La conselleria de Educación, Cultura y Deporte declarará ‘Bien Inmaterial de Relevancia Local’ la representación de la obra ‘El Señor Don Juan Tenorio o dos tubos un real’, que actualmente codirige Miguel Barcala Vizcaíno.
Por su contenido humorístico y crítico se decidió estrenarla el Día de los Inocentes
Cien años de comedia
‘El Señor Don Juan Tenorio o dos tubos un real’ se estrenó el 28 de diciembre de 1919. Su autor, Emilio Rico Albert, comenzó a concebir la idea de la parodia de la figura de Don Juan tras asistir a una interpretación teatral de la obra de José Zorrilla, realizada por una compañía de Alicante en 1916. Fue en ese momento cuando “empezó a maquinar como convertir una obra dramática en una obra cómica”.
Por su contenido humorístico y crítico decidió estrenarla el Día de los Inocentes, con la intención de que nadie pudiera sentirse incomodado en el caso de ser aludido durante la obra. “El día del estreno hubo una grandiosa aglomeración de personas que querían entrar al Teatro Castelar a ver la obra. Tuvo que salir el alcalde de la época junto a Emilio Rico para trasladar a los allí reunidos que, al haberse agotado las entradas, repetirían la función en los próximos días” apunta Miguel Barcala Vizcaíno.
A lo largo de su historia ha tenido tres parones
Tres parones
A lo largo de su historia, ‘El Señor Don Juan Tenorio o dos tubos un real’ ha tenido hasta tres paréntesis. El primero de ellos con referencia a la Guerra Civil, el segundo de 1962 a 1971 y, por último, durante las obras de remodelación del Teatro Castelar.
El segundo paréntesis se produjo porque el grupo que formaba la obra por aquel entonces “se hizo mayor y decidieron parar la obra”, parecía que la tradición se había perdido. Sin embargo, Jenaro Vera Navarro, nombrado presidente de la Junta Central de Comparsas, y miembro de la obra, decidió organizar en 1971 un acto cultural, paralelo a la fiesta de Moros y Cristianos, conocido como la Semana del Humor. Un año después incluiría la obra de Emilio Rico en dicho acto y así es como contactaron con Miguel Barcala, actual codirector de la obra.
“En un principio Jenaro Vera rescató el tenorio para hacerlo sólo una vez durante la Semana del Humor, que se celebró en abril, pero fue tal la repercusión que tuvo que volver a realizarla y a aplazarla a su fecha original, el 28 de diciembre” señala Barcala.
De fan a codirector
Miguel Barcala era “un espectador incondicional del Tenorio durante mi adolescencia, no me perdía una sola función”. Por ello, cuando en 1972 le llamaron para formar parte del grupo de actores fue una grata sorpresa para él, especialmente porque “como conocedor del tenorio, y al tener ya cierta experiencia teatral, no me resultó muy difícil meterme en los papeles”.
Primero interpretó a Don Luis Lejías, hasta que, cinco años más tarde, interpretase nada más ni menos que al mismísimo Don Juan Tenorio. Ya en 2006 le relevó Isidro Juan Gallardo. Desde entonces es codirector, junto a Juan Sanchiz, de la obra.
El año pasado se celebró el centenario de la obra
Fin de fiesta
Tras haber celebrado el año pasado el centenario de la composición, en el cual se le otorgó el nombre de un palco del Teatro Castelar a su autor Emilio Rico Albert, el Tenorio eldense sigue igual de vivo, pues la obra se reinventa año tras año. “A pesar de haberse escrito el texto a principios del siglo pasado, tiene mucha frescura. Nosotros año tras año vamos actualizando algunos elementos, adecuándolos al contexto actual, siempre en clave de humor” matiza Miguel Barcala.
Y es que, desde que se crease la obra, han sido varios los cambios que se han ido sucediendo, como la incorporación de música o la tan popular conocida como fin de fiesta, “un número musical en el que intervienen todos los actores que han formato parte del elenco y que cada año es diferente. Gusta mucho y es la guinda del espectáculo” añade.
Bien Inmaterial
La conselleria de Educación, Cultura y Deporte ha publicado, en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), la resolución por la que se incoa expediente para incluir el Tenorio eldense en la sección quinta del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano, con la calificación de Bienes Inmateriales de Relevancia Local.
“El año pasado iniciamos este proceso, junto al Ayuntamiento de Elda, presentando multitud de documentación a la Generalitat Valenciana, incluido el libro ‘El don Juan eldense de Emilio Rico Albert, el de los dos tubos un real’ que publiqué en 2002. Afortunadamente, el mes pasado nos llegó la notificación y estamos muy contentos no sólo porque para nosotros sea una satisfacción, sino también porque es una buena noticia para el patrimonio histórico local”, apunta Barcala Vizcaíno.