El curso escolar 2020-2021 ha comenzado con grandes novedades en el instituto Azorín. Desde el pasado 13 de octubre sus casi 800 alumnos, junto con todo el equipo directivo y el profesorado, se encuentran ya instalados en las nuevas aulas prefabricadas de la avenida de Els Platans, a la espera de que comiencen los trabajos de construcción del nuevo centro escolar.
De este modo, toda la comunidad educativa disfruta ya de unas instalaciones donde poder desarrollar su trabajo diario, tras el traslado desde el histórico edificio de la avenida de Madrid, que será demolido para levantar un nuevo complejo más grande y más moderno.
Para ello, la Conselleria de Educación ha invertido un total de 2,7 millones de euros en la construcción de unos módulos de última generación, que cuentan con todas las comodidades y que son el paso previo hasta que el nuevo edificio esté terminado y listo para ser ocupado. Por su parte, el Ayuntamiento de Petrer también ha realizado una importante inversión de cerca de 300.000 euros, para el acondicionamiento de los accesos.
Conselleria ha invertido 2,7 millones de euros y el Ayuntamiento de Petrer 300.000 en el acondicionamiento de los accesos
Traslado satisfactorio
Las aulas cuentan con un sistema de climatización tanto de frío como de calor y se encuentran en una situación “óptima” para el desarrollo de las clases, tal y como nos ha explicado la directora del IES Azorín, Ana Almendros, quien nos ha acompañado en un recorrido por el interior del aulario.
Las aulas son de última generación y cuentan con un sistema de climatización para frío y calor
La sensación del cuerpo directivo tras las primeras semanas en este nuevo espacio educativo es “altamente positiva”, con unas instalaciones “funcionales, luminosas y adecuadas a las exigencias actuales”. “La mudanza ha transcurrido en tiempo récord y con total normalidad”, señala Almendros, que se muestra satisfecha después del “duro trabajo” que ha supuesto trasladar el material desde el viejo edificio, para que todo estuviera a punto para abrir las puertas después del puente de octubre.
A vueltas con la luz
Sin embargo, las clases no comenzaron con buen pie por culpa de un problema en el suministro eléctrico de la luz de obra, que provocó algunos cortes de electricidad que afectaron especialmente a las salas de informática. Al respecto, Ana Almendros defiende que la incidencia ya se ha solventado y tan solo se trató de algo puntual: “ha habido luz desde el primer momento, fue un fallo que ocurrió los primeros días, pero ya está todo solucionado y las clases funcionan con total y absoluta normalidad”.
La responsable del IES también ha tenido palabras de agradecimiento tanto para el Ayuntamiento, “que nos ha cedido un espacio como almacén”, como para los técnicos municipales y de Conselleria por hacer posible “que disfrutemos de unas aulas que son las más modernas y adaptadas de la zona, y que sabemos que son un paso previo para el traslado definitivo a las futuras instalaciones”.
«Nos encontramos muy cómodos y muy contentos en este nuevo espacio» Ana Almendros (directora del IES Azorín)
Sin añoranza del pasado
Almendros apenas alberga lugar para la nostalgia por haber abandonado el histórico edificio, que se encuentra ya vacío y en espera de su derribo definitivo, porque “aquí estamos muy cómodos y sabemos que el cambio es para mejorar”, aunque admite una pequeña punzada emocional por unas instalaciones que durante más de cincuenta años han sido el hogar del IES Azorín.
El traslado se ha producido en plena segunda ola de expansión del coronavirus y el instituto, como el resto de centros escolares de Petrer y de la Comunidad Valenciana, ha tenido que adaptarse a las directrices marcadas desde Conselleria para hacer el regreso a las aulas lo más seguro posible. La directora asegura que han seguido al pie de la letra todos los protocolos señalados desde el gobierno valenciano y afirma que no ha habido “ningún tipo de problema de aglomeraciones” en los recreos, ni en las entradas y salidas del centro.
El IES que está por venir
El nuevo Azorín, cuyo coste superará los diez millones y medio de euros, promete convertirse en un centro pionero de la provincia y es uno de los proyectos estrella del actual equipo de Gobierno municipal. El Ayuntamiento ya ha concedido a la Generalitat Valenciana la licencia de obras para el derribo de las antiguas instalaciones, y la licitación del nuevo, que ocupará su solar, se hará mediante un procedimiento a nivel europeo debido al montante económico de las obras.
Contará con casi 5.000 metros cuadrados de superficie construida, a los que hay que sumar 9.500 metros cuadrados más de zona exterior destinados a accesos, espacios ajardinados, aparcamiento para personal docente y tres pistas deportivas, y estará formado por 24 aulas de ESO y ocho para Bachillerato.