Durante la última década del pasado siglo, antes de que Florentino Pérez volviera a llevar a su equipo a reinar en el Viejo Continente, una marca de comida enlatada hizo famoso un anuncio de televisión en el que un simpático anciano, al que situaban viviendo apartado del mundo y sin aparente contacto con la ‘civilización’ –lo que no le impedía disfrutar de las fabadas de esa marca–, le preguntaba a un visitante urbanita aquello de ‘y el Madrid qué, otra vez campeón de Europa, ¿no?’.
Han pasado muchos años de aquello y el Madrid, efectivamente, ha vuelto a ser el rey indiscutible de la Champions Legue (hasta en el nombre ha cambiado el asunto), pero hay cosas que parecen haber quedado ancladas en el tiempo y, como sucedía con aquellas eternas promesas de éxito de la Quinta del Buitre, no tienen pinta de ir a convertirse en realidad en un futuro cercano.
Los habitantes de la Marina Baixa, como aquel anciano, podrían –y deberían– preguntarle a sus representantes políticos cada cuatro años, cuando sus discursos electorales se llenan de promesas, algo así como ‘y el segundo hospital lo volvemos a proyectar, ¿no?’. Y es que el prometido y necesario centro lleva varado en el limbo que va del cajón a la mesa décadas.
Del segundo hospital ya no se habla
Promesas incumplidas
Pasada la época de las ‘vacas gordas’, aquella en la que el ladrillo todo lo podía y los dineros públicos se gastaban como si la historia no nos hubiese enseñado que la siguiente crisis siempre espera, como el iceberg del Titanic, tras algún denso banco de niebla a proa, aquellas promesas de construcción del segundo hospital, para el que llegaron a barajar de forma muy firme los terrenos, se perdieron como lágrimas en la lluvia.
Desde entonces, el vetusto y saturado Hospital Comarcal de La Vila Joiosa y, por supuesto, sus profesionales han seguido dando, como mejor han podido y sabido, servicio a una zona que, especialmente en los momentos de mayor afluencia turística, evidencia su infradotación de recursos básicos en los que la sanidad no es ninguna excepción.
Reformas, parches y alguna que otra actuación de cierto calado han ido sucediéndose en todo este tiempo, pero del segundo hospital ya no habla nadie y sólo el descenso de turistas provocado por la pandemia –de la saturación vivida durante lo más agudo de la crisis sanitaria hablaremos en otro momento– ha permitido pasar un verano relativamente tranquilo.
De la necesidad, virtud
Pero si algo bueno puede salir de la evidencia que ha supuesto esta pandemia en cuanto a la necesidad de mejorar y ampliar la atención primaria y hospitalaria de la Marina Baixa es, precisamente, un importante impulso que parece que se va a convertir en la ampliación del Hospital Comarcal.
En esta ocasión, una población que ya no confía en las promesas vacías tantas veces incumplidas, parece mirar con cierto optimismo esta nueva palabra dada, ya que la conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública anunciaba recientemente la aprobación del proyecto básico y la solicitud de las licencias de obra necesarias para la realización de esta mejora.
El presupuesto del proyecto ahora presentado asciende a 36 millones de euros
Más de 30 millones
El Hospital Comarcal de La Vila Joiosa precisa urgentemente de una actuación decidida que pueda paliar su grave situación de saturación. Necesita, además, un aumento de la dotación de personal del mismo, pero, quizás, lo más perentorio ahora mismo sea construir esa ampliación para la que ya existen números definidos.
Tal y como ha informado la Conselleria, el presupuesto total de esta intervención ascenderá a 36 millones de euros, convirtiéndola en la obra más ambiciosa en esta infraestructura desde que la misma se inauguró.
También se creará una nueva zona de aparcamiento que dará cabida a más de 300 vehículos
El proyecto de ejecución está ahora en fase de redacción y prevé que la nueva superficie construida sume 32.714 nuevos metros cuadrados a los actualmente existentes. Principalmente, se destinarán a servicios asistenciales flexibles, eficientes y humanizados. A todo ello hay que sumar una superficie de algo menos de 20.000 metros cuadrados que dará cabida a un aparcamiento para más de 300 vehículos.
Mejoras previstas
A la espera de conocer cómo se articulará el proyecto definitivo, la Conselleria trabaja con la idea de crear nuevos espacios para la central de esterilización, zona de diagnóstico por imagen, urgencias generales, pediátricas y ginecológicas; una nueva Unidad de Corta Estancia, una Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria y un nuevo bloque quirúrgico junto a una zona de Reanimación postanestésica, así como la Unidad de Cuidados Intensivos.
Además, el proyecto de la Conselleria contempla necesidades actuales que van más allá de las funcionalidades básicas de un centro hospitalario. Así, se tendrá muy en cuenta la flexibilidad de los espacios y los criterios de eficiencia energética.
Por último, la unión de la nueva zona de ampliación con las actuales instalaciones se realizará a través de un paseo ajardinado con cubierta.