La proximidad, las ‘escapadas’, ese es el objetivo a por el que se han lanzado todos los destinos turísticos de la Costa Blanca -y de todo el país- para este complicado invierno que se nos avecina.
Dicho de otro modo, a municipios como Altea, que centran buena parte de su oferta de la llamada temporada baja en el turismo residencial, les toca reinventarse y dejar de pensar en las largas estancias y apostar por las ‘píldoras’ rápidas y la variedad para conseguir que los viajeros de fin de semana o de puentes -con el ‘acueducto’ del 9 y 12 de octubre como primera meta volante- no sólo vengan una vez, sino que, a ser posible, se fidelicen y repitan.
Gastronomía, naturaleza y cultura centran la oferta turística del otoño alteano
Oferta para el otoño
Es un reto muy complicado porque, además, se trata de mantener una desestacionalización que costó muchísimo conseguir y que, al contrario de lo que sucede en zonas competidoras no muy lejanas, tanto insulares como peninsulares, permite mantener abierta la planta hotelera, de campings y de pisos turísticos, durante todo el año.
Por ello, Altea ha centrado su oferta turística para este otoño en actividades que pondrán en valor algunos de sus secretos mejor guardados hasta la fecha y en sus parajes naturales. También, por supuesto, en ese casco antiguo coronado por la ‘Cúpula del Mediterráneo’. Todos ellos serán los grandes atractivos con los que convencer a los visitantes.
El puente del 9 y 12 de octubre marcará el inicio de un periodo que se dará por cerrado en Navidad
Arranque en el puente
En esta ocasión en la que, como ya hemos dicho, la realidad pandémica obliga a tirar de inventiva, a eso se ha dedicado la concejala de Turismo de la Villa Blanca, Xelo González, cuyo equipo ha trabajado de manera conjunta con las áreas de Medio Ambiente y Comercio para componer un catálogo de actividades que, además de los visitantes, pueda también ser disfrutado por el resto de habitantes de la Marina Baixa y de los propios alteanos.
Así las cosas, lo más importante en estos momentos es no perder el tiempo y, por ello, la primera de las propuestas programadas llegará el 10 de octubre, aprovechando el puente que arrancará un día antes con motivo del Día de la Comunitat Valenciana y que se prolongará hasta el lunes con la celebración de la festividad del Pilar.
“Comenzaremos con una visita guiada al Casco Antiguo”, explica la propia edil alteana. Una iniciativa con la que, como añade, esperan poder ofrecer a visitantes y vecinos del municipio una visita con un guía de turismo oficial aprovechando el puente de octubre. Con ella, los asistentes podrán conocer algunos de los secretos que sigue guardando la zona, una de las más fotografiadas y reconocibles de toda la costa mediterránea española.
Naturaleza en vivo
Pero Altea, además de ser un destino más que apetecible para los amantes de las estampas urbanas de un Mediterráneo que dejó de existir hace ya mucho tiempo en la mayoría de destinos, es un gran polo de atracción, gracias a sus parajes naturales, para los amantes del Medio Ambiente.
Por ello, tal y como prosigue explicando la responsable local del área de turismo, el 25 de octubre alteanos y visitantes podrán celebrar el Día Mundial de las Aves, con una actividad que se centrará en el proceso migratorio de las aves y que será coordinada junto al Parc Natural de la Serra Gelada, teniendo como escenario la desembocadura del río Algar.
Gastronomía y pesca en noviembre
La ya confirmada cancelación de las fiestas de l’Alfàs del Pi y la más que probable decisión de suspender las de Benidorm, provocan que dos de los principales generadores de visitas del mes de noviembre en la zona se hayan ‘caído’ del calendario obligando a todos a buscar nuevas opciones con las que atraer a los visitantes.
Altea parte, en ese sentido, desde la ‘pole position’ que le otorga su variada oferta gastronómica, algo que aprovechará la Villa Blanca para celebrar ‘La Cuina de les Barques’, unas jornadas que pondrán, literal y metafóricamente, sobre la mesa lo mejor que la cocina alteana puede ofrecer, y que se prolongará entre los días 6 y 15 de noviembre.
Unas jornadas gastronómicas que, además, se verán apoyadas por una actividad que, organizada por la concejalía de Comercio, hará un guiño al pasado y presente marinero de la villa. Se trata de las jornadas de ‘Consumo responsable y Pesca Artesanal en Altea’. Tal y como explica Xelo González, “es una actividad preparada por los técnicos del Parc Natural de la Serra Gelada, y tiene como objetivo sensibilizar al consumidor de la importancia del producto local, en este caso el pescado de la bahía de Altea, cuyo consumo contribuye a la conservación de los espacios naturales de su entorno y a la economía local”.
El aforo máximo de las actividades se ha fijado en 25 asistentes siguiendo la normativa sanitaria
Ecosistemas diferentes
Pero Altea es, además de mar, montaña. Por ello, ese mismo mes tocará darle la espalda al Mediterráneo y mirar hacia el interior, hacia la Serra de Bèrnia. Allí, el biólogo Carlos Úbeda invitará a los asistentes a descubrir los asombrosamente variados paisajes de ese paraje.
Adentrándonos ya en los meses más fríos del año, Altea se erigirá como un destino accesible celebrando, en el mes de diciembre, el Día Mundial de la Diversidad Funcional. Para ello, volverá a poner el foco en el río Algar y su desembocadura, donde las actuaciones realizadas en los últimos tiempos permiten a personas con movilidad reducida estar en contacto directo con este rincón del Parc Natural de la Serra Gelada.
Y, por supuesto, metidos ya en pleno mes de diciembre, la Navidad centrará la parte final de esta programación turística que nos llevará a despedir el año 2020. Con motivo de esas fechas tan especiales, el guía local Joan Such liderará una visita, el día 19 de diciembre, bajo el nombre ‘Altea en Navidad’. La edil de Turismo de la Villa Blanca ha recordado que “para tomar parte en las actividades propuestas será preciso realizar la reserva previa”, ya que el aforo de las mismas se ha reducido, para cumplir con las medidas sanitarias, a 25 personas.