irán a por ello. Este club es humilde, está saneado y en una zona privilegiada con unas instalaciones increíbles. Todo lo que rodea al club es positivo. ¿Qué jugador no va a querer fichar por La Nucía? No hay la presión añadida como en otros equipos, con más masa social e historia, pero sí auto exigencia, que en este club siempre ha sido máxima.
Ahora es empresario de un negocio ligado a la hostelería. ¿Sufre más ahora o cuando era el líder de la defensa?
Ahora trabajo más que en el fútbol. Al ser el dueño tienes bastantes más dolores de cabeza, aunque también es verdad que ganas otras cosas, como los fines de semana o tiempo para estar con mi hijo. A nivel laboral hemos vivido, como todos, unos meses complicados por la pandemia, aunque por suerte se ha reactivado algo durante este verano.
«Me queda la espina en mi carrera de no haber debutado con el Valencia»
Y un año después de colgar las botas, ¿está contento con su carrera como jugador o le queda alguna espina clavada?
Quizás la de no haber debutado con el Valencia. Cuando te formas en su cantera y ves el primer equipo tan cerca te quedas con la miel en los labios. Estuve un par de veces convocado con el primer equipo, pero no debuté.
Aunque estoy súper orgulloso de ver hasta dónde llegué. Tuve mala suerte porque me tocó el mejor Valencia de los últimos tiempos, cuando ganaba Ligas y jugaba finales de Champions. Tenía por delante a Djukic, Pellegrino, Ayala…No es como ahora, que es más fácil dar el salto.