Ximo Puig ha anunciado una nueva ampliación del TRAM que atañe a la ciudad de Alicante. El president lo hizo durante un debate celebrado en Les Corts a finales del pasado septiembre. “Les anuncio nuestra voluntad de impulsar una nueva línea que enlazará al Hospital de San Juan” declaró.
Según los datos que compartió el propio Puig, se va a efectuar una inversión en la ampliación de la red de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV) por valor total de 640 millones de euros. En esta cantidad también se incluye el proyecto de llevar el TRAM hasta la Estación de Alicante, promesa que ya realizó en la pasada campaña electoral, así como culminar las obras de la línea 9 (Benidorm-Denia) y otras ampliaciones en el Metro de Valencia.
Sin plazos
El president, eso sí, no especificó ningún plazo para efectuar estas obras. En este periódico hemos querido preguntar a la Generalitat si al menos pueden pronosticar que la nueva línea al Hospital estará en funcionando antes de terminar la actual legislatura (2019-23), pero tampoco nos han aclarado mucho más.
“Ahora vamos a trabajar en el diseño y en su redacción. Un poco más adelante se ejecutarán las obras” nos ha respondido Anaïs Menguzatto, directora de Relaciones Institucionales de FGV.
“Esperemos que esto no se quede solo en un anuncio del presidente y se haga efectivo. Nuestro grupo ya propuso que estos 640 millones fueran en los presupuestos del año pasado. Aún así le tendemos la mano a Puig porque las infraestructuras no son de izquierdas ni de derechas, y deben de ser inmunes a la covid. No podemos paralizarlas porque son fundamentales” nos comenta Mamen Peris, diputada autonómica por Ciudadanos.
“Lo lógico es que tanto el TRAM hasta el Hospital como la ampliación a la Estación estuvieran terminados en esta legislatura. Estos son empastes del PP que quedaron estancados, pero que nos toca ya por fin superar” nos apunta Natxo Bellido, concejal de Compromís.
«El proyecto aún está en estudio, pero estamos abiertos a la posibilidad de llegar hasta Sant Joan y Mutxamel» A. Menguzatto (FGV)
Mutxamiel y Sant Joan
Al producirse este anuncio de Puig no tardó en pronunciarse la Plataforma vecinal proTram Sant Joan-Mutxamiel. “Esta propuesta de la Generalitat no responde a las necesidades reales de dos núcleos de población que han crecido mucho en los últimos años” indicaron los portavoces a la prensa, al mismo tiempo que pidieron más unión entre los ayuntamientos de Sant Joan y Mutxamiel (gobernados por alcaldes de PSOE y PP respectivamente).
En total estamos hablando de unos 50.000 habitantes sumando ambas localidades. Desde Ciudadanos también se unen a esta reivindicación. “Hace décadas que se tiene una visión demasiado localista o de compartimento estanco a la hora de desarrollar las redes de transporte público. Necesitamos adoptar un punto de vista más amplio para que no sucedan estas quejas tan legítimas” nos señala Peris.
Desde Ciudadanos también se unen a esta reivindicación. “Durante décadas se ha tenido una visión demasiado localista o de compartimiento estanco a la hora de desarrollar las redes de transporte público, pero toca adoptar un punto de vista más amplio. Así luego no ocurrirían estas quejas tan legítimas de los vecinos. Es evidente que Sant Joan y Mutxamiel están cerca del Hospital, y constituyen un núcleo muy denso de población que necesita también la conexión” nos apunta Peris.
Igualmente los concejales de Compromís de los tres municipios implicados se unieron en una comparecencia pública conjunta para reclamar esta ampliación. “Se han gastado millones en AVE sin ningún sentido, cuando en nuestra comarca existe una necesidad latente de conexión. Nosotros proponemos crear una entidad metropolitana de transporte en l’Alacantí compuesta por la Generalitat, los ayuntamientos y las plataformas vecinales para que se traten todos estos temas” nos indica Bellido.
De momento FGV no se ha pronunciado sobre el posible ensanche de esta nueva línea hasta Sant Joan y Mutxamiel. “El proyecto está en fase de estudio y aún es pronto para determinar su trazado definitivo, pero estamos abiertos a esta posibilidad” nos aduce Menguzatto.
El proyecto de ampliar el TRAM hasta la Estación ya está adjudicado por valor de 938.000 euros
Estación de Alicante
Un poco más avanzado parece que está ya la propuesta de llevar el TRAM hasta la Estación de Adif. Si bien las obras tampoco han empezado ni tienen aún fecha, al menos el proyecto de construcción de este tramo subterráneo desde Luceros ya se adjudicó el pasado verano con un presupuesto de 938.000 euros.
“En estos momentos ya existen 250 metros de túnel en dirección a la Estación, que es donde los tranvías realizan las maniobras. La conexión se completaría con los 500 metros que faltan” nos explica Menguzatto.
Actualmente ocurre la curiosa situación de que aquellos turistas que llegan a la Estación de Alicante (por ejemplo desde Madrid o el norte de España) y cuyo destino es Benidorm, Altea, Calpe, etc… deben desplazarse unos 300 metros cargando con sus maletas hasta Luceros para coger el TRAM. En caso de pretender realizar el trayecto en autobús la opción es todavía peor, pues la parada más cercana de la línea 24 que va hacia la Estación de Autobuses está en la avenida Óscar Esplá.
«Vamos a proponer una tarjeta monedero única para moverse por toda la Comunidad Valenciana» M. Peris (C’s)
Los barrios del sur
En 2008 la Generalitat anunció un proyecto para ampliar el TRAM hacia la parte sur de Alicante con tres paradas subterráneas entre La Florida, Babel y San Gabriel. Eran los tiempos de Francisco Camps, y la intención era prolongar esta línea hasta el Aeropuerto. “El centro de Alicante quedará conectado con la Terminal en menos de 16 minutos” llegó a prometer Mario Flores, entonces conseller de Transportes.
De aquella gran promesa nunca más se supo. De hecho actualmente es el Ministerio de Fomento quien ha tomado las riendas para construir la tan reclamada conexión con el Aeropuerto. En noviembre del pasado año se publicó en el BOE la aprobación del estudio formativo sobre el trazado del nuevo Cercanías. Desde entonces no hemos sabido de más avances.
Desde AQUÍ en Alicante hemos preguntado a FGV si la propuesta del TRAM en los barrios del sur todavía continúa estando encima de la mesa, y si existe algún tipo de coordinación con el Ministerio para que pudiera conectarse con el futuro Cercanías al Aeropuerto. “El objetivo es potenciar una red con mayores prestaciones, favorecer un verdadero impulso de la movilidad sostenible y conectar a las personas que viven en Alicante y su área de influencia. En eso pensaremos para las futuras ampliaciones” se han limitado a respondernos.
“Aquí debe existir un diálogo entre las administraciones para no acabar construyendo cosas inútiles como ha ocurrido en el pasado. No podemos renunciar a que sigan pasando los años sin conexión con los barrios del sur y el Aeropuerto. Ahora tenemos una gran oportunidad con los fondos europeos y deben de invertirse en las comarcas alicantinas para mejorar nuestro transporte público” demanda el concejal Bellido.
La diputada autonómica Peris coincide con la necesidad de acudir a Europa para desatascar estos proyectos. “La UE está dispuesta a ayudarnos si le presentamos propuestas serias. Debemos de trabajar más interrelacionados los alcaldes, diputados autonómicos, Govern y demás representantes políticos. De hecho nosotros vamos a proponer que haya una misma tarjeta monedero para todo el transporte público de la Comunidad Valenciana, así fomentaremos mucho más su uso”.
Mejoras pendientes del TRAM
A finales de 2018 fue inaugurado el nuevo túnel de la Serra Grossa, y unos meses después se habilitó la segunda vía para que los tranvías pudieran circular en ambos sentidos. Una gran obra que permitió mejorar algo la rapidez de los traslados entre Alicante con San Juan Playa y El Campello.
Aún así son muchos los usuarios que se siguen quejando de la lentitud del TRAM para los trayectos largos. No en vano cogiendo el tranvía desde Luceros se tarda unos 72 minutos en llegar a Benidorm, 101 hasta Altea y 123 hasta Calp. Y es que incluso si se quiere ir más allá, es preciso subirse a un autobús pues el resto de la línea se encuentra en obras desde 2016. Por tanto, para llegar hasta Denia necesitaremos de unos 193 minutos.
La contrata del transporte urbano de autobuses está prorrogada y finaliza en 2021
Los autobuses
Mientras que Alicante espera todas estas ampliaciones del TRAM, el futuro del propio transporte urbano interno de la ciudad es ahora más incierto que nunca. El pasado año caducó la concesión a los autobuses de Masatusa (sociedad del Grupo Vectalia) que databa de 1969. Sin embargo, por llamativo que resulte, 50 años más tarde el Ayuntamiento no había aún redactado el pliego necesario para sacar una nueva contrata a concurso. Por ello fue necesario prorrogar la concesión hasta 2021, a un coste de 24 millones de euros.
Por supuesto los partidos políticos se culparon mutuamente de esta inédita situación. La oposición criticó la inoperancia del actual bipartito (PP y C’s) mientras que el gobierno municipal culpó al antiguo tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) por no haber avanzado durante el pasado mandato en esta contrata.
A principios de 2019 el Ayuntamiento contrató a una empresa externa (Ernest & Young) para determinar las condiciones del nuevo pliego. Aún así, Bellido se muestra bastante escéptico de que se cumplan los nuevos plazos. “Ya la anterior prórroga fue altamente irregular y no vemos suficientes avances para llegar a 2021. Se creó una comisión de seguimiento a propuesta de Compromís y lleva meses sin convocarse. No sabemos prácticamente nada” nos indica.
Nos gustaría haber podido preguntar al respecto de estas cuestiones al actual concejal de Transportes de Alicante, Manuel Villar, del PP. Sin embargo desde el gabinete de prensa del Ayuntamiento no nos han concedido la entrevista que solicitamos a su persona.
«Alicante necesita líneas de bus más circulares entre barrios y reforzar los nocturnos» N. Bellido» (Compromís)
Mejoras pendientes del transporte urbano
De lo poco que sí conocemos es que el servicio de autobuses seguirá a cargo de una concesionaria, pues el pleno municipal así lo decidió en febrero con 16 votos a favor (PP, C’s y Vox) y 15 en contra (PSOE, Unidas Podemos y Compromís).
“Muchas ciudades igual o más grandes como Valencia, Madrid o Barcelona están funcionando por una gestión municipal directa; pero aquí la derecha y extrema derecha no lo han querido” nos comenta Natxo Bellido.
El portavoz de Compromís opina que la nueva empresa concesionaria debe adoptar un modelo más circular para conectar mejor los barrios entre sí. “En muchos lugares de la ciudad se quejan de la falta de frecuencias y conexión. No todas las líneas tienen que llevar al Corte Inglés. Y debemos reforzar también el transporte nocturno” solicita.
Desde el partido valencianista también piden que en el nuevo pliego se pague a la empresa por pasajeros y no por kilómetro realizado como viene sucediendo hasta ahora. “Con estas condiciones Vectalia cobra lo mismo tanto si el autobús va lleno como vacío. Esto no tiene ningún sentido. La concesionaria debe asumir un riesgo y tener motivaciones para fomentar el uso del transporte público, solo así lograremos disminuir el tráfico de vehículos y la contaminación atmosférica” considera Bellido.
La iniciativa de taxis compartidos a demanda para las partidas rurales lleva paralizada desde 2016
Pedanías
Por otra parte, también queda pendiente de resolver el tema de las partidas rurales. En 2016 el Ayuntamiento llegó a un acuerdo con la Generalitat para impulsar un sistema de taxis compartidos a demanda, similar al ya existente en el Camp d’Elx. Sin embargo el interventor municipal de Alicante paralizó dicha operación al considerar que primero debía resolverse la nueva contrata del transporte urbano.
Dicha contrata también deberá tener en cuenta el transporte comarcal interurbano, cuya competencia en este caso recae en la Generalitat. Hasta ahora los autobuses azules entran en Alicante y funcionan como cualquier línea urbana más, pues también pertenecen a Vectalia. Sin embargo, en el caso de que la contrata municipal caiga en manos de una nueva empresa, podrían darse conflictos de intereses empresariales que han de conjugarse.