Entrevista > María José Delgado / Fotógrafa (Baza -Granada-, 15-febrero-1967)
A la fotógrafa María José Delgado la vida le dio un vuelco un día del año 2006, cuando un médico le soltó la peor de las noticias: “Tienes leucemia”. A partir de ahí comenzó una durísima batalla por la vida que ha durado años, y que fue superando gracias al impulso por vivir que le daban sus hijos, que en aquel momento tenían 3 y 7 años.
Ella es una superviviente que se mantuvo y venció en su lucha contra el cáncer, y que ahora quiere dar una lección de esperanza a los que están viviendo lo que ella tuvo que vivir y que por fin ha superado, y lo quiere hacer a través de sus fotografías.
Despertar de la pesadilla
Se ha embarcado en un trabajo llamado ‘Sin Miedo’, donde expone retratos de gran tamaño y testimonios de personas que, como ella, han superado la enfermedad. Lo hace para demostrar a quienes se encuentran viviendo esa pesadilla que se puede despertar y salir de ella. Así descubrió la capacidad que tenía la fotografía para transmitir su mensaje.
Un trabajo que no se expone en salas sino en hospitales. En la actualidad ‘Sin Miedo’ se puede ver en siete hospitales de la Comunidad Valenciana en los que se realizan trasplantes, como el de la Fe y el Clínico en Valencia o el Hospital General de Alicante.
¿Cómo surgió ‘Sin Miedo’?
Durante el proceso más grave de mi enfermedad pasé mucho tiempo en el hospital con la soledad y la incertidumbre que eso produce, y el miedo a no salir adelante. Yo no sabía nada sobre la leucemia ni como era un trasplante de médula, y mi deseo era poder hablar con otras personas que la hubieran padecido para tener información y para que me dieran esperanzas.
Por eso, una vez superado todo, mi objetivo fue poder facilitar esa información a otros pacientes, y se me ocurrió que ofrecerles la imagen y el testimonio de otras personas ya curadas podría darles la esperanza que a mí me falto.
Cada exposición tiene sus propias fotos, ya que intentamos que correspondan a personas que han sido tratadas en ese hospital. Quiero destacar la ayuda indispensable que he tenido por parte de ASLEUVAL, que es la asociación de enfermos de leucemia.
«Mi vida tiene un antes y un después de la leucemia»
¿Cómo ha cambiado tu vida?
Mi vida tiene un antes y un después de la leucemia. Yo antes era funcionaria de justicia, y tras recuperarme me matriculé en periodismo y me especialicé en fotoperiodismo.
«Quería que mi trabajo estuviera a la vista donde realmente tiene que estar, en hospitales»
Desde entonces mi profesión es la fotografía, que me ha permitido por fin cumplir mi sueño y poder realizar este proyecto. Yo no quería exponer en grandes salas, yo quería que mi trabajo estuviera a la vista donde realmente tiene que estar, en hospitales con enfermos de cáncer, y de momento ya se expone en siete de la Comunidad Valenciana.
¿Cuál ha sido tu principal motivación?
Mis hijos. Yo tenía que estar viva para poder cuidarles y verles crecer. Solo tenían 3 y 7 años en aquel momento y no podía dejarme vencer. Y desde luego mi madre, mi hermana y mis amigos que estuvieron pendientes de mí. También quiero decir que contamos con unos equipos médicos en España de una gran valía que no solo me salvaron a mí, en realidad salvaron a toda mi familia.
¿Conoces la procedencia de tu trasplante?
Sí. Procede de un bebé de Nueva York cuya madre donó su cordón umbilical, y gracias a ese gesto yo hoy puedo estar viva y recuperada. Tuve mucha suerte, porque solo tuve que esperar unos meses al donante ya que nadie de mi familia era compatible.
Y todo gracias a la Fundación Josep Carreras que realiza un trabajo impresionante para lograr que esto sea posible en todo el mundo.
«Es muy importante que la gente sepa lo fácil que es salvar una vida siendo donante»
¿Aunque sabes que es inviable te gustaría conocer a tu donante?
Claro, pero como dices es inviable ya que lo impiden las normas establecidas y es totalmente anónimo, solo sé de donde procede y de qué forma se ha conseguido, que en este caso como te decía es gracias a una madre solidaria americana. Pero ya que no puedo agradecerlo personalmente intento poner mi granito de arena.
Es muy importante que la gente sepa lo fácil que es salvar una vida siendo donante. Algo tan sencillo como donar el cordón umbilical, que habitualmente acaba en la basura, puede atravesar el mundo, llegar a un enfermo y sanar su médula como ha ocurrido conmigo.
Hay mucho desconocimiento en este sentido, muchos piensan que tienen que someterse a complicadas operaciones o a duras pruebas y no es así. Ser donante de médula es una donación en vida que te puede hacer sentir un héroe y salvar vidas, y ser consciente de que has hecho algo realmente importante en la vida.
¿A quién va dirigido el mensaje de tu trabajo?
Está dirigido a los pacientes, las personas que aparecen en las imágenes que también pasaron por lo mismo y así lo relatan en sus testimonios. A los familiares de esos pacientes, ya que pueden ver y leer que después de la enfermedad la vida continúa, y que gracias a su compañía y apoyo el paciente no se siente solo. Y a los donantes de médula, cordón y sangre, puesto que su acto solidario ha salvado esas vidas.
Procuro que en los retratos estén realizando alguna actividad para demostrar que sus vidas han vuelto a la normalidad, porque durante la enfermedad pierdes tantas fuerzas que crees que nunca te vas a lograr recuperar, y en las fotos y los testimonios se demuestra que sí.
¿Qué te gustaría añadir?
Insistir en la importancia y la necesidad de hacerse donante. Solo por ser donante de sangre ya puedes ayudar a salvar vidas. A mí me salvaron también las más de cien transfusiones de sangre que me hicieron. A través de los centros de transfusiones o de ASLEUVAL podéis obtener todo tipo de información.