El año 2020 no tendrá segundo fin de semana de noviembre en Benidorm. Bueno, sí lo tendrá, claro está, en el almanaque, pero no serán pocos los ‘benidormers’ que tratarán de pasar por esas señaladísimas fechas obviando que algún día existieron. Tratando de olvidar que una pandemia global borró de un plumazo los días grandes en honor a la alcaldesa perpetua de la ciudad, la Mare de Deu del Sofratge. Recluidos, por una vez, sin blusón con el que vestir ni pañuelo que anudar. Sin ganas. Sin fiestas.
“Alguna vez tuvimos que suspender o cancelar algún acto puntual o cambiar la programación de algún día a causa del mal tiempo, pero yo no recuerdo que las fiestas de Benidorm se hayan suspendido por completo nunca”, arranca Jesús Carrobles, concejal de Fiestas de la capital turística. Sobre sus hombros, festeros antes que políticos, recayó buena parte del peso de la decisión más dolorosa que puede llevar aparejada el cargo: suspender las Fiestas Mayores Patronales.
Pero las actuales circunstancias pandémicas no dejaban otra opción. Hubo, es verdad, un rayo de esperanza a principios de verano cuando, superado el confinamiento, la famosa y maldita curva se aplanó y el optimismo asomaba, casi pidiendo perdón, entre los rascacielos que llevaban meses observando calles y playas vacías. Pero sólo fue eso, un espejismo. El maldito ‘bicho’ ha vuelto y lo prudente, responsable y lógico se ha impuesto.
Sólo se celebrarán las dos misas mayores, que se trasladan al Auditorio Julio Iglesias para poder acoger a más gente
Sólo actos litúrgicos
“No cabía otra opción”, reconoce Carrobles. “Sólo vamos a mantener las dos misas mayores en honor a los patronos que, en esta ocasión, se celebrarán en el Auditorio Julio Iglesias para poder acoger a más gente que en la Parroquia de San Jaime y Santa Ana”. Por lo demás, la nada. Ni feria, ni bandas, ni conciertos, ni penyas… nada.
“Cuando se nos planteó la tesitura de decidir qué hacer con las fiestas estábamos en un contexto en el que íbamos camino de un desconfinamiento en el que parecía que se iban a poder realizar algunos actos con las debidas precauciones y limitaciones”, recuerda el edil benidormense respecto a esa decisión inicial, anunciada a finales de primavera, de seguir adelante con la organización de las fiestas.
“Sin embargo, ya hemos visto que finalmente esto no ha podido ser. De todas formas, nosotros siempre tuvimos claro que, incluso habiendo podido celebrarlas, no iban a ser las mismas fiestas que en años anteriores. Esto es muy triste para todos, pero ante la situación en la que nos encontramos, lo que se impone es la suspensión”, explica Carrobles sobre el proceso que ha llevado a este final.
Responsabilidad con las ‘no fiestas’
Las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm llegan en el mes de noviembre, una fecha en la que la mayor parte de los municipios de España ya han celebrado sus días grandes y, también en este momento, esa circunstancia supone cierta ventaja a la hora de predecir lo que puede suceder si no se siguen las normas y se actúa con conocimiento. Por ello, habiendo podido comprobar qué ocurre si a alguien se le ocurre organizar las ya tristemente famosas ‘no fiestas’, Carrobles no se muestra especialmente preocupado de que algo así pueda suceder en Benidorm.
“Visto lo que ya ha pasado en otras poblaciones, es verdad que estamos alerta y prevenidos para evitar que esas cosas sucedan, pero también es cierto que en Benidorm ya hemos suspendido muchas festividades. Desde marzo se ha caído la práctica totalidad del calendario festero de la ciudad: fallas, hogueras, moros y cristianos… y no hemos tenido ningún problema. La gente ha cumplido perfectamente las normas y estamos seguros de que en esta ocasión también será así”, asegura el concejal de Fiestas.
Pero esa confianza no significa que no se haya trabajado en las medidas necesarias para atajar cualquier salida de tono por parte de nadie. “Hemos trabajado con la Asociación de Penyas para transmitir el mensaje de que no se va a permitir ningún tipo de acto o celebración. De hecho, se está trabajando con Seguridad Ciudadana para reforzar la presencia de la Policía Local y Nacional en las calles durante esos días y, precisamente, controlar esas posibles ‘no fiestas’”.
«Trabajamos para organizar una Navidad lo más potente que podamos, anteponiendo las limitaciones y la seguridad a cualquier otra cosa» J. Carrobles
La Navidad, en pie
Aunque eso es algo que está cambiando en los últimos años, las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm nunca han sido un gran reclamo turístico para la ciudad como sí lo son otras fechas señaladas que están por venir: la Navidad. En ese sentido, y siempre con la prudencia a la que obliga la actual situación en lo que a los futuribles se refiere, Carrobles adelanta que “estamos trabajando para organizar una Navidad lo más potente que podamos, pero siempre anteponiendo las limitaciones y la seguridad a cualquier otra cosa. Lógicamente, la Plaza de la Navidad no se va a poder llevar a cabo como se ha hecho otros años, pero sí estamos barajando opciones para reinventarnos”.
Sin duda, la Navidad es tremendamente especial para los más pequeños y, por ello, “estamos trabajando para, como ya hicimos con mucho éxito en verano, conformar una programación cultural en el Auditorio Julio Iglesias. Vamos a traer eventos infantiles para que puedan disfrutar lo más posible de estas fechas”.
Y, por supuesto, hay una visita que no podrá faltar. “Los Reyes Magos vienen siempre y a Benidorm también van a llegar este año. Veremos cómo podemos trabajar para que la gente pueda disfrutar de ellos, pero ellos son magos y, por lo tanto, conseguirán estar en Benidorm”.
«El mundo festero de Benidorm lo ha entendido perfectamente. Todo el colectivo se ha mostrado muy colaborador» J. Carrobles
Agradecimiento al colectivo
Las fiestas, ya sean las Mayores Patronales o cualquier otra, son los días de culminación del trabajo de meses de muchas personas. Por ello, Carrobles elogia la actitud del colectivo local en estos tiempos complicados. “El mundo festero de Benidorm lo ha entendido perfectamente. Sobre todo, dolió en las primeras fiestas que se tuvieron que suspender, las fallas de marzo. Después, la gente se ha podido ir concienciando y mentalizándose y he de decir que el colectivo se ha mostrado muy colaborador durante todo este tiempo”.
Ya a nivel personal –porque por encima de Jesús Carrobles, el concejal, está ‘Chule’, el festero– esta decisión también le duele al edil benidormense que reconoce que “voy a echar de menos todo porque las fiestas son un cúmulo de momentos, circunstancias y emociones. Hay momentos muy emotivos y sentimentales y otros muy divertidos y lúdicos. Voy a echar de menos todo ese conjunto de días en los que puedes salir con la gente, bailar, divertirte, emocionarte, acompañar a los patronos… echaré todo en falta”.