Lo explica de forma muy clara el Director General de Turismo de la Comunitat Valenciana, Herick Campos, en la entrevista que publicamos en este mismo número de AQUÍ en l’Alfàs: el invierno que se nos viene encima será complicado para el turismo en la Costa Blanca y, para poder salvarlo, además de confiar en las negociaciones que se mantienen para la apertura de corredores seguros que permitan la llegada de turistas internacionales, toca apoyarse, quizás más que nunca, en el visitante de proximidad. En las ‘escapadas’.
Por fortuna, l’Alfàs del Pi, con su Parc Natural de la Serra Gelada, su fabulosa oferta gastronómica y cultural, su Playa del Racó de l’Albir, refugio perenne de aquel ‘winter sun’ con el que se promocionó el municipio tiempo atrás y las variadas propuestas que van jalonando su calendario de eventos –en octubre, sin ir más lejos, el Día Internacional–; se convierte en un destino preferente para este tipo de productos.
A todo ello, además, hay que sumar oportunidades que siempre estuvieron ahí, pero que en el periodo que nos llevará a despedirnos de este infame 2020 y abrazar, llenos de esperanzas, un 2021 en el que depositamos todos los anhelos de una vuelta a la verdadera normalidad, cobran una importancia capital. Una de ellas, por supuesto, es el enoturismo.
La estrategia entronca con los objetivos de la Comunitat Valenciana de potenciar el turismo de proximidad
La otra cara del Mediterráneo
La presencia en l’Alfàs del Pi de las Bodegas Mendoza, cuyos caldos pueden presumir de haber recibido algunos de los más importantes reconocimientos del sector, ha permitido al municipio formar parte del consejo regulador de la Denominación de Origen de las Rutas del Vino, un organismo que está pisando de forma decidida el acelerador de la promoción para posicionarse y dar a conocer sus productos a través de la campaña denominada ‘La otra cara del Mediterráneo’.
Tras este bautizo se esconde la intención, convertida este año en necesidad, de mostrar el destino como una plaza en la que el visitante podrá, además de disfrutar del bondadoso clima de la zona, principal reclamo histórico de este rincón, una serie de atractivos que en la inmensa mayoría de los casos son desconocidos. Que, de alguna forma, hasta ahora se habían guardado como un secreto para los visitantes más aventureros.
Bodegas Mendoza
Para ser parte fundamental de esta campaña, l’Alfàs del Pi se ha unido a las Bodegas Mendoza, fundadas en 1989 como empresa familiar cuando, por inquietud, Enrique Mendoza empezó a comprar, coleccionar e invertir en vino de otras bodegas como aficionado.
Más tarde, recuperando la tradición de la Marina Baixa de producir vino para el consumo familiar, se plantaron las primeras 2.000 vides que, 25 años después, se han transformado en una bodega con 1.400 barricas de los mejores bosques franceses y americanos, desde donde se embotella y se posicionan sus vinos en los mercados nacionales e internacionales.
El enoturismo generó un impacto económico de 85,5 millones de euros, creciendo 6% respecto al ejercicio anterior
Un negocio creciente
Con estos argumentos, l’Alfàs del Pi se ha situado entre los miembros de la Asociación Española de Ciudades del Vino, dependiente del Gobierno de España, que reconoce 31 rutas oficiales asociadas al enoturismo en nuestro país. Recorrerlas a fondo para descubrirlas es una opción viajera nada desdeñable en tiempos de pandemia.
La estancia en núcleos reducidos de población, el paseo al aire libre por entornos naturales de las bodegas o de lugares como el Parc Natural de la Serra Gelada, junto a las catas dinámicas y los maridajes en espacios abiertos, las veladas en casas rurales lejos del turismo masivo y la experiencia exclusiva que lleva aparejada cada actividad programada, son sólo algunos de los alicientes de una modalidad de ocio que cada año crece más y que en 2019 generó un impacto económico a nivel nacional de 85,5 millones de euros, casi un 6% más que el ejercicio anterior.
Por esta razón la concejalía de Turismo, dirigida por Luis Miguel Morant, lleva ya tiempo trabajando por potenciar un modelo de turismo que, si bien no puede considerarse como nuevo para el municipio, sí estaba en una fase de desarrollo menos avanzada que otras opciones.
Casi el 75% de los enoturistas responden al perfil de visitante español que ahora se pretende fidelizar
Capital vinícola de la Marina Baixa
Así, desde el principio de la legislatura Morant y su equipo han venido trabajando para situar a l’Alfàs del Pi en el ‘núcleo duro’ de destinos de ese consejo regulador de las Rutas del Vino de Alicante, que tiene el objetivo de dar a conocer los paisajes de la provincia a través de los caldos que se producen en comarcas como el Vinalopó, la Marinas Alta y, por supuesto, la Marina Baixa, en la que el municipio alfasino es el gran polo de atracción.
Todo ello, sin olvidar que los meses que siguen al verano y dan la bienvenida al otoño son, históricamente, los de mayor presencia de enoturistas en las Rutas del Vino y, por lo tanto, representan una gran oportunidad para paliar, en cierta medida, el descenso de residentes que las restricciones de viaje provocará este invierno.
Datos, todos ellos, que invitan al optimismo en ese objetivo de llegar y fidelizar al turista de proximidad. Más, si cabe, si tenemos en cuenta que el 74,7% de los que eligen esta modalidad de ocio son españoles.