Para los empresarios del sector hostelero en Santa Pola este es el verano más duro que recuerdan. Las nuevas restricciones les han hecho perder la esperanza de sacar la temporada adelante.
De nuevo restricciones
Desde el lunes 17 de agosto, las discotecas, bares de ocio nocturno y salas de baile no pueden abrir sus puertas. En cuanto a los bares y restaurantes, estos deben tener en cuenta varios aspectos: distanciamiento interpersonal mínimo de 1,5 metros y un límite de diez personas por mesa o agrupaciones de mesas, medida que ya fue impuesta por el Gobierno durante la fase 2.
Además, el horario de cierre se limita a las una de la madrugada y a partir de la media noche no se podrá aceptar más clientes, y se limita el consumo del tabaco en las terrazas. Los empresarios sostienen que su sector queda en una situación de discriminación e indefensión, sin disponer de ayudas compensatorias como sí está sucediendo con otros sectores.
Reivindicaciones
De seguir así las cosas el invierno va a ser muy duro en Santa Pola para todos ellos, y según el portavoz de la asociación, Juanjo Burgos, al menos un tercio de establecimientos no llegarán a final de año.
Las organizaciones territoriales que forman parte de la hostelería, han acordado la creación de una comisión jurídica interterritorial que estudie acciones legales. Desde Santa Pola no solo se apoyan estas acciones, sino que están participando en las movilizaciones convocadas, como la llevada a cabo en alicante a final de agosto.
¿Cuáles son sus sugerencias ante las nuevas medidas restrictivas?
Consideramos que los ayuntamientos deberían tener más voz en las decisiones que se están tomando, porque no todos los establecimientos tienen las mismas características y no todos deberían estar sujetos a las mismas condiciones. Eso es algo que dese la Consellería o desde el Gobierno no se puede controlar, pero desde los organismos locales sí.
A mí no me obligan a cerrar porque tengo terraza, pero el Sant James es un local de copas y obligarme a cerrar, tanto a mi como a otros locales de ocio que se encuentran en la misma situación, a la una, es una faena y no entiendo qué diferencia hay con cerrar a las tres si se van a seguir tomando las mismas medidas, me parece absurdo.
Los locales cerrados sin terraza ya es otra cosa, ahí no entro, pero en terrazas…
¿Qué parte de responsabilidad asumen?
Nuestro sector no es ni mucho menos el mayor propagador de esta pandemia, pero sin embargo se está culpando a un colectivo que lucha por mantener los puestos de trabajo que genera, y que ha actuado con responsabilidad desde el principio.
En este momento los bares son de los lugares más seguros. Desinfectamos las mesas y sillas en cada servicio, la máquina de tabaco después de cada uso, el datafono… y así con todo. En un supermercado te dan el gel en la entrada y punto, en un banco no desinfectan los cajeros en cada uso y se arman unas colas larguísimas sin ningún tipo de control, pero sin embargo el foco sigue estando encima de nuestras cabezas.
La culpa de los contagios no es del ocio; la culpa es sobre todo de las celebraciones privadas que se hacen sin ningún control.
«Al principio del verano las cosas no iban mal y con la llegada de agosto mejoraron, hasta que el Gobierno adoptó las nuevas medidas» J. Burgos
¿Qué resultados ha dejado el verano?
Al principio del verano las cosas no iban mal y con la llegada de agosto mejoraron, hasta que el Gobierno adoptó las nuevas medidas. A partir de ahí todo empezó a ir peor. Entre las medidas creo que la del tabaco ha sido una de las más negativas, y por supuesto la peor parte se la llevan los del ocio nocturno que han tenido que cerrar hasta nueva orden.
«Tras un invierno muy duro, el verano no nos ha permitido recuperarnos de las deudas» J. Burgos
A esto hay que sumar que se han suspendido las fiestas locales, que eran otra fuente de ingresos para todos nosotros. Por eso creo que este invierno va a haber una escabechina y que al menos un tercio de los establecimientos van a verse obligados a cerrar sus negocios al no poder soportar esta situación. Ojalá me equivoque. Venimos de un invierno muy duro y el verano no nos ha permitido recuperarnos de las deudas que hemos adquirido.
¿Han notado cambios en el perfil de los turistas que han llegado este verano?
Se ha notado que hay menos extranjeros. El público que hemos tenido procede sobre todo de turismo nacional. Santa Pola es una localidad de público fiel que suele repetir. Sobre todo, como siempre, la mayoría proceden de Elche, Madrid, Albacete y País Vasco.
Los hoteles de Santa Pola no han abierto este verano
Comercio
Para la presidenta de la asociación de comerciantes, Pepa Garri, las conclusiones son las mismas en cuanto a los resultados, en los que incluye también al comercio. “Ha sido un verano que no parecía verano, parecía más bien que estábamos en otra época del año. Hemos trabajado a medias y eso no es a lo que estamos acostumbrados en esta época”.
Según Garri los visitantes este año han venido con cortas estancias, a diferencia de otras ocasiones. La razón cree que ha sido la publicidad negativa que se hecho de nuestro país.
“A muchos les ha influido la publicidad negativa que se ha hecho fuera sobre España con los datos de la covid, y han decidido no venir por el temor al contagio. Para la restauración ha sido un mazazo y lo están pasando verdaderamente mal”.
Significativo ha sido también que no hayan podido abrir en todo el verano los dos hoteles de Santa Pola: Patilla y Polamar.