El Ayuntamiento de San Fulgencio ha dado a conocer, a través de la publicación de un bando municipal, el nuevo protocolo para acceder al cementerio municipal durante los próximos días en prevención del Covid-19, con motivo de la festividad del día de Todos los Santos. Tal y como ha informado la concejala de Protección Civil, Josefa Sampere, será este colectivo de voluntarios quienes velarán por el correcto cumplimiento de esta normativa, “que comenzará a aplicarse desde el próximo lunes 26 de octubre al domingo 1 de noviembre, con el objetivo de proteger y evitar en la medida de lo posible la propagación del coronavirus entre quienes visiten las instalaciones”.
De esta manera, los agentes de Protección Civil “serán los encargados de tomar los datos y número de teléfono a quienes acudan al recinto del cementerio municipal desde el momento de su apertura a las 9:00 horas, así como de tomarles la temperatura corporal, que deberá ser inferior a 37 grados para poder entrar”, ha explicado la edil. Los usuarios también habrán de lavarse las manos con gel hidroalcólico para poder acceder, además de no estar permitido la utilización de los aseos por más de una persona de manera simultánea.
Otra de las medidas incluye la limitación del aforo a 100 personas, que únicamente podrán permanecer un tiempo máximo de 45 minutos en su interior. Asimismo, “se deberá respetar los accesos de entrada y salida, así como los itinerarios de circulación establecidos dentro del recinto, evitar las aglomeraciones y mantener la distancia de seguridad de dos metros con el resto de visitantes, así como el uso obligatorio de mascarilla”, ha manifestado Sampere.
Desde el Ayuntamiento se pide a la población el respeto a estas normas ante la complicada situación sanitaria en la que nos encontramos, para que sea posible asegurar que el acceso a estas instalaciones para los vecinos y vecinas que durante estos días visitan a los seres queridos que ya no están pueda realizarse con la mayor seguridad, indicando también que, en caso de incumplimiento de las mismas, implicará el desalojo de las instalaciones o, en caso extremo, podría incluso implicar el cierre de las mismas.