Entrevista > José Orozco / Concejal de Urbanismo y Medio Ambiente
Altea se ha propuesto no sólo abaratar la factura energética de sus vecinos sino, pensando en el futuro a medio plazo, aprovechar los distintos cambios normativos que se han venido produciendo recientemente, para sentar las bases de un nuevo modelo energético para el municipio.
José Orozco, concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, perfila en esta entrevista con AQUÍ en Altea los planes que deben llevar a la Villa Blanca a convertirse en un modelo de gestión energética en el plazo de pocos años.
«El confinamiento hizo aumentar la demanda energética un 28%»
El pasado mes presentaba la creación de la Oficina Verde, de la que ya dimos buena cuenta en AQUÍ en Altea. Una de sus finalidades es la ayuda al consumidor a la hora de encontrar buenas ofertas de suministro energético. ¿Qué les ha llevado a tomar esta decisión?
El confinamiento hizo aumentar la demanda energética un 28%. El problema es que medidas de protección, como la prohibición del corte de suministros, no han llegado acompañadas de una bajada de precios o una cancelación de deudas.
Todo ello, sumada a la bajada de ingresos y otros factores, han provocado que el número de personas en situación de vulnerabilidad energética en Altea hayan aumentado y nosotros hayamos reaccionado ante esa situación.
«Estamos en una pelea continua por conseguir que la lucha contra el cambio climático sea algo de todos»
Además, todo ello enmarcado dentro de un objetivo medioambiental…
Es evidente que estamos en una pelea continua, dentro de las posibilidades que tenemos, para reducir las emisiones a la atmósfera y por conseguir que la lucha contra el cambio climático sea algo de todos. Nos pareció una buena idea, en este sentido, crear una Oficina Verde que pudiera asesorar de forma individualizada a los vecinos para mejorar sus contratos de suministro.
Así pues, tal y como has indicado, trabajamos desde la doble vertiente económica y medioambiental. Si lo que quieres hacer es luchar por el medioambiente, el impacto es mucho mayor si consigues que la gente pueda ahorrarse 150 euros anuales por familia o 500 euros en un comercio.
También se trata de un proyecto transversal entre distintas concejalías.
Efectivamente, vamos a trabajar toda la cuestión de la pobreza energética junto a Bienestar Social. Gracias a la Oficina Verde vamos a formar al equipo humano de Bienestar Social, pero también a otras asociaciones que pueden estar involucradas en esta labor, como es Cruz Roja, para poder ir a las casas que identifiquemos con mayor riesgo de vulnerabilidad.
¿Con qué objetivo?
Sobre todo, aplicar medidas de eficiencia energética para evitar esas pérdidas que, al final, lo que hacen es que las familias acaben gastando más dinero del que necesitan en unas facturas que, en muchas ocasiones, se pueden disminuir a la mitad.
Relacionado con la eficiencia energética de las casas, ¿tiene Altea un problema con la calidad de construcción de las viviendas?
Hay que tener en cuenta que todo esto es relativamente nuevo y que hay muchas construcciones que son de las décadas de los 50, 60 o 70 del siglo pasado, una época en la que no se tenía en cuenta la eficiencia energética. A día de hoy, sí se piensa en muchos factores, como la orientación o los propios requisitos que se exigen para la concesión de licencias.
Lo que sí puedo adelantar es que desde el Ayuntamiento estamos ya trabajando en un concepto nuevo, que aparecerá en breve, y que son las comunidades energéticas.
¿En qué consisten?
Básicamente, en que tú podrás hacer una instalación fotovoltaica permitiendo que las edificaciones existentes en 500 metros a la redonda se puedan beneficiar de la misma. Nosotros estamos por democratizar esa energía. La normativa está cambiando y va a venir un gran boom en el autoconsumo energético.
Nosotros queremos posicionarnos, de tal manera que no puedan venir grandes gigantes a beneficiarse de ello y, como he dicho, democratizar la energía fomentando la economía circular. Pero antes de eso, tal y como me preguntabas, está la cuestión de ser mucho más eficientes, que es algo que podemos hacer de muchas maneras en nuestras casas.
«La energía más barata es aquella que no se consume»
¿Y cómo van a conseguir ese primer objetivo?
Vamos a organizar talleres en los que se enseñará como, con pequeñas actuaciones, se puede hacer una gran diferencia. Al final, la energía más barata es aquella que no se gasta. Así pues, primero vamos a buscar el objetivo de no gastar energía innecesaria. Luego, nos ocuparemos de encontrar la forma más verde y económica de generarla.
Ese cambio normativo del que me hablaba antes pasa por la derogación del llamado impuesto al sol.
Así es. Ha desaparecido y eso es lo que nos permitirá trabajar esas comunidades energéticas. Voy a poner un ejemplo. Supongamos que el Ayuntamiento se plantea colocar placas fotovoltaicas en el Pabellón de Garganes. La gran novedad de la nueva normativa, y esto no se podía hacer antes, es que, en 500 metros a la redonda del Pabellón, la gente se podrá adherir, y ese será nuestro objetivo para 2021, a esa energía verde que, encima, estás produciendo tú, generando empleo en el municipio y que no tienes que transportar.
Hay que tener muy en cuenta esa cuestión. Hoy en día, Altea ya consume energía limpia, pero no se produce en el municipio y eso conlleva tanto un gasto económico como medioambiental al tener que transportarla.