Petrer va a celebrar sus fiestas patronales suspendiendo todos los actos que impliquen aglomeración de personas y adaptándolas a la situación actual por la crisis sanitaria del coronavirus. Así lo ha anunciado el Ayuntamiento, que finalmente ha optado por mantenerlas, aunque en un formato mucho más reducido que en anteriores ocasiones.
La evolución de la pandemia, cuya segunda ola avanza imparable a sus anchas dentro y fuera de la localidad, ha obligado a tener que modificar el guion de un programa festivo que, en situaciones normales, implica la participación multitudinaria de cientos de personas, con las que, dadas las circunstancias actuales, no sería posible cumplir con los protocolos sanitarios que las autoridades exigen.
Supresión de los conciertos
Precisamente, desde Fiestas se han tenido que rectificar sobre la marcha algunos de los espectáculos previstos en un primer momento. Y es que, a pesar de haberse anunciado a bombo y platillo la celebración de los conciertos, uno de los actos que más gente reúne, la concejala del área tuvo que salir a la palestra pocos días después para informar de su suspensión definitiva.
La edil, Ana Tortosa, nos ha explicado que la concejalía que ella dirige había decidido mantener estas actuaciones musicales, que iban a contar con la participación de artistas locales, con todas las medidas de seguridad ya aplicadas en las actuaciones de verano de ‘Cultura al carrer’, pero por “prudencia y responsabilidad” no ha habido más remedio que eliminarlas del cartel casi a última hora.
Tristeza por la suspensión
Tortosa ha expresado su pesar por la supresión de los conciertos, pero ha matizado que no ha habido otra opción: “tuvimos una reunión con las asociaciones de vecinos de los barrios y por unanimidad dijeron que, dada la situación por la que estamos atravesando, no era adecuado mantenerlos”. La pandemia ha ido últimamente en aumento, y “lo primero es la seguridad de los vecinos y vecinas del pueblo”.
La intención del Ayuntamiento, explica, era la de celebrar unos conciertos en la línea del pasado verano, con todas las medidas de seguridad, distanciamiento social y desinfección previa, pero el empeoramiento de las circunstancias actuales “nos han obligado, con mucha pena, a tener que prescindir de ellos”.
“Queríamos seguir apoyando a los artistas de la localidad, que se han quedado sin trabajo y estaban muy ilusionados con volver a la actividad, pero no ha podido ser y esperamos contar con ellos para el año que viene”, concluye la edil.
Fuegos artificiales
Aun así, Ana Tortosa nos ha afirmado que no se quieren eliminar por completo todos los actos en honor a la Virgen del Remedio y para ello se van a mantener, aunque sea testimonialmente, un par de ellos relacionados con la pólvora. Uno es el de la Alborada del día 5, justo después del volteo de campanas de las 12 de la noche.
Y, por otro lado, y como novedad para este año, se va a sustituir la tradicional Mascletá del 7 de octubre, día grande de las fiestas, por un bombardeo aéreo de fuegos artificiales que se va a lanzar desde la explanada del castillo, para que sea bien visible desde todos los domicilios, al ser el lugar más elevado del casco urbano, y así “todo el mundo sepa desde sus casas que Petrer está en fiestas”. Será en torno a las 13:30 horas, nada más acabar la Misa Mayor de las 12 del mediodía.
Actos religiosos
Por lo que respecta a los actos de carácter eminentemente religioso, la Cofradía de la Virgen del Remedio también ha tenido que adaptarse. Este año no habrá procesión, aunque se va a mantener como acto central la ofrenda de flores y de alimentos del 6 de octubre por la tarde, en la que está previsto sacar la imagen de la Virgen a la puerta principal de la iglesia de San Bartolomé para que los fieles presenten sus respetos y sus ofrendas a la patrona, habilitando ambos lados de la escalinata central para que todo el que lo desee pueda subir y bajar por ella “siempre manteniendo la distancia de seguridad”, nos explica Alberto Montesinos, mayordomo de la Cofradía.
Volteo de campanas
Otro de los pocos actos que se mantienen es el volteo de campanas del 5 de octubre a las 12 de la noche, al que sigue la interpretación de la Salve Marinera, que este año tiene lugar en el Altar Mayor de la iglesia con asistencia muy restringida, tanto de público como de músicos. A su término se abrirán las puertas del templo para que quien quiera pueda entrar a saludar a la Virgen, todo ello respetando al máximo los protocolos de seguridad.
Por su parte, la Misa Mayor del día 7 a las 12 del mediodía también se va a mantener, con dos oficios religiosos más, uno a las 9 de la mañana y otro a las 7 de la tarde, velándose en todos los casos por el respeto escrupuloso de la distancia y aforo de seguridad. Montesinos ha hecho un llamamiento a los fieles para que no acudan en masa al turno de las 12 y procuren asistir a las otras dos misas programadas para ese mismo día.