Entrevista > Francisco Jorge Mora / Compositor (Rojales)
La de Francisco Jorge Mora García es una vida dedicada totalmente a la música en sus diferentes facetas. Nacido en Rojales, ha sido en Orihuela donde se ha formado como músico y compositor y desde esta ciudad ha exportado sus creaciones al resto del mundo.
Es Profesor de Música en el Colegio Santo Domingo de Orihuela, compuso la Banda Sonora de la película “Armengola, La Leyenda” que dirigió Pablo Riquelme, ha participado en diversos eventos y concursos nacionales, es miembro de la SGAE, su música ha sonado en países tan diferentes y lejanos como Rusia, Finlandia, Canadá, India, Estados Unidos o Brasil y a primeros de año fue seleccionado en el Ciclo de Jóvenes Compositores y su música fue interpretada por la Banda Sinfónica Municipal de Alicante en el ADDA de dicha ciudad.
Ahora acaba de componer una obra musical sobre la Armengola, una suite para banda sinfónica con nuevas melodías y sonoridades a la que compuso anteriormente; además esta pieza se la dedica a la ciudad de Orihuela y al dramaturgo Atanasio Die Marín fallecido hace poco tiempo.
¿Qué diferencias hay entre esta nueva obra sobre la Armengola y la que hiciste para la película que dirigió Pablo Riquelme?
La banda sonora que compuse para la película combinaba instrumentación étnica con los instrumentos propios de la orquesta sinfónica. Tenía una duración de una hora, aproximadamente, en la que se combinaba música incidental, ambiental y diegética, siempre al servicio de la imagen.
En la nueva obra, la propuesta musical de la banda sonora y su dimensión étnica han sido trasladadas a la sonoridad de la banda de música sinfónica y a una estructura de pieza de concierto, que se ejecuta en unos dieciséis minutos, aproximadamente.
¿Con qué finalidad has compuesto esta obra?
Los objetivos de esta composición son el de disponer de una pieza que pudiera plantearse en la lógica de una obra de concierto (recordemos que la banda sonora original de la película dura una hora) y, sobre todo, el de ampliar el patrimonio cultural y musical de nuestra Vega Baja, creando una obra musical ligada a una leyenda de importante calado en la ciudad de Orihuela.
¿Las piezas de dicha obra siguen un orden cronológico como si se tratase de una historia?
La música con la que comienza la obra nos remite a la Orihuela del año 1265 y el ‘leitmotiv’ principal hace alusión al coraje de una mujer que tuvo que tomar decisiones duras y complicadas en una situación dramática.
He intentado plasmar la valentía y la fuerza de la Armengola en un tema que va recorriendo la obra, evolucionando y creciendo. La música intenta plasmar los momentos clave de la historia, desde la confabulación de Benzaddon hasta la victoria cristiana, pasando por temas épicos de batalla y dramáticos. La pieza es un homenaje a Orihuela, ciudad que, particularmente, me ha dado mucho.
¿Qué te ha dado Orihuela?
Aunque soy de Rojales y amo a mi pueblo con pasión confesa, he de decir que Orihuela me ha dado cosas importantísimas. Hace casi veinte años tuve el inmenso honor de formar parte del profesorado del Colegio Diocesano Santo Domingo. Allí conocí a grandes amigos y a la que ahora es mi mujer. Dos de mis tres hijos nacieron en Orihuela.
No tardé en fascinarme por sus tradiciones, cultura e inmenso patrimonio material e inmaterial. Componer la obra musical ‘Armengola’ es hacer una loa a Orihuela, cantar a las virtudes y belleza de esta ciudad.
¿Qué has hecho musicalmente desde que, en 2011, compusiste la música para la película?
Es complicado responder a esta pregunta. Desde el año 2011 he realizado muchos y variados trabajos en el ámbito musical. He compuesto la banda sonora para cinco cortometrajes, sintonías, la BSO de un videojuego (aún por estrenar), piezas de música coral, marchas de procesión para Semana Santa, piezas de música de cámara, piezas sinfónicas, arreglos para discos… y me dejo cosas seguro.
«Me preocupa y motiva la cultura de nuestra tierra»
Tienes un curriculum tan extenso como interesante y has llevado tu música por diversos países del mundo, sin embargo, a nivel popular no eres tan conocido como otros músicos. ¿Qué te falta para llegar a todo tipo de públicos?
Yo trabajo en la parcela de la composición. Es normal que los músicos sean más conocidos. A mí nunca me ha preocupado llegar a un público mayor ni ser reconocido por mi trabajo, compongo por pura necesidad.
«De pequeño me llegaban a la cabeza melodías de las que no me podía desprender»
De pequeño me llegaban a la cabeza melodías de las que no me podía desprender, y conforme he ido creciendo, gracias al conocimiento de la música y la técnica adquirida con el trabajo y el estudio, he podido extraer todas esas músicas. Para mí es algo liberador, es dar respuesta a una necesidad fisiológica. Otras personas necesitan hacer deporte para recuperar el equilibrio. En mi caso, encuentro paz en la creación artística.
No me siento cómodo en ‘las alturas’ y tampoco tengo claro que mi obra sea digna de grandes reconocimientos. Por otra parte, siempre he estado centrado y preocupado por la preservación y enriquecimiento del patrimonio musical de nuestra zona. He trabajado mucho colaborando y ayudando a quien ha solicitado mi trabajo musical en la Vega Baja, bien sean directores de artes escénicas o cinematográficas, así como asociaciones culturales, comparsas y cofradías. Me preocupa y motiva la cultura de nuestra tierra.
Dedicas esta obra a Orihuela y al dramaturgo Atanasio Díe Marín, ¿hiciste algo conjunto con este gran creador oriolano?
Conocí a Atanasio y a su mujer Manoli en el rodaje de la película ‘Armengola. La Leyenda’ de Pablo Riquelme. Desde el primer momento me parecieron dos grandes motores de la cultura oriolana. Atanasio tuvo la humildad y grandeza de poner su gran experiencia en el mundo de las artes escénicas al servicio del, entonces jovencísimo, director Pablo Riquelme. Lo hizo sin imposiciones, de forma altruista y con gran ilusión. Me pareció un gran hombre.
Él trabajó mucho por la leyenda de la Armengola, gracias a su teatralización ‘La puerta de la traición’, que realizó para las fiestas de Moros y Cristianos de Orihuela. Su inesperada muerte me impactó. Cuando comencé a componer la nueva obra tenía claro que iría dedicada a su memoria.
¿Si se impone, como todos esperamos, la normalidad, qué proyectos tienes como profesor, director y compositor de música?
Como profesor, seguir trabajando con mucha ilusión, llevando la música a mis alumnos e intentando desarrollar en Santo Domingo proyectos educativos y culturales. Cada curso en mi colegio es ilusionante y desafiante.
Como compositor, como he dicho anteriormente, espero poder atender a los encargos que vayan surgiendo, así como seguir contribuyendo, desde mis humildes posibilidades, al engrandecimiento del patrimonio inmaterial y musical de nuestra tierra.