Próxima exposición de acuarela en el Museo del Mar:
Exposición Piedra y Luz por Fatemeh Zahab Saniei (Isfahán -Irán-1983) Del 1 de octubre al 31 de diciembre
Horario:
Del 1 al 15 de octubre:
De lunes a viernes de 10 a 14 h.
Del 15 de octubre al 31 de diciembre:
De lunes a viernes de 10 a 13 h. tardes de 16 a 19 h.
infomuseo@santapola.es Tlf: 965416223
Fatemeh Zahab, nacida en Isfahán (Irán) 1983, Licenciada en matemáticas por la University Mobarake Esfahan. Sus comienzos en el mundo de la acuarela fue a la edad de los 25 años con profesores que trabajan en el realismo. Después de un año sería el Impresionismo quien despierte su interés, familarizándose con el mismo a través de la red (internet), estudiando las pinceladas y detalles de las obras de algunos de los grandes artistas e influenciada por los mismos (Álvaro Castagnet, José Zbukvic). Su carrera artística se ve interrumpida en diversos periodos, siendo muy importante haber sido seleccionada y estar con grandes artistas en la IV Bienal Internacional de nuevas técnicas en acuarela de Caudete; lo que hace que retome la actividad pictórica de forma continuada y con mayor intensidad. Con ello decide trabajar y buscar su propio estilo.
Todo camino vivido y sentido, como si hubiera pasado un mundo, y apenas han pasado unos años… si acaso, dos o tres primaveras. Pero ha sido tan intenso ese camino, ese tránsito, que da la sensación de que nos hemos tragado media vida.
Desde aquellos primeros trabajos, donde era evidente la escasez de información y una sequía en lo argumental, unido a unas penosas limitaciones en lo referente a lo material, hacían sospechar que aquí había mucho camino por recorrer y muchas piedras en los zapatos por eliminar.
En aquellas obras todo se parecía a todo, a algo reconocible. Todo era la conclusión, el final de una lección bien aprendida, la impronta repetida o el resumen de un tutorial. Por más que buscábamos solo encontrábamos una gran voluntad y un manantial de recursos que habían nacido allí donde no había, casi, esperanza de ser aprovechados. Un milagro que solo se explica, o por el deseo irrefrenable de lo inalcanzable o por la inevitable materialización de aquello que es propiedad de muy pocos y que conocemos con el nombre de genialidad.
Seguramente, Fatemeh hizo que todo este laberinto de razones, recursos, y sobre todo buenos resultados, formalizara en todos nosotros, pero sobre todo en Florencio, una gran ilusión. Esa ilusión y esa esperanza se estaba materializando y toda esa fuerza expresiva y creadora se iba haciendo más y más fuerte en cada correo. Era la inequívoca e inevitable emoción de ver hasta donde sería capaz de llegar, de cómo se iba formalizando su espíritu artístico, de cómo iba creciendo una gran artista. La estamos viendo crecer y en cada propuesta, Fatemeh va dando muestra de su gran talento creativo. Sus recursos técnicos, ahora si, fruto de su propia experimentación están poniendo constantemente a prueba su condición de artista, su condición de verdadera creadora, narradora de sueños… de sus propios sueños… Palabras sacadas de un seguidor son más que reveladoras de donde y a donde ha llegado su poder creativo…
…no veo sólo una acuarela de estructuras arquitectónicas sino una arquitectura de la luz.
Noto en tu obra también la lucha de la luz con la piedra para darle una forma que penetre el alma y que haga que el mundo se olvide del maestro pedrero y que disfrute de tu maestría en esculpir LA LUZ…
Palabras sencillas, llenas de ternura y de emociones contenidas intentando expresar una sensación al contemplar unas obras llenas de intenciones y cargadas de mucha más que bellas postales. Obras de Arte, con mayúsculas, resultado del trabajo duro y constante y de la ilusión de hacer bello todo lo que le rodea y de dotar de vida y luz propia, incluso a lo más rudo y tosco.
Fatemeh, está en un proceso creativo, imparable, se ha encontrado con su yo, y está dándonos visiones muy personales de cómo ve y entiende su arte, sus mundos.
Esto no ha hecho más que empezar, en cada entrega, en cada correo nos sorprende con nuevas propuestas, nuevas aportaciones técnicas, que no hacen más que darnos a entender que esto no tiene frontera ni límites, si ella sigue alimentando a sus musas y sigue trabajando con la misma ilusión y con el mismo entusiasmo. Esto no son más que los primeros pasos…
Fatemeh es ya una gran artista y nos tiene que regalar muchas alegrías, muchas sorpresas y ese brillito en los ojos que solo da la ilusión… (la ILUSIÓN, sobre todo, cuando es compartida).